Elda Mata (SCC): "La ideología independentista se basa en una dictadura identitaria"

Elda Mata (Barcelona, 1953) coge las riendas de Societat Civil Catalana (SCC) tras pilotar la entidad constitucionalista en las comarcas gerundenses durante tres años. La empresaria afincada en Girona, especializada en la dirección de compañías turísticas y agropecuarias, considera que "Catalunya sigue siendo una autonomía en la que el Estado de derecho no se respeta". En esta entrevista con EL PERIÓDICO, pide un encuentro a Òmnium Cultural, carga contra la mesa de diálogo entre gobiernos y evitar tachar a Vox de extrema derecha.

Se ha convertido en la primera mujer en presidir SCC después de cinco presidentes hombres desde 2014. ¿Es un avance hacia la igualdad?

Es un avance, aunque más que hombre o mujer, lo que miramos es que sea la persona idónea. De todas formas, es bueno que sea una mujer, aporta un punto de vista que enriquece.

Usted no tiene carnet de partido. ¿Se considera una persona de izquierdas o de derechas?

Lo que yo vote es irrelevante. Represento a una entidad 100% civil. Mi voto es Societat Civil Catalana.

SCC ha tenido posiciones distintas según quién ostentaba la presidencia del Gobierno. ¿Usted cree que el PSOE defiende a los constitucionalistas en Catalunya?

No voy a cuestionar lo que hace el Gobierno. Nosotros tenemos que denunciar las situaciones en que se conculquen derechos civiles gobierne quien gobierne.

¿Cree que el pacto entre PSC, ERC, Junts y ‘comuns’ para retocar la ley de política lingüística cumple con lo que dicta la sentencia del TSJC sobre el 25% de castellano?

Es un pacto legítimo entre varios partidos, pero la sentencia es muy clara y hay que cumplirla, aunque el Govern se ha posicionado en contra de hacerlo.

Los bloques cimentados por el ‘procés’ se han diluido en Catalunya con ejemplos como el pacto para la renovación de cargos caducados o la reforma lingüística. ¿Lo celebra? 

No tengo muy claro que se hayan diluido. No he visto ninguna señal de cambio, sigo viendo la intención de no cumplir la ley. Antes se quemaban contenedores y ahora no, y el 'president' Pere Aragonès no considera que soy una bestia con forma humana, pero esto no es suficiente. Catalunya sigue siendo una autonomía en la que el Estado de derecho no se respeta, grandes empresas siguen apostando por estar fuera por el resultado de una mala gestión y existe la muerte civil de los constitucionalistas porque pensar de forma diferente a la que institucionalmente se ha instaurado se considera perverso y tiene consecuencias.

¿No cree que los indultos y la mesa de diálogo hayan apaciguado el conflicto?

Síndrome de Estocolmo: si no quemamos las calles, parece que todo está bien. Y no. Es una estrategia para hacer ver que aquí no pasa nada, suturar una herida cuando la infección sigue debajo. No ha cambiado absolutamente nada. Los indultos son legítimos pero, ¿se han dado a cambio de qué? No han mejorado las condiciones ni los derechos de los catalanes. 

Sí se ha pasado de una suspensión de la autonomía a una normalización del diálogo entre instituciones.

Hay muchos cauces institucionales para poder dialogar y los 'presidents' han dicho que eso no era cosa suya. Se han beneficiado del FLA, pero no quieren ir a según qué reuniones. Habiendo otras mesas con luz y taquígrafos, ¿por qué hay que sentarse en otra? Además, ahí ni siquiera estamos representados todos los catalanes. No es una mesa en beneficio de Catalunya y de España, es un foro particular entre dos partidos.

Entonces, ¿cómo se soluciona el conflicto catalán?

Con respeto a la ley, al marco jurídico que nos dimos al votar la Constitución del 78, dejando de pensar que el que no piensa como yo es el enemigo y con neutralidad en las instituciones y en las universidades. El nacionalismo es perverso porque medra poniendo como objetivo al enemigo: todo el que no esté conmigo, hay que aniquilarlo. Esto es una barbaridad. Al igual que el derecho a educarse en la lengua materna, que existe para el catalán de primera -el que ve TV-3, el que habla en catalán-, pero no para el que tiene el castellano como lengua materna. Hemos pedido a Òmnium Cultural que nos sentemos y hablemos del bienestar de los catalanes para que tengan las mejores condiciones de vida posibles y que nos enriquezcamos. Esperamos que Òmnium Cultural esté a favor del respeto y del diálogo. 

¿Pedirá también una reunión al ‘president’ Aragonès y a la presidenta del Parlament, Laura Borràs?

Sí. Con Borràs ya nos reunimos hace unos meses, Aragonès no quiso recibirnos. Tenemos que aportar nuestra visión para que se gobierne y se gestione mejor. 

¿Qué relación tendrá SCC con Vox? 

Tendremos interlocución con todos los partidos que desean tenerla con nosotros siendo una entidad 100% civil. No estamos supeditados a ningún partido, ni tenemos subvenciones ni pedimos dinero.  

¿Vox es un partido de extrema derecha?

No tengo que entrar en eso, no soy politóloga. Y si me lo pregunta sobre cualquier otro partido, tampoco le puedo decir.

¿SCC debe volver a las calles?

Volver a las calles como objetivo no tiene ningún sentido. Cuando se sale a la calle es una herramienta y no es el momento ideal para salir a la calle 'per se'. Hay muchas cosas que están mal, pero hay otras formas como ir a Europa. Le explicamos al comisario Didier Reynders que la situación en Catalunya no permite que tengamos los mismos derechos que el resto de España. Se ha acosado a jueces y eso en Europa les parece alucinante. Todos los españoles que vinieron de otros puntos de España venían porque Catalunya era pujante, respetada y admirada, se tenía esa idea cosmopolita y esto se ha empequeñecido y se ha metido en un saquito tribal nacionalista. Esto es lo que ha logrado un 'procés' que está destruyendo Catalunya. Su ideología [la del independentismo] es seguir dominando a través de las instituciones públicas y privadas, los colegios profesionales o las universidades... dominio, dominio, dominio. Y con dominio te vas abajo, son dictaduras identitarias. Nunca han traído el progreso. SCC quiere los derechos de ciudadanos en libertad, para el progreso.

¿Cree que en Catalunya hay una dictadura identitaria?

No me cabe duda de que la ideología del nacionalismo es identitaria. Esta es su seña de identidad: catalanes de primera y de segunda. Si tu lengua materna es el castellano, no eres un buen catalán. Cuando viene el jefe del Estado español que es Don Felipe Rey de España, el señor Aragonès tiene que ir a recibirle porque uno no escoge lo que hace cuando es elegido constitucionalmente, eres el representante de todos los catalanes y el jefe del Estado está por encima de ti y tiene que ir a saludar. ¿Aragonès no es mejor que Torra? Sí, no me ha llamado bestia con forma humana, gracias, señor Aragonès, que estás viviendo también de mis impuestos y estas arruinando a una parte importante de Catalunya. ¿Dónde están los Erasmus? Está muy bien la cultura catalana, ellos pensaban que venían a España y se han encontrado con todas las cortapisas. Nosotros nos cerramos las puertas y eso es lo que echo en cara al Govern. Puedes tener un partido con tu ideología, pero no me revientes Catalunya. 

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