Guerra en el este de Europa

Sánchez rectifica para apuntalar la "unidad" frente a Rusia y enviará armas a Ucrania

El presidente justifica el giro ante las dudas generadas por el "compromiso" de España, pero su decisión tensa al Ejecutivo y divide a Unidas Podemos

En su equipo defienden que no hay "diferencia" entre canalizar la aportación a través de la UE o de manera directa, porque se trata de "ayudar" a los ucranianos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a Nadia Calviño, mientras conversan las vicepresidentas Yolanda Díaz y Teresa Ribera con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, este 2 de marzo de 2022 durante el pleno extraordinario sobre la situación en Ucrania

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a Nadia Calviño, mientras conversan las vicepresidentas Yolanda Díaz y Teresa Ribera con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, este 2 de marzo de 2022 durante el pleno extraordinario sobre la situación en Ucrania / JOSÉ LUIS ROCA

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Cambio. Giro. Pedro Sánchez desanda sus pasos y sí, accede a entregar armas de manera directa a Ucrania, de modo bilateral, además de a través de la Unión Europea. El presidente rectifica su posición, la que había mantenido en los últimos dos días, aun a costa de despertar la tensión con Podemos —no con Yolanda Díaz, que sí le respalda—, y cede para apuntalar la "unidad" de todos los grupos frente al "sátrapa" Vladímir Putin. España se suma a la inmensa mayoría de países de la Unión y de la OTAN que ha decidido enviar material de combate para ayudar al Ejército ucraniano. El Gobierno sabía, como reconocían varios ministros, que no podía quedarse a la cola en esa muestra de "apoyo y solidaridad" hacia Kiev.

El jefe del Ejecutivo defendió el lunes en una entrevista en TVE que la aportación de armas a Ucrania se haría a través del fondo europeo de apoyo a la paz (FEAP), del que España es su cuarto donante. Entendía que una acción "coordinada" con la UE era el camino más idóneo, y no un "sumatorio" de iniciativas de cada país. El martes, la portavoz, Isabel Rodríguez, insistía en los mismos argumentos: la entrega se haría dentro del mecanismo europeo.

"Pero, como veo que hay grupos que ponen en cuestión el compromiso del Gobierno de España, y para mí y para el Gobierno es tan importante, tan fundamental, la unidad de todos, les anuncio que España entregará a la resistencia ucraniana material militar ofensivo", justificó Sánchez ante el pleno del Congreso este miércoles. Acababa de solemnizar un cambio evidente de postura que colonizó toda su comparecencia y que de inmediato soliviantó a Podemos. El envío de armamento, no obstante, recibió el respaldo no solo del PP y de Cs, sino de socios habituales del Ejecutivo como ERC, Compromís, Más País o el PNV, y rechazado por Bildu, la CUP o el BNG.

En el ánimo del Ejecutivo también ha pesado que los socios de la UE y de la OTAN han apoyado el envío bilateral, del que se ha desligado la Hungría del ultraderechista Víktor Orbán

El giro se decidió el martes en el Gobierno. La pregunta era obvia: ¿por qué? "Les escuché —replicó el presidente a la nueva coordinadora de los populares, Cuca Gamarra—, y revisamos esa posición, para que no hubiera duda. No es que me condicionen unas u otras opiniones [en referencia a las reticencias de Podemos], me condicionan todas las opiniones de sus señorías, porque mi tarea, mi labor, es defender la unidad de España, la unidad de Europa". Sánchez subrayó que el "paso decisivo" se operó durante el fin de semana, cuando la UE cambió la naturaleza del fondo de ayuda para la paz, al reservar 450 millones para la compra de material ofensivo. Paso que España apoyó desde el primer momento a través del ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Igual que ahora el Ejecutivo impulsará en la UE y en la OCDE la declaración de Rusia como un paraíso fiscal, incluyendo a Moscú en la lista de paraísos fiscales.

La ofensiva "evoluciona cada día"

Fuentes del Ejecutivo recuerdan que todos los países han ido virando en tiempo récord, y el caso paradigmático es Alemania. "Y nosotros vendemos armas desde hace muchísimo tiempo sin problemas", apuntan. La ofensiva rusa "evoluciona cada día", explicaba ya por la noche en Antena 3 la titular de Defensa, Margarita Robles, y obliga a que España y a cada país miembro de la UE a ir cambiando sus decisiones para "hacer frente a esta agresión inaceptable". La ministra adelantó que se enviarán el viernes dos aviones con un primer cargamento de material militar ofensivo a Ucrania, con 1.370 lanzagranadas contra carros, 700.000 cartuchos para fusiles y ametralladoras, así como ametralladoras ligeras, informa EFE.

El viernes se enviarán dos aviones con un primer cargamento, con 1.370 lanzagranadas contra carros, 700.000 cartuchos para fusiles y ametralladoras

En el entorno de Sánchez inciden en que a fin de cuentas no hay "diferencia" entre canalizar la entrega a través de la UE o de manera bilateral, porque el resultado es el mismo: "Ayudar a una población sin capacidad para defenderse" y que lo haga "en igualdad de condiciones", en palabras del líder socialista. "Ni siquiera es una decisión complementaria. Son dos facetas, dos fórmulas de envío. La disyuntiva es si se está a favor o en contra de mandar material de combate, no se está a favor un poquito solo. Lo demás es hipocresía", alegan en el Gobierno.

El objetivo es "ayudar a una población sin capacidad de defenderse", demostrar "apoyo y solidaridad" y mejorar la "capacidad negociadora" de Ucrania

También ha pesado en el ánimo del Ejecutivo, asumía una ministra, que los socios comunitarios y de la OTAN fueran, uno tras otro, anunciando la ayuda directa a Kiev. Incluso Estados neutrales y pacifistas como Suecia y Finlandia. "Quedábamos nosotros y poco más", reconocía otro miembro del Gabinete. De esa dinámica se descolgó expresamente la Hungría del ultraderechista Víktor Orbán, otro argumento que se anota el Ejecutivo y que demuestra, rubrican fuentes de primer nivel, la "justicia de la medida". En Exteriores y en la Moncloa sí se niega que Sánchez actuara presionado por sus homólogos europeos: lo hizo de manera "autónoma".

"La política de la UE y de España no va a pivotar sobre el envío de armas, no es que tengamos ahora ardor belicoso, pero algo teníamos que hacer para demostrar apoyo y solidaridad con los ucranianos y para que se defiendan mínimamente", indican fuentes diplomáticas, que añaden que desde el punto de vista militar se trata de mandar un mensaje a Putin: que la guerra le sea "costosa", que asuma un desgaste financiero y puertas para dentro de Rusia. Con esta acción conjunta, que sirve en primera instancia para ayudar al Ejército ucraniano y para armar a la población, siguen las mismas fuentes, se contribuye a "mejorar la posición negociadora" de Kiev ante Moscú.

Una crisis "larga"

La historia, a su vez, ilumina. Lo que ocurrió en España hace menos de un siglo, en la Guerra Civil. Lo recordaban en Exteriores: "¿Hizo mal la II República española pidiendo armas a las democracias occidentales? En la historia de la infamia quedó el abandono que tuvieron hacia España". El error, por tanto, no podía repetirse esta vez en una guerra "ilegal" y auspiciada únicamente por las ambiciones imperialistas de Putin, que ha perpetrado, como condenó el jefe del Ejecutivo, un "intento brutal de frenar la construcción de un espacio político, el europeo".

Sánchez informó a Díaz del cambio de posición, y Albares también se lo trasladó a Belarra. La vicepresidente apoya la decisión y se desmarca de Podemos

Decidido el giro, Sánchez se lo comunicó a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que no puso objeciones. Con ella están alineados los comunes y, según su entorno, Alberto Garzón, coordinador federal de IU. Albares fue el encargado de trasladárselo a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que manifestó su discrepancia. La fisura no frenó al presidente. La fractura en su Gabinete se evidenció al concluir su primera intervención: la imagen del aplauso en pie de su bancada y de los ministros socialistas, de Díaz, de Garzón y de Joan Subirats contrastaba con el batir de palmas, pero sentadas, de las ministras Ione Belarra e Irene Montero. "El 'no a la guerra' no es solamente no a la guerra de Irak, es el 'no a la guerra de Putin", alegó Sánchez ante los morados, reconociendo la "discrepancia" con ellos y subrayando a su portavoz, Pablo Echenique, su "equivocación".

En el entorno directo de Sánchez subrayaban que este había enhebrado en el Congreso un discurso "de Estado", "valiente y necesario", presidido por esa oferta de "unidad internacional, europea y dentro de España". Y que ese había sido el motor del cambio de criterio. Porque también demandó "unidad" a los grupos para el plan de medidas económicas y sociales ideado para mitigar el seguro impacto de la guerra de Ucrania, especialmente en los mercados energéticos. Una batería de medidas que avanzó en el pleno y que aún habrá que aterrizar.

El presidente salió de la Cámara tras seis horas de debate intenso pero no crispado. En la mochila cargaba el apoyo, con más o menos matices, de la mayoría de los grupos para una crisis que aventuró "larga". Con la división a cuestas, también, dentro de Unidas Podemos.

Las diferencias entre el envío bilateral y a través de la UE

El pasado domingo, la UE adoptó medidas de asistencia a Ucrania con cargo al fondo europeo de apoyo a la paz (FEAP), creado en 2021. El paquete de ayuda, de 500 millones de euros, financiará la provisión de equipos y suministros a las Fuerzas Armadas ucranianas. Por primera vez, se destinarán fondos a la aportación de equipos letales (450 millones), además de una partida reservada para material defensivo y humanitario (50 millones). Según explicaron a este diario fuentes diplomáticas, con ese dinero la UE compra a los países, de manera coordinada, el material de combate que necesita Kiev, y después se lo entrega.

De manera bilateral, el resultado es el mismo, la entrega de armamento a Ucrania. Pero, en este caso, es cada nación la que lo envía directamente, sin pasar por Bruselas y sin necesidad de coordinarse con la UE, aunque esta sí facilitó a los Veintisiete el fin de semana un listado con el material bélico que precisa Kiev. En Exteriores lo explican con un ejemplo: la ayuda humanitaria la puede aportar la UE nutriéndose de las ayudas que ponen los Estados, pero luego España, por su cuenta, puede mandar material (ya lo ha hecho, en realidad) a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Es decir, que la ayuda llega a Ucrania por dos vías, pero con el mismo resultado.

De los 500 millones del mecanismo europeo, España es el cuarto contribuyente. Aporta un 8,7% del total: en torno a 40 millones de euros. A través del envío bilateral, Madrid puede mandar material sin límite financiero, techo que sí tiene la UE.