Comunidad Valenciana

El desgaste de Oltra dispara la preocupación en el Botànic y da alas a la derecha

La vía de una posible imputación abre un camino inexplorado para la izquierda a un año de elecciones

Mónica Oltra.

Mónica Oltra. / EFE

Carlos Alós

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A un paso de la imputación, el futuro político de la vicepresidenta, Mónica Oltra

, uno de los pilares sobre los que se sostiene el gobierno de izquierdas en la Comunidad Valenciana

, se complica a menos de 14 meses de elecciones.

El horizonte de que la vicepresidenta acabe investigada por el Tribunal Superior de Justicia es cada vez más real, como ella misma asume. El desgaste político causa verdadera preocupación en todos los círculos de poder autonómico y las preguntas empiezan a circular. ¿Puede aguantar el Botànic el año electoral con la vicepresidenta imputada? ¿Debería Compromís pensar en un candidato alternativo para 2023?

Pero no hay respuestas. Con mayor o menor intensidad lo que impera a día de hoy en el Botànic es el cierre de filas. Y pocos quieren especular. En 

Compromís se insiste en que no hay un caso de corrupción como ocurría en los tiempos del PP y que muchas imputaciones anteriores han quedado en nada por lo que la de Oltra puede ser una de ellas. El futuro cartel de la coalición pasa por lo que decida Oltra. Nadie le va a mover la silla. Y ella está convencida de que no hay ninguna causa por la que tenga que apartarse, por lo que el horizonte de que pueda ser candidata con una imputación a sus espaldas empieza a contemplarse como posible. Pero es un camino inexplorado para la izquierda valenciana y es imposible calcular las consecuencias electorales que acarrearía.

El precedente sería el de Francisco Camps, que logró mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de 2011 imputado en la denominada 'causa de los trajes', aunque mes y medio después su partido, el PP, forzó su salida.

Pero repetir esos pasos cuando el discurso de la izquierda ha sido precisamente el contrario, el de la asunción de las responsabilidades políticas, tiene muchas complicaciones y puede resultar difícil de digerir para su electorado. Pero es evidente que la investigación judicial a la conselleria de Oltra por posible encubrimiento en el caso de la menor abusada por su exmarido ha dado un salto sustancial esta semana.

¿Y qué piensan los socios de Oltra en el Botànic? 

Puig

y los socialistas llaman a esperar a que el juez decida y en Unides Podem, de momento, lo que impera es el silencio de sus dirigentes.

En Compromís, la preocupación también se ha disparado, pero la consigna es resistir y nadie moverá ficha. La vicepresidenta si algo ha demostrado es fortaleza y capacidad de resistencia y no se ha escondido. Dirigentes del Botànic admiten que muchos en su situación hubieran arrojado la toalla. Tampoco los socios ni el entorno del presidente tienen previsto ningún movimiento. En público se asegura que la estabilidad del Consell está garantizada. Pero en privado la preocupación se ha disparado.

Y el cierre de filas con Oltra ya no muestra una imagen tan rocosa como en otras ocasiones cuando, por ejemplo, la oposición exigía su destitución en las Corts. Eso era la batalla política y ahí la cohesión se da por descontada. Sin embargo, ahora es un juez el que ve indicios fundados de que Igualdad no tuvo voluntad real de esclarecer los abusos. Hay un salto cualitativo y la conselleria ya acumula 13 cargos investigados.

Mientras, el caso Oltra da alas a la oposición que ha conseguido lo que buscaba, el camino de la imputación. La única salida de la vicepresidenta es la dimisión, dice la derecha. "Todos saben que esto acabará mal", resume la síndica del PP, María José Catalá.

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