El Gobierno de Ayuso busca dar una imagen de unidad pese a los afines a Casado: "Todos están comprometidos"

Eran las 12.50 del viernes cuando desde el equipo de Comunicación del Gobierno de

 Isabel Díaz Ayuso

 se comunicó que el consejero de Justicia e Interior, Enrique López, 

no iba a salir a la rueda de prensa para explicar los polémicos contratos de las mascarillas junto a Javier Fernández Lasquetty y Enrique Ruiz-Escudero como estaba previsto. 

"Es que tenía otro acto con el presidente del TSJM que había aplazado varias veces", explicaba un portavoz de López. La reunión, sin embargo, no constaba en la agenda del día facilitada a los medios la jornada anterior. 

Su ausencia, en medio de la guerra sin cuartel abierta entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado

, venía a visibilizar la primera grieta en el Gobierno regional, ya que López es hombre de Génova. Fue Casado quien le puso en las listas, y le dio el cargo de secretario de Justicia y Administraciones Públicas del PP nacional.   

En el equipo cercano a la presidenta no sentó nada bien esa ausencia de última hora, aunque se le reconoce que "estuvo toda la mañana" preparando la presentación a los medios de las cuestiones legales del contrato. 

Fuentes del entorno de la presidenta señalan que ella "sabe perfectamente que en su gobierno hay leales y desleales” y que el juego de equilibrios es complejo. 

Por eso su núcleo real y reducido es el que es, y es de hecho otra de las cosas que tanto le ha reprochado a Génova: que metieran mano en las listas y exigieran “hacer medio gobierno”.

Además de López, David Pérez (consejero de Vivienda y Administración local) y Carlos Izquierdo (consejero de Políticas Sociales y Familia) también pertenecen a ese grupo díscolo con Ayuso que se debe a Génova. 

El pasado jueves, un día después de que se conociera el presunto espionaje a la presidenta, se pudo ver a los tres intercambiando opiniones con gesto serio en los pasillos de la Asamblea de Madrid. 

Este lunes, López fue preguntado expresamente sobre si apoya a Ayuso en la guerra abierta con Génova, a lo que respondió: "Me siento muy orgulloso de pertenecer al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y también de pertenecer a una organización tan importante como el PP, que preside Pablo Casado". 

Ayer, desde el equipo de la presidenta se trató de visualizar unidad en el equipo de Gobierno y el grupo parlamentario. 

"Se está tratando desde Génova de filtrar que hay grietas, pero el equipo está muy unido. Están todos comprometidos con el proyecto", matizaban fuentes del entorno más cercano de Ayuso, que señalaba sobre estos tres consejeros que la "relación es muy fluida, de colaboración total, trabajando como siempre".

Según cargos de la Comunidad de Madrid, López en particular "no está a gusto con esta situación", viendo a sus dos jefes tirándose los trastos a la cabeza. 

Entretanto, en el grupo parlamentario nadie ha dicho una voz más alta que otra, ni nadie ha pedido el respaldo para uno u otro. "Nadie en el grupo está incidiendo en que hay que resolver la situación de un lado u otro ni nadie pide la dimisión de nadie", cuentan fuentes del grupo. 

 La idea más extendida entre los diputados 'populares' es que las explicaciones de Lasquetty y Ruiz Escudero "fueron aplastantes", y niegan que haya ninguna consigna desde la cabeza del grupo, dirigido por Alfonso Serrano. 

"Todos actuamos libremente, el comportamiento del grupo es ejemplar, somos compañeros embarcados en el mismo proyecto y por encima de todo están las siglas", aprecia un diputado, que tilda de "complicada" la situación de López. "No creo que haya repercusiones", responde preguntado por la ausencia del consejero de Justicia en la comparecencia del viernes.