Implosión en las filas populares

Sánchez pide al PP que resuelva "cuanto antes" su crisis y advierte del peligro del auge de Vox

El presidente alega que la estabilidad del país depende también del principal partido de la oposición, que ha de resolver las "acusaciones de corrupción"

Apunta que el crecimiento de la ultraderecha "no es una buena noticia para ningún demócrata" y reitera su oferta de cordón sanitario en toda España

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe en la Moncloa a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, este 21 de febrero de 2022.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe en la Moncloa a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, este 21 de febrero de 2022. / AFP / JAVIER SORIANO

Juanma Romero

Juanma Romero

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Pedro Sánchez dio un paso más, dentro de la prudencia debida, en sus mensajes al PP, en medio de su tormenta sin fin. Cree que debe resolver "cuanto antes" su crisis interna, "por el bien de todos" y aclarar las acusaciones cruzadas de corrupción. Y reconoce que le preocupa, como ya venían manifestando en privado cargos de su partido, el crecimiento de Vox: "No es una buena noticia para ningún demócrata".

El presidente del Gobierno ya se había pronunciado sobre la crisis del PP a las pocas horas de su estallido. Fue el pasado viernes, en Bruselas, y recalcó que jamás ha interferido en cuestiones internas de otras fuerzas políticas y que jamás lo hará, pero ya entonces sí dijo que lo prioritario era que se resolvieran las dudas sobre la presunta corrupción. Este lunes, en la Moncloa, y durante una comparecencia conjunta con la primera ministra de Dinamarca, la socialdemócrata Mette Frederiksen, recomendó al PP que salga de su guerra pronto, porque la "estabilidad" del país también depende de la suerte del principal partido de la oposición.

Tras insistir en que no quiere inmiscuirse en las cuestiones internas de otras formaciones, Sánchez subrayó, primero, que el Gobierno "está en lo que está", en superar la pandemia, consolidar la recuperación económica, "seguir creando empleo" y gestionar los fondos europeos para que, "cuando termine la legislatura, en 2023", tener "un país mejor". En esa primera reflexión, ya estaba también dejando claro, una vez más, que no adelantará las generales aprovechando la debilidad del PP.

El presidente reitera que el Gobierno está centrado en la gestión económica y la superación de la pandemia y vuelve a descartar un adelanto electoral

"¿Qué es lo que yo creo? En primer lugar, que España necesita estabilidad, y la estabilidad no solo la aporta el Gobierno, sino también el principal partido de la oposición. En ese sentido, espero que resuelvan [en el PP] cuanto antes esta crisis, por su bien pero también por el bien de todos, por el bien de la democracia española", subrayó el jefe del Ejecutivo tras su reunión con Frederiksen. El presidente añadió la petición al PP de que resuelva "la principal incógnita de todo este debate", las "acusaciones cruzadas de irregularidades y de corrupción" que han desencadenado esta guerra.

Sí hay "alternativa"

Sánchez, como está haciendo su secretario regional en Madrid, Juan Lobato, no quieren que se pierda de vista que pesa sobre Isabel Díaz Ayuso la posible mancha del contrato para el suministro de mascarillas que adjudicó a dedo a la empresa de un amigo de su familia, Priviet Sportive, y gracias al que su hermano, Tomás Díaz Ayuso, cobró 55.850 euros más IVA por su trabajo de "contraprestación", según afirmó ella misma el viernes. Pablo Casado se dio por satisfecho con esas explicaciones de la presidenta madrileña y anticipó el cierre de su expediente en la reunión que mantuvo con ella el viernes, pero para Ayuso y los barones del PP la crisis sigue abierta.

Sánchez no hace ningún comentario sobre Feijóo y sobre si sería más sencillo trenzar acuerdos con él

Al jefe del Ejecutivo le preguntaron si le preocupa el auge de Vox que ya dibujan las primeras encuestas que reflejan el impacto del estallido de esta pugna en el PP. "Esta no es una buena noticia para ningún demócrata, y por supuesto para nosotros, y para mí en particular". En ese punto, Sánchez recordó que este mismo lunes echaron a andar las negociaciones para formar Gobierno en Castilla y León tras las elecciones del 13-F —el presidente de la Junta en funciones, el popular Alfonso Fernández Mañueco, comenzó la ronda con el líder del PSOE en la región, Luis Tudanca, y que concluyó sin acuerdo, como se esperaba—, y repitió que su partido ha sido "claro". Sí hay una "alternativa" a un Ejecutivo de coalición del PP con Vox, y es "definir un cordón sanitario" frente a la ultraderecha.

"Si el PP está dispuesto a abrir ese debate, a comprometerse con ese debate, desde luego el PSOE está abierto a ofrecer esa alternativa", a dar su abstención. La condición ya la puso él mismo y la replicó Tudanca la semana pasada: que los populares deshagan todos sus acuerdos con la ultraderecha en toda España y "para siempre".

A lo que no respondió Sánchez fue a la pregunta de si cree que si con Alberto Núñez Feijóo de nuevo líder del PP —en caso de que eso suceda— será más fácil tejer acuerdos con el Gobierno. El presidente aún no quiere especular, aunque en su partido sí reconocen que sería su rival más fuerte, por su perfil moderado y su capital político, con cuatro mayorías absolutas a sus espaldas en Galicia.