Violencia machista

La cara invisible de la violencia machista: lovebombing, gaslighting, ley de hielo y otros modos de maltrato

Las víctimas de este tipo de violencia presentan lesiones físicas producto de la somatización

La cara invisible de la violencia de género: luz de gas, control coercitivo y otros patrones de maltrato psicológico.

La cara invisible de la violencia de género: luz de gas, control coercitivo y otros patrones de maltrato psicológico.

Carmen Tomàs

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El pasado año se estrenaba el documental en el que Rocío Carrasco narraba su experiencia de maltrato, también se estrenó en Netflix 'La asistenta', un relato sobre abuso emocional y maltrato psicológico que ponía sobre la mesa la importancia de hablar de las violencias que no necesitan golpes para herir, silenciar y anular a las mujeres. Según la escala de violencia machista de Amnistía Internacional, muchos de los patrones de violencia psicológica que aquí se detallan aparecen como agresiones invisibles: hablamos de insultar, despreciar, humillar, ignorar, desvalorizar, chantajear o culpar a la víctima del abuso recibido.

Para poner luz en un sótano tan difícil de reconocer como las violencias no explícitas, terapeutas expertas en violencia de género están ayudando a poner nombre a conductas y patrones de control y agresión psicológica que, sin información y sin guía, son difíciles de detectar. Una de esas terapeutas es Isabel Muñoz, que ejerce en Alicante como experta en psicología forense y violencia de género: en su día a día trata diversos casos, entre ellos los de mujeres que necesitan demostrar judicialmente (mediante peritaje) que han sido agredidas psicológicamente.

Puede parecer difícil, pero no lo es: la violencia psicológica deja también rastro físico. Así lo explica Muñoz:

“Recibimos los estímulos y la amígdala manda señales al hipotálamo, se segregan una serie de hormonas y al final esto acaba que el cortisol en nuestro cuerpo aumente. En una situación de estrés normal esto es positivo, pero cuando es continuo, esta generación de cortisol lo que provoca es una afectación a nivel cardiovascular (se estrechan los vasos sanguíneos, por lo que hay riesgos cardíacos), alteraciones respiratorias (mareos, cansancio, temblores…), molestias digestivas (estreñimiento, diarrea, gases…) más agotamiento (por el insomnio), contracturas y dolores musculares el tema de la caída del pelo también es por el tema de la inflamación, al igual que los cambios de peso”. La experta lo deja claro: el daño moral se puede denunciar y deja rastro, “han estado sometidas a un estrés continuo, a un tipo de violencia y se puede tomar como estrés postraumático”.

Laura Marcilla es psicóloga, especializada en sexología y violencia de género y encargada de talleres especializados en educación sexual. Actualmente ejerce en Almería y contactamos con ella telefónicamente para que nos dé su punto de vista sobre los patrones de la violencia psicológica. Marcilla subraya que, en tiempos donde muchas actitudes son calificadas de “tóxicas” la violencia se puede diluir: “Hoy en día las chicas jóvenes usan mucho el término “relación tóxica”, con lo cual se difumina mucho el concepto, porque si todo es “tóxico”, nada es violencia”.

A continuación, se ha elaborado un listado de patrones de maltrato psicológico que pretenden ayudar a identificarlo. Las citas que acompañan a este artículo son testimonios reales de mujeres víctimas de abuso emocional y maltrato psicológico que han querido colaborar contando su historia. El perfil de todas ellas tumba prejuicios: españolas, de edades comprendidas entre los 25 y los 50 años y estudios medios o superiores. Con tal de salvaguardar la intimidad de las víctimas, algunos de los nombres que aparecen son ficticios.

Cómo empieza: el llamado 'lovebombing'

demostraciones de amor, promesas, planifica viajes o futuro demostrando un gran compromiso y preocupaciónluna de miel

“Se presentó en la biblioteca con una calesa en plena Sevilla. Me pareció exagerado y no veo bien que se trate así a los animales, pero no pude negarme porque ahí estaba el cochero, la gente...”, cuenta Laura.

“Parecía muy majo, súper inteligente… era mayor que yo, tenía más experiencia en la vida y tenía la capacidad para hacerte creer que era una persona increíble” - Paloma

“Me decía todo el tiempo que quería estar conmigo, era atento y agradable. Planificábamos viajes y me hablaba de futuro. Me presentó a su madre, ¿qué iba a pensar mal?” - Marina

Luz de gas o 'gaslighting'

la víctima se cuestione su propia realidadEso son imaginaciones tuyas

“Cuando fui a sacarle el tema de la otra chica con la que se estaba viendo directamente me preguntó si estaba bien y me dijo que a veces me imaginaba cosas. Lo había visto pero empecé a no creer en mí porque, de estar yo en su lugar, no haría las promesas que él me hacía” - Marina

“Me hacía mucha luz de gas, no me explicaba sus enfados. Si le proponía soluciones no las aceptaba, le daba la vuelta a la situación” - Laura

Ley de hielo

 ignorar la existencia del otro por completoanulándola, desorientándola y generando un estado de gran

“Me hacía ley de hielo sobre todo cuando yo no estaba donde residíamos. Más tarde, por amigos, me enteré de que cuando me castigaba de esta forma no se lo estaba pasando tan mal, sino que estaba de fiesta, con otras…” - Laura

“Me dijo que se iba a ir con una amiga durante todo agosto a Inglaterra. A mí me pareció genial, salvo porque pasó a no hablarme, cuando lo hacía era borde... y desapareció” […] “dejé de disfrutar de las situaciones sociales porque estaba continuamente mirando el móvil por si me había respondido. Cuando me respondía sentía euforia y a la vez miedo por que lo volviese a hacer” - Paloma

Control coercitivo

amenazas o agresiones verbales humillación o la intimidación sutil 

“Al final acabas evitando comentarios o situaciones para que no se enfade, dejando de lado a amigos o aficiones” – Marina

“Se enfadó conmigo porque me puse unos leggins para ir a estudiar a la biblioteca… me dijo que yo ya sabía lo cachondo que le ponían, que seguro que me los había puesto para ligar” - Laura

Violencia verbal, amenazas, insultos y golpes

debilitan la autoestima

El coche es otro lugar donde se pueden dar situaciones de violencia machista donde amenazar a las mujeres, así lo cuenta Diana: “Se enfadó conmigo y empezó a conducir a toda velocidad en un parking, maniobrando a lo loco” - Diana

“Un día me decía que era frígida por no querer hacerlo, si otro me apetecía, me llamaba guarra” - Laura

“Yo tenía la culpa de haberle enfadado, de que le diera una patada a la mesita del salón y me golpeara la pierna. Si no hago las cosas como él quiere, se enfada. Tiene la facilidad de delegar en mí todas sus gestiones y si no las hago como él quiere, cualquier cosa, se enfada. […] Siempre amenaza con irse: estando embarazada hizo la maleta y después de hacer el teatro, se sentó en la cama y me dijo que se iría cuando naciera el niño” - Diana

Violencia reactiva

puede ser ella la que reaccione con una conducta agresivaaprovecha para hacer sentir culpable

“Cuando desapareció le envié un mensaje llamándole cab***azo, me sentí muy culpable después por haberme portado mal, por si lo estaba pasando mal: yo aún no tenía mis cosas. Ya antes me había hecho mucha luz de gas”. -Marina

Amenazas, 'ghosting' y otras banderas rojas

Que una relación acabe no siempre significa que se ponga fin, de raíz, a la situación de maltrato. Un duelo debe doler, pero si hiere, quizá se esté viviendo una grave situación de desigualdad. Tal y como señala Marcilla: “el patrón común es que hablan mal de todas sus ex”. Casualmente, los agresores siempre son víctimas de mujeres demasiado demandantes o exigentes al final de la relación y la frase mi ex estaba loca” la han escuchado la mayoría de las mujeres que nos han prestado testimonio. La agresión moral a la expareja se mantendrá en el tiempo y se prolongará hasta la pareja actual.

Otro patrón doloroso que se repite muy recurrentemente es la de no devolver destruir las pertenencias de la expareja. Siendo el proceso de ruptura un momento clave para poder emprender un duelo sano, muchas mujeres se han visto en la situación de perder pertenencias, tener que recuperarlas difícil y dolorosamente tras episodios de ghosting, castigo silencioso o, directamente, no poder recuperarlas jamás. El agresor se irá de la forma más dolorosa, ignorando en absoluto a la víctima, amenazándola o destruyendo sus objetos personales:

“Tuvo que llamarlo mi padre porque a mí no me cogía el teléfono y no sabía su número [el de su padre], le colgó y después me envió una fotografía de mis libros y mis apuntes en el contenedor y me dijo ‘aquí están todas tus mierdas, tienes este rato para pasarte antes de que pase el camión de la basura’”, cuenta Laura. “Al poco le bloqueé por WhatsApp, una de las pocas cosas que me dijo fue que tuviera cuidado cuando fuera sola por la calle, que a las chicas que van solas les pasan cosas malas. Hice una copia de todas las conversaciones […] Supongo que para la chica que vino después yo era la ex loca. Estoy segura de que cuando empezó la relación conmigo tenía pareja. Al nada de romper estaba subiendo fotos con esta chica nueva del trabajo… supongo que le contó la misma historia que me había contado a mí”.

“Me daba miedo salir a la calle por si me lo encontraba y no sabía reaccionar, me había bloqueado de todas partes. No podía pasar por algunos sitios porque me ponía a temblar” - Marina

Las redes sociales y la posibilidad de contacto inmediato entre las personas han acuñado el término “ghosting”. Tal y como explica la psicóloga forense Isabel Muñoz, el ghosting (desaparecer, bloquear de todas las redes y evitar cualquier tipo de conversación posterior a la relación) es también muy traumático: “Una ruptura es un duelo: si no tienes un por qué, una razón o explicación a que se vaya ella no puede llevar a cabo el duelo. Con un bloqueo ocurre lo mismo que cuando desaparece un familiar o una persona: al final lo quieren encontrar, aunque sea muerto para poder desarrollar el duelo adecuadamente. En una ruptura así de radical, que no te permita la comunicación, el expresar, eso es fatal porque no puedes avanzar en el duelo. Cuando te limitan la expresión de tus sentimientos… ahí es cuando no avanzas”.

Las marcas que sí se ven

se crean círculos viciosos

“Sufrí un ataque de pánico, se me agarrotaron los músculos y solo recuerdo que me senté y me encontró una amiga llorando, que llamó a la ambulancia. Una de las enfermeras me dio el teléfono del 016” […] “Por aquella época me salió un sarpullido en el brazo, tenía que ponerme vendas porque los granitos tenían hasta pus y me ocupaba medio antebrazo… no quería que se viera”, Laura

“Engordé unos 20 kilos... he conseguido adelgazar 10. Contracturas hasta en los brazos y muñecas, el pelo se me cae”, Diana

“No recuerdo secuelas físicas muy visibles, pero sí alteraciones del sueño, insomnio”, Paloma

Volver a querer(se)

“nuestro cerebro es plástico y moldeable”,refuerzo intermitente

“La autoestima cae matemáticamente por los suelos […] me sentía débil y dependiente por haber aguantado nueve meses en esa relación. A veces el propio entorno refuerza el mensaje”, Laura

“Me ha dejado traumas en el ámbito afectivo y sexual”, Paloma

Hay que destacar el estado de indefensión aprendida en el que viven las víctimas, que han intentado, por activa y por pasiva, razonar con el agresor y tratar de encontrar soluciones a los conflictos: el agotamiento psicológico y la carga mental llevan a estas mujeres a sentir que no hay salida. Las víctimas de maltrato psicológico no son débiles, sino personas que están gestionando una carga muy pesada y difícil de soportar durante un largo periodo: han sido más fuertes de lo que cualquiera podría ser durante demasiado tiempo.

Para reconstruirse, tal y como explica Marcilla, las redes de apoyo, el entorno y el reconocimiento social a las víctimas son imprescindibles: “Los amigos son esenciales, tener una red de apoyo, proyectos de trabajo y de vida que te permitan avanzar”.

Pide ayuda

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 54 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010Todos los recursos contra la violencia de género.