Poscovid

Reabren las fronteras de Ceuta y Melilla, sin transfronterizos ni contrabando

Hace dos años que los pasos fronterizos con Marruecos están completamente cerrados

Aduana del Tarajal cerrada en Ceuta.

Aduana del Tarajal cerrada en Ceuta. / Antonio Sempere - Europa Press

Marc Ferrà

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España y Marruecos reabren la medianoche de este martes las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla tras más de dos años completamente cerradas. Va a ser una apertura parcial y con todavía muchos interrogantes abiertos. Por ahora solo estará permitida la circulación de las personas residentes en la Unión Europea o con visado Schengen. Hasta finales de mes no abrirán para los marroquís que trabajan en las ciudades autónomas, conocidos como transfronterizos

Durante el domingo varios jardineros estuvieron sembrando flores de colores en la rotonda que da la bienvenida a Castillejos, la ciudad fronteriza con Ceuta, y la carretera se convirtió en un entrar y salir de coches y furgones de policía. Han llegado refuerzos de diferentes puntos del país. 

Hace dos años que la ciudad esperaba este momento, aunque en la calle se vive la reapertura con escepticismo. “No creo que vuelva a ser como antes”, explica un joven de la ciudad, a pocos metros del control de policía para acceder a la frontera. “Antes esto (señalando el paseo marítimo) estaría lleno de gente y coches, muchas personas se han ido de la ciudad porque se han quedado sin trabajo”, relata. 

Los pasos de Ceuta y Melilla eran prácticamente las únicas dos fronteras europeas que continuaban cerradas desde el inicio de la pandemia, al cierre inicial provocado por la del coronavirus, se ha sumado una de las peores crisis diplomáticas que han protagonizado España y Marruecos en los últimos veinte años. Cómo casualidad, puestos fronterizos van a reabrir el mismo día que, hace un año, unas 10.000 personas accedieron a Ceuta sorteando el espigón, con la permisividad de la policía marroquí.

Final del contrabando

En el lado marroquí, los dos años de cierre han transformado y pasado factura a Castillejos y las poblaciones más próximas a la ciudad autónoma de Ceuta. Algo parecido a lo que ha sucedido en la región vecina de Melilla. En la calle principal de la ciudad, la ropa que se vende ahora viene de Casablanca, tampoco hay chocolate ni muchos de los productos que antes entraban a través del contrabando porque eran más baratos en Ceuta, explica un local. 

Para muchos de los jóvenes de la ciudad, los centros de llamadas y la industria textil se han convertido en una de las pocas alternativas laborales. En estas poblaciones norteñas las autoridades también han invertido importantes sumas de dinero en los últimos años en nuevas zonas comerciales, aunque la más próxima a Castillejos todavía funciona a medio gas. 

Las diferencias entre un y otro lado de la frontera había tejido durante años una red de contrabando, que habitualmente protagonizaban las mujeres porteadoras. Cargadas de grandes bultos sobre sus espaldas cruzaban una o dos veces la frontera con productos para revender. Una práctica que las organizaciones humanitarias definían de “inhumana”. Tanto Madrid como Rabat han dejado claro que el comercio atípico va a ser cosa del pasado. “Las autoridades marroquís no permitirán que vuelva el contrabando tras la reapertura de los pasos”, han escrito los medios locales, el Gobierno español también se ha expresado en la misma línea.

Muchos de los trabajadores transfronterizos (que viven en Marruecos, pero cruzan a diario para trabajar en Ceuta o Melilla) explican que no saben qué va a pasar con ellos. A la mayoría, les ha caducado el contrato que les facilitaba el paso al no poder cruzar para ir a trabajar durante los dos años que los pasos han estado cerrados. No saben si los van a renovar o necesitarán visado para poder cruzar de nuevo. “Los visados son para las vacaciones, no para una persona que lleva 15 años entrando a diario para trabajar en Ceuta”, explica una mujer marroquí que ha trabajado media vida en la ciudad autónoma. 

Además, la gente de la zona, que antes no necesitaban visado para entrar a las ciudades autónomas, tampoco saben si a partir de ahora todo va a seguir igual. Los rumores y las dudas por ahora están ganando a la certidumbre, todo a falta que las autoridades de ambos países aclaren como va a ser la segunda fase de la reapertura. 

Reencuentro diplomático

La semana pasada, en el marco de la cumbre de países aliados contra el Daesh, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, anunció que había llegado a un acuerdo con su homólogo marroquí, Naser Bourita, para reabrir Ceuta y Melilla. “Queremos que la reapertura sea de forma ordenada y gradual”, manifestó el titular de Exteriores. Tras este anuncio, el jueves, el ministro de Interior fue el que anunció la fecha exacta: la medianoche del martes 17 de mayo. 

La reapertura se enmarca en la nueva hoja de ruta que han cerrado España y Marruecos desde que el presidente español, Pedro Sánchez, calificó la propuesta marroquí de autonomía para el Sahara Occidental como "la base más seria, creíble y realista" para resolver la disputa. Así lo expresó en una carta enviada hace dos meses al monarca Mohamed VI y supuso el desbloqueo de las relaciones entre ambos países. Esta nueva etapa se escenificó con la visita de Sánchez a Rabat, hace un mes, para encontrarse con el rey marroquí. Los lazos entre ambos lados del estrecho se habían deteriorado desde el ingreso en un hospital riojano del líder del Frente Polisario.