La primera respuesta a las palabras de Aragonès

El Gobierno busca "restaurar la confianza" con el Govern aunque no precisa cómo

En el equipo de Sánchez remarcan que el Ejecutivo ha dado "señales inequívocas de diálogo con Catalunya" y ha perseguido desjudicializar el conflicto

La portavoz recalca que no hay "nada que ocultar" y que las conversaciones no se intervienen sin amparo judicial. Pero no aclara si el CNI dispuso de Pegasus

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este 19 de abril de 2022, en la Moncloa.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este 19 de abril de 2022, en la Moncloa. / DAVID CASTRO

Juanma Romero

Juanma Romero

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"Nuestro objetivo es restaurar la confianza" con la Generalitat. Es la primera respuesta que sale por boca del Gobierno de Pedro Sánchez después de que el 'president', Pere Aragonès, declarara este martes congeladas las relaciones con el Ejecutivo tras conocerse que más de 60 líderes y activistas independentistas, él mismo incluido, habían sido espiados, a través del programa de fabricación israelí Pegasus, que infectó sus móviles. Es decir, Sánchez busca expresamente templar los ánimos, no tensar la relación con Barcelona y especialmente con ERC, socio clave de legislatura.

Fuentes de la Moncloa subrayaron a este diario que el Gobierno ha dado "señales inequívocas de diálogo con Catalunya", que este es un Ejecutivo "que ha trabajado desde el principio para la desjudicialización del conflicto", para devolver el conflicto con Catalunya al terreno político. Así que el objetivo es el citado, "restaurar la confianza" con el Govern, pero no avanza cuál será el siguiente paso que va a dar Sánchez para lograr esa meta.

Aragonès no ha sacrificado el canal de la mesa de diálogo, que pide romper Junts, pero el foro entre gobiernos no se reúne desde septiembre del año pasado y, desde comienzos de año, cuando el 'president' reclamó con más fuerza su convocatoria, se han sucedido los obstáculos: las elecciones en Castilla y León del 13 de febrero primero, la guerra en Ucrania después. Y ahora las elecciones andaluzas asoman a la vista, con seguridad para la segunda quincena de junio.

Pero Pegasus ha enturbiado las relaciones entre el Gobierno y el Govern. Gravemente. Aragonès advirtió a Sánchez de que habrá "consecuencias políticas" en la mesa de diálogo si el Ejecutivo "no asume responsabilidades" y no investiga el presunto espionaje a más de 60 dirigentes independentistas, destapado por una investigación del grupo de expertos Citizen Lab y difundida por 'The New Yorker'.

"No agudizar, no enconar"

"Hasta que no se produzca una asunción de responsabilidades, no podemos normalizar la relación con el Estado. Es imprescindible llevar a cabo una investigación interna auditada e independiente para aclarar quién ha espiado, por orden de quién y conocimiento de quién", dijo el 'president' tras encabezar una reunión extraordinaria del Govern, comparecencia en la que urgió al presidente a "reparar la confianza dañada" para que la mesa de diálogo no quede congelada. Esa invocación de la "confianza" es la que también se escucha en la Moncloa, sin que hasta el momento precisen cómo se intentará recuperarla.

Fuentes gubernamentales señalan que "no se va a romper en lo institucional nada con la Generalitat". El Ejecutivo quiere templar los ánimos

"En todo el tiempo que lleva Sánchez en el Gobierno, hemos procurado no agudizar, no enconar el conflicto, y ahora tampoco lo vamos a hacer. Aquí no se va a romper en lo institucional nada con la Generalitat", sostienen también fuentes gubernamentales.

El problema para el Ejecutivo es que no tiene fácil dar las explicaciones que le requiere Aragonès. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, aseguró este martes, tras la reunión del Consejo de Ministros, que la coalición "no tiene nada que ocultar, absolutamente nada" y que España es un país democrático que respeta los derechos y las libertades.

"Aquí no se espía, no se intervienen conversaciones si no es al amparo de la ley", a través de una "decisión judicial motivada", subrayó. Pero a la pregunta de si el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) pudo utilizar Pegasus, la portavoz aseguró que hay asuntos que conciernen a la seguridad nacional y que "están protegidos por ley y son materias clasificadas, asuntos secretos", sobre los cuales no puede "dar cuenta". De hecho, la ministra de Defensa, Margarita Robles, comparecerá a petición propia en la comisión del ramo del Congreso, pero no en la comisión de gastos reservados, porque no se constituyó en esta legislatura dados los vetos cruzados de los partidos.

En la Moncloa no avanzan cuál será la siguiente estación para recuperar la "confianza": "Paso a paso"

Aragonès denunció una "auténtica operación de Estado contra representantes de instituciones democráticas", y comparó España con Hungría y Polonia, señalados por Bruselas por su vulneración del Estado de derecho. Y por ello pidió "esclarecer todas las dudas". La posición del independentismo no dista de la de Unidas Podemos, que exige a los ministros de Interior y Defensa, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles, que investiguen en sus departamentos y "rueden cabezas".

¿Se reunirá la mesa de diálogo próximamente, para restablecer la confianza perdida? "Paso a paso y poco a poco. Calma y encaje, es el mensaje que queremos trasladar este martes", indicaban desde la Moncloa. La voluntad es obvia: no incendiar más las relaciones entre el Gobierno y el Govern, relaciones que, recordaban en el equipo de Sánchez, "nunca fueron fáciles".

Desde la Moncloa, antes de la comparecencia de Aragonès, se explicaba que los equipos de ambos presidentes habían conversado, dentro de los "contactos habituales" que ambos mantienen. No parecía intuirse la gravedad de la tormenta posterior.

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