Asamblea general de Òmnium

Antich toma el relevo de Cuixart y llama a revisar la táctica independentista

El nuevo presidente de Òmnium promete no contribuir al descrédito interno de los partidos secesionistas

Xavier Antich toma el relevo de Jordi Cuixart

Xavier Antich toma el relevo de Jordi Cuixart / ACN

Xabi Barrena

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El paisaje y el paisanaje del independentismo va mutando. Más o menos lentamente, a gusto del consumidor, pero entre salidas de escena, cambios de responsabilidad y salidas de foco (como las de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras), la foto del 2022 ofrece ya un aspecto notoriamente distinto de la de 2017. Òmnium Cultural ha renovado este sábado formalmente su liderazgo. Jordi Cuixart, el primero que reclamó, aun estando en la cárcel, un cambio en los liderazgos, es el último en dar el relevo, sin duda por su voluntad de salir de la cárcel como entró, como presidente de la entidad. Cuixart pasó el testigo, entre grandes abrazos, al filósofo Xavier Antich quien, atendiendo al "nuevo ciclo" que se abre, justo cuando el 'procés' se apresta a cumplir la primera década de vida, reclamó una revisión de la táctica independentista, toda vez que la estrategia no varía: la autodeterminación y la amnistía para lograr la independencia.

"No estamos aquí para pasar el rato", dijo varias veces Antich. "Sabemos lo que hay que hacer. No queremos reformar el Estado, sino que queremos desvincularnos de él y para hacerlo habrá que revisar los marcos con los que hemos trabajado". Porque, recalcó, "hemos venido a ganar". Y dicho en forma pasiva, con los esquemas de 2017 , fecha en la que el independentismo no ganó, es inviable optar al éxito.

Con todo, aseveró el nuevo presidente de Òmnium, que contará con Mònica Terribas como vicepresidenta, "no estamos aquí para quejarnos, nos anima el alma constructiva no la comodidad del reproche. Esto va de ganar, de picar piedra y de construir puentes para fortalecernos". Gran teórico de la desobediencia civil, y quizá asustado por cómo se emplea el término en algunos foros, o para qué cometidos, Antich afirmó que se precisará "toda la inteligencia y toda la fuerza", pero advirtió del peligro "de que se acabe frivolizando la herramienta más poderosa que tenemos", en referencia a la resistencia pasiva de la sociedad.

Fue el suyo un discurso sin espinas para un auditorio que reunía a varios lideres políticos, empezando por Pere Aragonès, Laura Borràs y Oriol Junqueras. Cierta promesa, incluso, de que Òmnium no se saldrá de su papel de entidad cultural y de agitación y propaganda proindependentista. "Seremos exigentes con los partidos políticos", desarrolló Antich, "y querremos incidir políticamente, pero que nadie espere de nosotros que demos aire a la fobia antipolítica, porque es ahí donde crece el desánimo, el populismo y el autoritarismo. Es ahí donde anida el huevo de la serpiente", en referencia al fascismo y tomando nota de cierta corriente, visible en las redes sociales, de secesionistas que se sienten engañados por todos los partidos soberanistas, singularmente ERC y Junts, por no caminar, entienden, realmente hacia la independencia.

Acaso de manera preventiva, por aquello de que es considerado una eminencia en el marco teórico de la desobediencia civil, Antich hizo hincapié, en varios puntos de su discurso, a que tras el estudio y el análisis, Òmnium "actuará". "No somos ingenuos, sabemos que la situación es muy compleja y que el reto es gigante, trabajamos para cambiar radicalmente el marco político en el que vivimos, lo haremos como siempre hace Òmnium, escuchando y actuando, haciendo propuestas y buscando consensos", sentenció el nuevo presidente de Òmnium Cultural.