Diez horas de debate, con Alemania y Holanda como principales opositores

Sánchez logra permiso para bajar el precio de la energía tras un duro pulso

Consigue un "trato especial" para España y Portugal por la débil interconexión con Europa, de apenas un 2,8%, y tendrá su marco jurídico "en menos de un mes"

El canciller Olaf Scholz elogia la negociación "muy exitosa" del mandatario socialista de la mano de su homólogo luso

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, este 25 de marzo de 2022 durante la reunión del Consejo Europeo, en Bruselas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, este 25 de marzo de 2022 durante la reunión del Consejo Europeo, en Bruselas. / EFE / EPA / OLIVIER HOSLET

Silvia Martinez
Juanma Romero
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los indicios apuntaban más bien a lo contrario, a que Pedro Sánchez no lograría los objetivos que se marcó, más modestos que los iniciales, a su llegada a un Consejo Europeo en Bruselas que se vislumbraba decisivo. Pero al final, tras forzar un parón “técnico” en las discusiones y tras diez duras horas de debate, en las que tuvo que vencer las resistencias sobre todo Alemania y Holanda, el presidente del Gobierno sí sacó adelante su propuesta de ‘excepción ibérica’. La que había preparado con su homólogo luso, el socialista António Costa, y la que ambos defendieron ante los demás socios comunitarios: el permiso para que los dos ejecutivos puedan aplicar medidas singulares para bajar los precios de la electricidad, atendiendo a su condición de “isla energética”, débilmente conectada con el resto del continente.

Ahora falta bajar al detalle, pero los dos países presentarán la próxima semana cuál es su plan conjunto, por el que fijarán un precio máximo para el gas y el instrumento de compensación a las gasísticas, que no pasará por ayudas de Estado a las empresas productoras, según confirmó el propio Sánchez a los periodistas una vez concluida la cumbre, pasadas las ocho de la tarde de este viernes 25 de marzo.

La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó ese “trato especial” que se dispensará a España y Portugal. El texto de conclusiones del Consejo [aquí en PDF] indica que en este contexto de precios desbocados de la electricidad, el Ejecutivo comunitario evaluará la “compatibilidad de las medidas temporales de emergencia en el mercado eléctrico” notificadas por Madrid y Lisboa para “mitigar el impacto de los precios de los combustibles fósiles en la producción eléctrica”.

La Comisión se asegurará que las medidas del plan conjunto rebajan la luz para empresas y consumidores y no afectan al mercado mayorista

Eso sí, la Comisión, para garantizar esa “compatibilidad”, se asegurará, a través de “un procedimiento de urgencia”—celeridad que reclamaban los dos primeros ministros—, que se cumplen las siguientes condiciones: que las medidas del plan conjunto rebajan el precio de la luz para empresas y consumidores y que no afectarán a las condiciones comerciales hasta el punto de que vayan contra el interés común. Para realizar esa valoración, concluye el texto, “se tendrá en cuenta el carácter temporal de las medidas y el nivel de interconexión eléctrica con el mercado único de la electricidad”. La palabra clave, la que abre la puerta de manera nítida a Madrid y Lisboa, es esa, “interconexión”, porque Sánchez y Costa insistieron ante los Veintisiete en que la conectividad de España con el norte de Europa es del 2,8%, cuando el objetivo para 2020 era del 10% y del 15% en 2030.

No se subvencionará el gas

Objetivo cumplido”, se felicitó Sánchez, quien recordó que los dos países habían liderado el debate energético en los últimos meses, desde el verano pasado, cuando se hallaban prácticamente solos y no se veía la urgencia de actuar para frenar la carrera al alza del gas, la tecnología que distorsionaba la formación de precios de la luz, al ser la última en entrar en el sistema y obligar a una retribución más alta a todas las fuentes de suministro, incluso las más baratas, como las renovables, que ya tienen mucho peso en el ‘mix’ energético de España (en torno al 45%) y Portugal (60%). El peso de las centrales de ciclo combinado, las que queman gas, es bastante limitado: el 17,1% en 2021.

Sánchez tuvo que rebajar sus pretensiones iniciales, que basculaban en torno a un desacople del gas respecto a la luz, pero aun así cree que el acuerdo "cubre expectativas"

Sánchez subrayó, durante su comparecencia conjunta con Costa, al término del Consejo. En ella, subrayó que las medidas que se adopten no supondrán “subvencionar al gas” ni “distorsionarán” los incentivos a las renovables, ni afectarán a los flujos de electricidad entre países. En definitiva, que el plan de España y Portugal “no distorsiona” el mercado mayorista europeo, como exigían Alemania y Holanda, ni supone “riesgo alguno” para la seguridad del suministro. Y significará “una caída de los precios”, dijo, aunque no anticipó cuánto. Ni tampoco reveló cuál será el precio que se fijará para el gas, aunque dio a entender que se concertará con Bruselas. Ni anticipó cuál será el contenido del paquete anticrisis que el Consejo de Ministros aprobará el 29 de marzo.

La propuesta que llevaron al Consejo Madrid y Lisboa, sin embargo, distaba bastante de la inicial. Sánchez y Costa expusieron hace una semana en Roma, con Mario Draghi (Italia) y Kyriakos Mitsotakis (Grecia) su planteamiento de desacoplar en toda la UE el gas de la factura eléctrica. Pero la gira intensa del presidente en los últimos días le convenció de que debía redactar un plan menos ambicioso, y lo hizo. Para Sánchez, lo acordado este viernes, sin embargo, “cubre expectativas”. Hay que seguir “empeñándose” en una solución “europea”, pero lo urgente era permitir medidas que tuvieran efectos inmediatos, y ese hito sale de esta cumbre.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), y el primer ministro de Portugal, António Costa (i), durante su rueda de prensa conjunta tras la reunión del Consejo Europeo, este 25 de marzo de 2022 en Bruselas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), y el primer ministro de Portugal, António Costa (i), durante su rueda de prensa conjunta tras la reunión del Consejo Europeo, este 25 de marzo de 2022 en Bruselas. / EFE / HORST WAGNER

El presidente reivindicó la “contribución ibérica” al debate de la energía, cómo planteamientos que pusieron sobre la mesa en verano pasado han ido ganando terreno hasta cristalizar este viernes. El propio germano, el socialdemócrata Olaf Scholz, reconoció tras la reunión de líderes que Sánchez ha “representado de forma muy exitosa los intereses” de España, junto a Portugal. El canciller alemán dijo que "era importante" para el resto de líderes "tener en cuenta la particularidad de que las redes" de ambos países es "independiente" respecto al resto de Europa, teniendo en cuenta que la conexión eléctrica de España con el resto de la UE es inferior al 3%.

Complicidad de Von der Leyen

El debate del Consejo Europeo fue extremadamente difícil, debido a la división de posturas sobre cómo contener los disparados precios de la electricidad con la que partían las distintas delegaciones, y los líderes europeos necesitaron de casi diez horas de negociación para cerrar unas conclusiones aceptables para todos. El acuerdo no solo concede a España permiso para bajar los precios de la energía, también incluye varias de las propuestas lanzadas esta semana por la Comisión Europea para reducir la dependencia del gas ruso y que habían sido propuestas por Sánchez hace meses. En primer lugar, la creación de una plataforma de compras conjuntas de gas, gas natural licuado e hidrógeno, de carácter voluntario, para aprovechar el peso político colectivo de la UE, en la línea con el modelo puesto en marcha para la compra de vacunas contra el covid-19, y una idea planteada por el Gobierno español en sus propuestas el año pasado. 

El Consejo también se compromete con las compras conjuntas de gas y el almacenamiento del hidrocarburo, para bajar precios y asegurar el suministro el próximo invierno

Además, los líderes europeos también aceptaron los planes de la Comisión Europea de crear reservas estratégicas de gas, obligando a los Estados miembros por ley a llenar los depósitos subterráneos hasta el 80% antes del 1 de noviembre para el próximo invierno y al 90% a partir del 1 de noviembre de 2023. "Será una póliza de seguros", anunció Von der Leyen, quien presentará nuevas opciones para reformar el mercado eléctrico europeo en el largo plazo en el mes de mayo, tras la presentación de los reguladores europeos (ACER y ESMA) de sus respectivos informes a finales de abril.

El Consejo "invita" a los Estados miembros y a la Comisión a maximizar el uso de la toolbox presentada por Von der Leyen, incluyendo las ayudas de Estado temporales o el empleo de los llamados windfall profits (beneficios caídos del cielo, la sobrerretribución que obtienen las tecnologías más baratas por la entrada de fuentes más caras en el sistema eléctrico). España se congratula de que su vía, ya en vigor desde el otoño, y por la que la oposición le motejó como "intervencionista", haya sido acogida por los Veintisiete.

Asimismo, los Estados miembros y el Ejecutivo comunitario se comprometen a "completar y mejorar las interconexiones de gas y electricidad en toda la Unión Europea". En ese punto, por el que también han empujado Madrid y Lisboa como un objetivo más a medio y largo plazo, queda sin concretar más. Sánchez ha demandado que esas infraestructuras, que deberían transportar hidrógeno verde y no solo gas, han de ser financiadas por Bruselas, ya que España carga en las espaldas de los usuarios las seis plantas de regasificación operativas que tiene.

El papel de la presidenta de la Comisión, según indicaban fuentes de la delegación española, fue clave. La dirigente germana ya presentó a primeros de marzo una propuesta que se acercaba a los postulados de Madrid, y luego en la cumbre de Versalles, hace 15 días, se apretó en la misma dirección, y se afinó en la comunicación del Ejecutivo comunitario del pasado miércoles. Fuentes del equipo de Sánchez apuntaban que el presidente rebajó sus pretensiones iniciales (el desacople del gas del mercado eléctrico) para incidir en la idea de "isla energética" porque tendría mejor encaje entre los Veintisiete, consciente de que Von der Leyen remaría a favor. Y así fue, las resistencias de países como Holanda o Alemania acabaron diluyéndose. Con Madrid y Lisboa empujaron Bélgica, Eslovenia, Rumanía, Grecia, Italia, Bulgari y Eslovaquia, tal y como les cumplimentó el líder socialista.

Las diez horas de debate transcurrieron con momentos de tensión. Sobre las dos y media de la tarde, Sánchez se levantó de la mesa al ver que estaba corriendo la versión de que amenazaba con vetar las conclusiones —la alarma vino de un tuit del periodista de France24 Dave Keating—. La discusión paró y se retomó a la media hora, y entonces ya se encarriló, hasta que llegó el plácet de Holanda y la "clave", Alemania. “Lo que pasa en el Consejo se queda en el Consejo”, zanjó Sánchez, sin citar ‘culpables’, aunque a la vez reconoció que la filtración le había molestado. "Han sido muchas horas de debate muy intensos, pero se publicó algo que no era cierto. Ni el Gobierno de España ni yo mismo había planteado ningún veto, no era real esa filtración". "Yo soy testigo [de que no era verdad el veto]", convino con humor Costa. Sánchez no quería ahondar más. Su objetivo estaba ya en su maleta de vuelta.

Y ante quienes se preguntaban cómo era posible que el presidente hubiera enderezado una cumbre que se presentaba adversa, una ministra de su Ejecutivo, muy implicada en las negociaciones con los países y con Bruselas, respondía así: "Eso es que no nos conocen".