Las vías para evitar su suspensión

Laura Borràs presiona a ERC y CUP para aguantar en el cargo cuando llegue a juicio

La presidenta confía en que un dictamen de la comisión del estatuto de los diputados, en manos de Junts, le permita mantener la presidencia hasta que tenga sentencia

Laura Borràs presidiendo la Mesa del Parlament, en una foto de archivo.

Laura Borràs presidiendo la Mesa del Parlament, en una foto de archivo. / ACN / Job Vermeulen

Júlia Regué

Júlia Regué

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La presidenta del Parlament, Laura Borràs, no tiene intención de renunciar al cargo cuando se le abra juicio oral por el presunto fraccionamiento de contratos durante su etapa al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). La jefa de la Cámara catalana presiona a ERC y CUP para que se pongan de su lado y sorteen la aplicación del artículo 25.4 del reglamento, que establece que debe ser suspendida temporalmente cuando tenga fecha para la vista, al estar acusada de delitos vinculados a la corrupción como son los aquellos que se le achacan: prevaricación, fraude administrativo, falsedad en documento mercantil y malversación por favorecer presuntamente a un amigo al trocear 18 contratos menores.

La oposición sigue apretando para que Borràs sea apartada, como reza el artículo que fue avalado por Junts pel Sí y la CUP en 2017, pero la presidenta ya ha encendido los motores para evitarlo. La estrategia, según varias fuentes, pasa por denunciar que su causa judicial es "política y no judicial" y por subrayar las "irregularidades" en un largo proceso que comenzó cuando pilotaba la Conselleria de Cultura, como lo ha dejado por escrito en su recurso.

No hay duda de que la vía parlamentaria pasará por la comisión del estatuto de los diputados, que está presidida por una persona de su confianza, Jaume Alonso-Cuevillas (Junts), quien será el encargado de elaborar un dictamen que, previsiblemente, defenderá que la literalidad del artículo es ambigua, que es inconstitucional suspender a un parlamentario sin sentencia y que Borràs no puede quedar sujeta porque "su caso responde a una causa general contra el independentismo". La táctica es dilatar este plazo y poner la mirada en el artículo 25.1 que establece que la suspensión para el resto de delitos que no son corrupción y lo deja queda en manos de la mayoría del hemiciclo. Así, intentará mantener sus funciones, al menos hasta que haya una sentencia, aunque no sea firme, como sucedió con el 'caso Juvillà'.

"No quiero imaginar que dentro del independentismo haya una voluntad de colaborar en el trabajo sucio del Estado"

Fuentes de su entorno sostienen que Borràs no cederá a la presión de la oposición y que no renunciará a luchar contra su suspensión, aunque las consecuencias puedan derivar en la enésima crisis en el Govern. De ahí que este martes, en declaraciones a TV-3, Borràs haya apremiado a ERC y CUP a no hacer "de jueces" aplicando el reglamento sin fallo judicial -alegando que su redactado "vulnera la presunción de inocencia"- y ha defendido que no se siente "interpelada" por el artículo 25.4, puesto que asegura que no ha cometido ningún fraude y es una "inconstitucionalidad manifiesta". "No quiero imaginar que haya dentro del movimiento independentista una voluntad de colaborar en el trabajo sucio que está haciendo el Estado por la vía de la persecución judicial", ha espetado.

Borràs defiende que el artículo 25.4 es de una "inconstitucionalidad manifiesta" porque "vulnera la presunción de inocencia"

¿Crisis en el Govern?

ERC y CUP, por ahora, piden cautela y aseguran que serán firmes contra la corrupción, pero está por ver qué sucederá cuando se lleve a votación el dictamen de la comisión que, después, debería ser ratificado en el pleno. Algunas fuentes apuntan que Junts "como mínimo debería replantearse su puesto en el Consell Executiu", esto es, forzar una crisis de gobierno que deje a Esquerra sola al mando de la Generalitat. Sin embargo, otras fuentes recalcan que este debate se tendrá que tener cuando llegue el momento y advierten de que no hay una posición común dentro de la posconvergencia.

"Si alguien quiere salir del Govern, que salga. Si alguien tiene muchas ganas de salir del Govern porque este Govern tenía unos objetivos y un plan de trabajo... se puede listar y ver. Ahora que hará un año, se puede ver qué esperaba y que decía hace un año y qué tenemos ahora", ha deslizado Borràs. La oposición no descarta que este caso pueda desembocar en unas elecciones anticipadas: "ERC no se comerá este sapo por Borràs", opina una fuente parlamentaria.

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