En marzo de 2020

Colau compró mascarillas a mitad de precio que Almeida al inicio del covid

El Ayuntamiento de Barcelona gastó 5,2 millones de euros en material sanitario durante el primer año de pandemia

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau / David Zorrakino / Europa Press

Júlia Regué
Gabriel Ubieto
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Escasez de stock y precios disparados. La emergencia desatada con el estallido del covid exigió una reacción excepcional y acelerada de todas las administraciones. La contratación por la vía rápida se impuso para dar una respuesta urgente a las carencias de material sanitario, saltándose así los procesos burocráticos ordinarios. Cada trabajador público debía tener sus mascarillas, en cada rincón era preciso un dispensador de gel hidroalcohólico y las desinfecciones de zonas comunes eran indispensables para minimizar la propagación del virus; lo que obligó a movilizar una cantidad de recursos sin precedentes. El Ayuntamiento de Barcelona destinó durante desde el 14 de marzo de 2020 y hasta final de año un total de 5,2 millones de euros a proveerse de material sanitario y servicios de desinfección, según los datos analizados por EL PERIÓDICO recogidos del portal de transparencia.

La situación sobrevenida y el colapso del mercado desataron una subida de precios sin precedentes y forzaron la reconversión de empresas para paliar los efectos de la pandemia. Dos años después de aquel estrés administrativo, se destapó que en el Ayuntamiento de Madrid se gestó un 'pelotazo' en la adquisición de mascarillas al dar cuenta de que dos empresarios cobraron presuntamente comisiones de hasta seis millones de euros a través de algunos contratos a dedo. Más allá de estos supuestos comisionistas, ¿cuánto pagó cada consistorio por la adquisición de material sanitario?

De la fiscalización del Tribunal de Cuentas, que analizó las operaciones de los 12 ayuntamientos españoles con una población superior a los 300.000 habitantes durante 2020, se desprende que el Ayuntamiento de Barcelona compró mascarillas FFP2 y KN95, así como test rápidos de anticuerpos, a la mitad de precio que el consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida. No obstante, en la capital catalana pagaron el doble de caros los guantes y las botellas de cinco litros de gel hidroalcohólico.

La emergencia del covid fue mucho más allá de lo puramente vírico y el ayuntamiento que dirige Ada Colau tuvo que gastar sustancialmente más dinero en atender la pobreza sobrevenida y en proteger a aquellos a los que el confinamiento les pilló sin un techo propio bajo el que resguardarse que en comprar material sanitario. Concretamente en mascarillas, mamparas, servicios de desinfección e información para la prevención del covid gastó 5,2 millones de euros, el 6,9% de todo el presupuesto de emergencia que movilizó desde marzo de 2020. Prácticamente gastó lo mismo en dotarse de ordenadores y otros dispositivos informáticos para que los empleados municipales teletrabajaran.

Los proveedores

El consistorio contrató por la vía de emergencia un total de 67 proveedores, con una contratación muy diversificada pero entre los que destacan como nombres propios Original Stock Barcelona S.L. y Suara Serveis. La primera es una firma de comercio al por menor de textil y calzado fundada en el 2012 en el Ripollès y que, como tantas otras compañías, se reconvirtió con la llegada del covid para especializarse en material sanitario y facturó, en 2020, 4,26 millones de euros y ganó 220.372 euros según consta en el registro mercantil. En total, por mascarillas, guantes, monos de protección o termómetros, esta compañía recibió 673.516,1 euros del Ayuntamiento en 2020.

La segunda es una cooperativa especializada en servicios a la dependencia e infancia. Trabaja habitualmente con contratas públicas, maneja una plantilla de 5.190 trabajadores y en 2019 facturó un total de 110,3 millones de euros, según su propia memoria anual. Entre los diferentes contratos que le adjudicó el Ayuntamiento en 2020, hay dos directamente relacionados con el material covid: un lote de equipos de protección individual para las trabajadores del servicio de atención domiciliaria (SAD) valorado en 323.475,24 euros.

Los precios

El Ayuntamiento de Madrid fue le que pagó más caros los tapabocas tipo FFP2 y KN95. En dos comandas ejecutadas el mismo día, el 25 de marzo, depositó por unidad 6,24 euros a una empresa y 5 euros a otra. Un día después, Barcelona adquiría el mismo tipo de mascarilla por 2,50 euros. Unos días antes, Zaragoza cerraba una adjudicación a 1,60 euros la unidad. En abril se empezaron a equiparar los precios entre los 3 y 4 euros, en mayo rondaban los 2,5 euros de media, y ya el 29 de diciembre que Málaga consigue un acuerdo a 0,69 euros, el precio más bajo registrado.

Por mascarillas quirúrgicas, Barcelona pagó 0,70 euros en una comanda del 26 de marzo, mientras que tres días antes el consistorio de Zaragoza las adquiría por 0,43 euros. Después de que Sevilla batiera el récord con tapabocas de este tipo a 1,15 euros el 15 de abril, los precios empezaron a bajar, salvo en Bilbao, que compró este material a 0,98 en esas fechas. Ya con los barceloneses desconfinados y el mercado menos tensionado gracias a una mayor oferta, el preció bajó a los 0,28 euros por unidad a finales de julio (Valencia compraba a 0,50 euros) y hasta los 0,22 euros a mediados de octubre. El precio más barato lo obtuvo Alicante el 15 de diciembre a 0,09 euros la unidad, una rebaja del 80% respecto a lo que pagó ese mismo consistorio el 24 de abril.  

Barcelona compró los guantes de nitrilo más caros y duplicó el precio del gel hidroalcohólico de 5 litros respecto Madrid

En cuanto a los test rápidos de anticuerpos, Almeida vuelve a batir récord adquiriendo el suministro a 16,03 la unidad el 25 de marzo, un contrato adjudicado a una empresa de Malasia, Leno, ahora bajo sospecha por los comisionistas investigados. Ese mismo día, Barcelona compraba estas pruebas a 7,36 euros. El 1 de abril Madrid bajó a los 10 euros por unidad. Pero el precio más barato lo volvió a encontrar Zaragoza, 6,40 euros por test, el 3 de abril.

El ayuntamiento que dirige Colau, en cambio, fue el que pagó los guantes de nitrilo más caros, a 0,21 euros con fecha 30 de abril. El más bajo, de nuevo, Zaragoza, a 0,06 euros el 23 de marzo, un precio muy asequible que se elevó hasta los 0,11 euros el 19 de junio. El gel hidroalcohólico de 5 litros que compró el consistorio de Barcelona duplica el precio madrileño (52,48 euros respecto a 23 euros) aunque Valencia superó estas cifras comprando el suministro a 57,30 euros.

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