Crisis en el Ayuntamiento de Madrid

El 'pelotazo' de las mascarillas se caldea con movimientos de dinero y unos Whatsapp que salpican a Almeida

"Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida", dice uno de los mensajes que acreditan el contacto con el político del PP en plenas negociaciones

El ajetreo de dinero de una cuenta a otra del aristócrata levantaron las sospechas de la Comisión de Prevención de Blanqueo de capitales

Almeida

Almeida / Víctor Lerena/Efe

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El hijo del duque de Feria, Luis Medina, no perdió mucho tiempo en disimular sus sospechosos movimientos con sus cuentas bancarias. Comenzó a sacar de España el dinero que había obtenido como comisión por las mascarillas para el Ayuntamiento de Madrid tan solo dos días después de recibir el pago en dólares por un total 912.800,97 euros de la empresa malaya con la que él y su socio, Alberto Luceño, realizaron la operación que se investiga como presunta estafa millonaria al consistorio.

Así se deduce de un informe emitido por la Agencia Tributaria en febrero de 2021 que obra en el sumario de la causa que instruye el juez Adolfo Carretero y al que ha tenido acceso 'El Periódico de España', en el que aparecen estos cobros como las únicas operaciones de divisas realizadas ese año por el aristócrata en sus cuentas bancarias. Dichos cobros aparecen fechados el 31 de marzo de 2020 por importe de 684.627,62 euros y de 228.173,35 euros con el concepto 'MASK' y fueron recibidos en una de las cuentas de Deutsche Bank que tenía Medina en España. 

Así vacío Medina sus cuentas

El dinero llegó desde el Malayan Banking Berhad (MayBlank) y a las 48 horas, el 1 de abril, Hacienda fija la primera de las tres transferencias por algo más de 93.7000 euros que tenía en su poder el empresario hacia otra cuenta suya en el mismo banco, pero en Países Bajos. A este primer envío le siguieron otros dos pagos más en junio y agosto de dicho año por importe similar: 93.700 euros hacia la cuenta en Holanda del Deutsche bank el 22 de junio de 2020 y una tercera por 93.682,50 euros el 4 de agosto de ese año.

Esos movimientos fueron los que levantaron las sospechas que han colocado a Medina y su socio entre la espada y la pared. Y al alcalde de Madrid en un buen brete político porque un abogado primo de Almeida fue el contacto para el 'pelotazo', según Anticorrupción. El mandatario madrileño, sin embargo, negó tener conocimiento de la mayor.

De hecho, la denuncia que propició la presentación de la querella por la que se investiga este asunto llegó desde la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac), dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos, tras la alerta realizada por este banco después de que se ingresaran las suculentas comisiones procedentes de Malasia. La investigación por el fiscal Luis Rodríguez Sol comenzó a desarrollarse en noviembre de 2020. 

Otro delito por alzamiento de bienes

Así las cosas, Medina se expone a ser investigado por un delito de alzamiento de bienes en el caso de que se demuestre que ha vaciado sus cuentas y hecho desaparecer el botín del 'pelotazo' por el que cobró un millón de dólares en comisiones a cuenta de contratos de material covid con el Ayuntamiento de Madrid. Por el momento está imputado por estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales.

El artículo 257 del Código Penal condena con penas de entre uno y cuatro años de cárcel el acto de disposición patrimonial "que dilate, dificulte o impida" la eficacia de un embargo o de un procedimiento ejecutivo, de apremio o judicial". En esta conducta podrían incardinarse, según las mismas fuentes, la sorpresiva situación que ha encontrado el juez Carretero al requerir las cuentas al banco de Medina y por la que seguro le preguntará en el interrogatorio fijado para el próximo 25 de abril.

Menos de 250 euros en el banco

En la cuenta del Deutsche Bank en la que se ingresó la comisión se han encontrado únicamente 247,26 euros, y tampoco hay rastro de los dos bonos por importe total de 400.000 euros que habría adquirido con la comisión lograda en la operación.

Ante la posibilidad de embargarle de forma preventiva -para asegurar la responsabilidad civil a la que tendría que responder de ser condenado- el magistrado da cinco días a las partes para que insten "la adopción de nuevas medidas cautelares de carácter económico para el aseguramiento de responsabilidades civiles".

El magistrado ya ha admitido la personación como acusaciones particulares, es decir, como perjudicados directos de los presuntos delitos, tanto del Ayuntamiento de Madrid como de dos partidos en la oposición municipal, Podemos y PSOE. Está a la espera de que Más Madrid cumplimente algunos trámites para dejarle también ser parte en el procedimiento.

Medina obtuvo como comisión en la obtención de estos contratos (mediante una carta que le acreditaba como agente exclusivo de la compañía fabricante para el suministro y obtención de productos sanitarios) un total de 1.000.000 de dólares procedentes de Malasia y los transfirió a una cuenta personal, que ya ha sido vaciada según ha comprobado el instructor del caso. Con este dinero, según detalla la querella, adquirió un yate modelo Eagle 44, llamado 'Feria', que registró a nombre de una sociedad gibraltareña cuya titularidad comparte con su hermano; además de bonos bancarios.

Almeida habló con Medina

El sumario también recoge un mensaje entre el investigado Alberto Luceño y la responsable de compras del Ayuntamiento de Madrid, Elena Collado, en el que este le comenta que Luis Medina había mantenido una conversación telefónica con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, durante la negociación para la compra-venta de las mascarillas.

"Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida", le dice el empresario a la responsable municipal. El comentario tiene lugar el 26 de marzo de 2020 después de que este alto cargo del consistorio le emplazara a comprobar si estaba todo correcto en los contratos relativos a la compra de las mascarillas.

Esta conversación se habría dado mientras Luceño negociaba con Elena Collado la compra-venta de las mascarillas. En los mensajes, Elena Collado agradece en varias ocasiones las gestiones del socio de Medina y le llega a decir: "En tus sabias manos estamos".

El alcalde de la capital ha reconocido la llamada, pero asegura que solo fue para agradecerle la donación de 183.000 mascarillas dentro del conjunto de tapabocas que incluía el contrato. Sin embargo, la llamada se produjo cuatro días antes de que los comisionistas cobrasen su parte y más de 22 días antes de la llegada del material, informa Roberto Bécares.

Mascarillas para la mujer de Luceño

Los mensajes incluyen también una conversación de abril de 2020 en el que la responsable de compras del consistorio y Luceño acuerdan que un total de 50.000 mascarillas fueran destinadas al Hospital Puerta de Hierro en el que trabaja su mujer, informa Europa Press.

Por el momento, el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha destacado la gravedad de los delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales imputados a Medina y su socio en la trama, Alberto Luceño, y subraya que tales conductas pudieron cometerse, "en el momento más álgido de la pandemia de covid, con miles de fallecimientos diarios".

12 millones de euros en comisiones

La descripción de la estafa en el Código Penal es algo que parece encajar perfectamente en lo ocurrido en el ayuntamiento de Madrid, donde según la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción, Luceño se presentó como experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición, y como agente exclusivo de la empresa malaya, lo que no era cierto.

Los casi 12 millones euros que costaron a las arcas municipales las mascarillas, guantes y test para detectar el covid los fijó Luceño como precio de los productos y se los impuso al ayuntamiento, amparándose en su "falsa" posición de fabricante y agente exclusivo.

"Al hacerlo, ocultó que un elevado porcentaje del precio ofertado (aproximadamente el 60% en el caso de las mascarillas, el 81% en el caso de los guantes y casi el 71% en el de los test) correspondía a comisiones que los querellados iban a percibir".

Material defectuoso y con sobreprecio

Además del sobreprecio, el material que llegó no era el adecuado en algunos casos. Los guantes que se recibieron en Madrid el 8 de abril de 2020 eran de ínfima calidad y solo llegaban hasta la muñeca, cuando se habían encargado hasta el codo. Además, el propio ayuntamiento pudo comprobar que un par de guantes de la misma calidad y características que los recibidos, por los que el consistorio de Madrid había pagado 2 dólares por unidad, se ofrecían al público por 0,08 euros. 

En cuanto a las mascarillas, el precio real de venta era de 2.689.300 dólares, una suma que los comisionistas inflaron artificialmente para llevarse un beneficio de 4 millones de dólares, es decir, el 148% del precio real del producto. De los 250.000 test recibidos, 75.000 tenían un nivel de sensibilidad tan bajo que los hacían inservibles. Por lo que se refiere a la falsedad documental, presuntamente se cometió tanto ante el ayuntamiento como en las entidades bancarias que pidieron explicaciones a los empresarios tras recibir las cuantiosas comisiones cercanas a los 6 millones de euros por transferencia desde Malasia. 

Sobre el blanqueo de capitales, su investigación es la que justifica que la querella de Anticorrupción se refiera a los bienes concretos que pudieron ser adquiridos con el dinero ilícitamente obtenido en el 'pelotazo'. También por la posible comisión de dicho delito, el juez Carretero ha ordenado embargar preventivamente dichos bienes.