Crisis total en el PP

Ayuso y Feijóo unen sus destinos para echar a Casado

Pablo Casto, Alberto Nuñez Feijoo e Isabel Diaz Ayuso

Pablo Casto, Alberto Nuñez Feijoo e Isabel Diaz Ayuso / David Castro

Pilar Santos

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Alberto Núñez Feijóo, el barón con más autoridad del PP, e Isabel Díaz Ayuso, la dirigente popular con más tirón electoral en estos momentos, llegaron el domingo por la noche a la conclusión de que la presidencia de Pablo Casado tiene que llegar a su fin. [Crisis en el PP: Última hora sobre Casado y Ayuso en DIRECTO]

Según fuentes conocedoras de las conversaciones de los dos políticos, si el líder del PP no da ningún paso definitivo para dejar la presidencia del partido, ellos exigirán la convocatoria de una junta directiva nacional en la que solicitarán un congreso extraordinario y así poder elegir a un nuevo líder de los populares. En esas conversaciones, según ha sabido este diario, Ayuso dejó claro a Feijóo que ella no concurrirá a las primarias, un mensaje que ha lanzado esta misma mañana.

Ambos dirigentes quieren que ese cónclave urgente se realice cuanto antes. De hecho, anoche también coordinaron sus intervenciones públicas de esta misma mañana. Casi a la misma hora, uno en Ourense y otra en Boadilla del Monte, han dejado claro que Casado tiene hoy la última oportunidad para dar un paso atrás y anunciar que cede el testigo. Si no, utilizarán los cauces que marcan los estatutos para tumbarle: pedir una junta directiva nacional en la que los miembros (casi 400) voten si quieren que se celebre un congreso urgente. Hacen falta dos tercios de los votos, algo que la alianza entre Feijóo (que está apoyado por Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco, entre otros) y Ayuso conseguirían con facilidad.

El barón gallego ha advertido al líder del PP que no logró resolver la crisis "en el primer tiempo" (el viernes) y le ha pedido que lo haga "en el segundo y definitivo" (hoy).

La fecha del congreso de Madrid

Según fuentes de la Puerta del Sol, Ayuso lo único que desea ahora es la fecha para que el congreso del PP de Madrid se celebre "cuanto antes". La organización de ese cónclave interno autonómico es el origen de las desavenencias entre la presidenta y Casado, ya que este último se resistía a darle esas riendas para que no reuniera más poder.

Para evitarlo y por "celos políticos", apuntan fuentes del equipo de la dirigente madrileña, la dirección nacional pidió que la espiaran, a ella y a toda su familia, para intentar sacarle trapos sucios.

Reunión del comité de dirección

Casado está reunido en estos momentos con su comité de dirección en la sede de Génova, con su núcleo duro, el secretario general, Teodoro García Egea, y los vicesecretarios.

Ni siquiera es suficiente si Casado hoy entrega la cabeza de su número dos, según concluyeron Ayuso y Feijóo. Consideran que el daño que se ha hecho al partido es demasiado grave y que ese movimiento no conseguiría calmar las aguas.

El comité, que empezó su reunión a las once de la mañana, ha hecho un receso para la comida y se ha reanudado a las cinco de la tarde, según han informado fuentes de la dirección.

El tren de Feijóo

El paso al lado de Ayuso, avanzándole a Feijóo que no se presentará a las primarias, deja vía libre al barón por antonomasia, al presidente de las mayorías absolutas, al líder que dejó pasar el tren en 2018, después de la moción de censura a Mariano Rajoy, y que ahora todos vuelven a mirar.

Feijóo se vuelve a ver empujado por su partido para que se anime a convertirse en el jefe de filas de todos. Pero hay una diferencia: entonces se sabía que Casado había anunciado que se presentaría a aquellas primarias y que Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal también tenían aspiraciones. Además, tras la salida de la Moncloa por la moción, al PP le quedaban unos años en el desierto. Ahora, sin embargo, Ayuso ya le ha dejado la vía libre y hay unas elecciones generales que se tienen que convocar, como mucho en un año y 9 meses. Y la necesidad de un liderazgo claro ahora, como entonces, está presente.

Un barón que ha hablado con él estos días, para debatir qué deben hacer para superar este momento tan delicado del partido, explica que sabe que ha echado cuentas: tiene 60 años, en Galicia ha cumplido su compromiso y es consciente de que este tren ya no volverá a pasar más. Es ahora o nunca.

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