815.000 euros de traspaso

El Parlament se ve obligado a retocar su presupuesto por el desacuerdo sobre las dietas

Los grupos parlamentarios siguen encallados en si debe ser la institución o cada parlamentario el que asuma el IRPF de la tributación del paso de las indemnizaciones a sueldo

Así son las nóminas de los diputados de la Cámara catalana

El hemiciclo del Parlament vacío

El hemiciclo del Parlament vacío / periodico

Júlia Regué

Júlia Regué

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El Parlament aprobó en octubre el presupuesto de la Cámara catalana para 2022, que avanzaba en una reducción progresiva de las indemnizaciones (las conocidas dietas) de los diputados para que se incluyan dentro del salario. Seis meses después, ya en el ecuador de las cuentas vigentes, los grupos parlamentarios siguen sin cerrar un pacto que lo haga efectivo, por lo que la Oidoría de Cuentas y Tesorería de la Cámara catalana ha alertado a los miembros de la Mesa de que debían efectuar una modificación del presupuesto para no incurrir en ilegalidades contables y en un incumplimiento del reglamento.

El escollo entre los partidos sigue siendo el mismo: quién debe asumir la tributación del IRPF y si los diputados deben perder o no poder adquisitivo. En el momento en que las indemnizaciones por gastos de viaje y desplazamiento (que oscilan entre 16.975,56 y 23.895,12 euros anuales) pasan a incorporarse al sueldo de los parlamentarios, quedan sujetas a tributación del IRPF. Para evitar que los diputados pierdan parte de su retribución neta, la propuesta inicial era que esta retención la cubriera el Parlament, lo que supondría, según fuentes de la Cámara, un coste de 1,1 millones de euros para sus arcas.

El rechazo de la CUP y los 'comuns' a esta idea, abrió unas negaciones a tres bandas -PSC, ERC y Junts- que han estudiado varias vías para cubrir una parte y minimizar el impacto sobre el sueldo, aunque por ahora siguen encallados y sin acuerdo. De ahí que la Mesa, reunida este martes, haya avalado por mayoría -todos, salvo la CUP- que 815.000 euros pasen del capítulo 1 (de asignación fija) al 2 (indemnización por gastos).

Sin visos de acuerdo

Fuentes parlamentarias dan por hecho que no habrá acuerdo, al menos, por ahora, y se ven ya abocados a tomar una decisión de cara a los presupuestos de 2023. La CUP afea al resto de grupos que no hayan tomado una decisión y que descarten su propuesta, que es que se cobren dietas exclusivamente de los desplazamientos que se justifiquen, y que el resto o bien se elimine o bien pase a formar parte de la retribución fija, al tiempo que sean los propios diputados quienes asuman la tributación del IRPF. Sin embargo, esto no lo compran los grupos mayoritarios, porque consideran que es inviable tener que pasar por caja cada vez que se gasta en viajes concretos y que el sueldo de los diputados debe seguir siendo el mismo: 2.921,8 euros mensuales.

Ningún diputado consultado considera que la decisión sobre las dietas vaya a desencallarse este año presupuestario por varios factores. Primero, por el impacto que tuvieron en la imagen de la institución las conocidas licencias por edad, una suerte de prejubilación para funcionarios que llevaban más de 15 años en la Cámara y que superaban los 60 años de edad que están en vías de extinción. Segundo, porque ya pasados los seis meses, el debate puede postergarse con la modificación de la estructura presupuestaria ya hecha. Y, tercero, porque en este momento políticamente ven complicado justificar que la institución dedique 1,1 millones de euros a tributación sin que impacte en el salario de los parlamentarios. La cuestión está en si PSC, ERC y Junts llegan a un acuerdo intermedio, que no suponga una gran afectación a sus señorías ni a la Cámara catalana.

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