Crisis por el envío de armas

El PSOE cree que Belarra y Montero no forzarán un final anticipado de la coalición

Los socialistas confían en que el temporal amaine y las diferencias en el espacio morado entre Díaz y las ministras de Derechos Sociales e Igualdad se sellen

La situación en Ucrania y las derivadas domésticas centrarán la reunión del comité federal del PSOE de este domingo, en el que habrá cierre de filas con Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante su reunión este sábado, 5 de marzo de 2022, en la Moncloa.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante su reunión este sábado, 5 de marzo de 2022, en la Moncloa. / EFE / SERGIO PÉREZ

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En la Moncloa confían en que la crisis en el seno de Unidas Podemos sea "una tormenta en un vaso de agua". Que no vaya a más. Que se reconduzca y al final la fractura evidente entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y las ministras Irene Montero y Ione Belarra, se cierre. Los socialistas no esperan, al menos por ahora, que las tensiones desatadas dentro del espacio morado hagan saltar por los aires la coalición, aunque obviamente miran con buenos ojos la actitud de la titular de Trabajo, que respaldó desde el primer momento a Pedro Sánchez en su decisión de enviar armas a Ucrania, también de manera bilateral. Porque lo que subyace tras este choque es también una pugna por el futuro de UP y por el control del liderazgo. Y el presidente no ha escondido su voluntad de que sea Díaz quien encabece un "proyecto competitivo" que complemente al del PSOE.

Con la sexta ola de la pandemia en clarísimo descenso, y pasadas las elecciones en Castilla y León, que debilitaron a las dos fuerzas de gobierno pero que sobre todo abrieron una crisis sin precedentes en el PP, el jefe del Ejecutivo parecía encarar un segundo tramo de legislatura muy distinto al primero. Tocaba gobernar, gestionar, hacer que la recuperación económica y la llegada de los fondos europeos se sintiera en los bolsillos de los ciudadanos y que estos lo premiaran en las urnas, allá por finales de 2023, esgrimían en el Ejecutivo. Pero la guerra en Ucrania, que se prevé larga y plagada de incertidumbres, ha colonizado la agenda política por completo. Es, en el fondo, como otro arranque de legislatura.

Sánchez ha apelado desde el principio a la unidad europea y con la OTAN como la mejor arma frente a Vladímir Putin. Él mismo, en su comparecencia (sin preguntas) de este sábado en la Moncloa con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, subrayaba que el presidente ruso había cometido "dos errores", pensar que Ucrania se rendiría y que Europa se fracturaría. No ha sido así. "Europa está más unida que nunca en las acciones contra Putin y en la solidaridad con Ucrania, un pueblo que ha demostrado una gran determinación defendiendo su libertad". El Gobierno ha apoyado la imposición de durísimas sanciones a Moscú y, hace una semana, respaldó que se cambiase la naturaleza del fondo europeo de apoyo a la paz para que se financiara, con 450 millones de euros, la compra de material de combate para ayudar a Kiev.

Díaz respaldó al presidente, pero las ministras de Derechos Sociales e Igualdad no han dejado de mostrar sus diferencias. Belarra pidió además una reforma fiscal urgente

El giro decidido en la tarde del martes, y que Sánchez verbalizó en el pleno del Congreso del miércoles, provocó el choque interno. El presidente había advertido a Díaz, mientras que el titular de Exteriores, José Manuel Albares, hizo lo propio con la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. La vicepresidenta segunda se alineó con Sánchez, como hicieron otros dos miembros del Gabinete: el responsable de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, y el de Universidades, Joan Subirats, este último en sintonía con los comunes, liderados en la Cámara por Jaume Asens. Belarra y la titular de Igualdad, Irene Montero, mostraron su rechazo, con el argumento de que la entrega de arsenal militar podría sería "ineficaz" y podría aumentar la escalada bélica. En su tesis también se sitúa el portavoz del grupo, Pablo Echenique. Las dos ministras no han dejado de demostrar su discrepancia desde el miércoles. La tensión iba subiendo. Además, Belarra reclamaba el viernes una reforma fiscal "de emergencia", pese a que la víspera la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, había cegado ese camino por completo.

"Hablamos todos con todos"

Los socialistas confían en que la división dentro de UP se acabe suturando. "Creemos que no irá a más. Todo el mundo actuará de manera responsable. Las diferencias se gestionan, y no deben afectar al Gobierno", indican en el círculo del presidente, donde descartan de plano la posibilidad de una ruptura de la coalición. La tirita será, explican, el diálogo. "Tratamos de poner paz ahí [entre las ministras]. Hablamos todos con todos". "Esta es la menor de nuestras preocupaciones —tercian en la cúpula del PSOE—. Ni Irene ni Ione romperán ni se irán del Gobierno. No lo harán".

Fuentes cercanas a Díaz tampoco ven riesgo de ruptura, y achacan la maniobra al "enredo" de Pablo Iglesias, a su intento de querer controlar los pasos de la vicepresidenta

Varios ministros consultados respaldan la tesis de que el Ejecutivo está, por ahora, libre de la desestabilización. El incendio afecta, señalaban gráficamente el viernes desde la Moncloa, "a una parte minoritaria del socio minoritario", y además las discrepancias con la posición del presidente se están canalizando "no en el ámbito ministerial, sino de partido". "Ninguna va a romper la coalición ni deja el Gobierno. ¿De qué van a vivir ellas y sus equipos? Cada una tiene su espacio y esfera. Y Yolanda necesita también estar en el Gobierno. Sin ello, no es nada, porque no tiene ahora mismo una plataforma detrás", señala otro miembro del Gabinete.

Fuentes cercanas a Díaz tampoco ven, por ahora, riesgo de ruptura, y achacan la maniobra al "enredo" de Pablo Iglesias, a su intento de querer controlar los pasos de la vicepresidenta segunda, de tutelar su liderazgo. Pero en el entorno de la ministra, que arrancará en un mes su proceso de "escucha" para ir armando su proyecto político, señalan que ella no se dejará dirigir, que pensar lo contrario es no conocerla. Prevén las mismas fuentes que se sucedan más episodios de "bronca mediática", pero sin dar el portazo.

No a "mirarse el ombligo"

En el PSOE también se malician que lo que está detrás es la mano de Iglesias. "Son suicidas, pero saben que solo tienen opciones con Yolanda al frente del proyecto", "¿quién sería el cabeza de cartel sin Yolanda?", observan dos ministros. Un tercer miembro socialista del Gabinete advierte de que Díaz es, por ahora, un "fenómeno mediático", sobre todo en Madrid, pero que no ha permeado en el conjunto de España y que, sobre todo, no tiene una estructura partidista que la sostenga. El presidente reiteró el pasado lunes en TVE su apoyo a su "extraordinaria vicepresidenta" y deseó que sea capaz de ahormar un proyecto "competitivo" de cara a las generales de 2023. El PSOE necesita un espacio a su izquierda fuerte para repetir la coalición tras las próximas elecciones. La izquierda puede tenerlo más complicado para repetir en la Moncloa si quien está enfrente, en el PP, es el que será su nuevo presidente, el gallego Alberto Núñez Feijóo.

El esfuerzo del Ejecutivo se concentrará en la articulación de un plan de acción para mitigar los efectos de la guerra y en ayudar a que la UE siga unida frente a Putin

El viernes, para intentar zanjar la polémica, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, reclamó a Podemos cesar las hostilidades: el desafío de la guerra en Ucrania es de "tal magnitud" que "estar mirándonos el ombligo y estar en lo doméstico" no es "lo más importante". "Aquí hay que estar con altura y grandeza de miras", demandó. La responsable de Política Territorial respondió además a Belarra: no habrá "subida fiscal en este momento", por la situación bélica. Lo que impulsará el presidente, y en eso concentrará sus esfuerzos el Ejecutivo, es la unidad en la UE y con la OTAN y el plan de acción para mitigar las consecuencias económicas y sociales de la guerra, para el que perseguirá asimismo la "unidad" de los grupos. Aún no hay concreciones, pero el trabajo, afinan en el grupo socialista, deberá ser preparado por los ministerios, igual que se contará con empresarios y sindicatos para sellar un pacto de rentas que impida entrar en una espiral inflacionista.

La situación en Ucrania y las derivadas domésticas, más la renovación de liderazgo en el PP, centrarán la reunión del comité federal del PSOE, convocado de manera extraordinaria (y presencial) por la dirección para este domingo a las 10 de la mañana, finalmente en la sede del partido, en la madrileña calle de Ferraz.

En la cita de este 6 de marzo, dos meses después de la anterior, se espera un cierre de filas total con el presidente y un aval rotundo a su estrategia.