Crisis en el PP

Los barones ven la “rendición” de Casado ante Ayuso como una muestra de su “extrema debilidad”

El líder del PP cerrará el expediente que le había abierto a la presidenta de Madrid pocas horas después de lanzarle graves acusaciones

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Pilar Santos

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La dirección de Pablo Casado anunció este sábado a media tarde que el PP cerrará el expediente informativo que le había abierto a Isabel Díaz Ayuso por las mordidas que creía que se había llevado su hermano tras firmar contratos a dedo con la Comunidad de Madrid. El partido dará ese paso porque Casado considera “satisfactorias” las explicaciones sobre los negocios de Tomás Díaz Ayuso que el viernes por la tarde le ofreció en persona la dirigente en una reunión a la que le convocó en la sede de Génova.

La clausura de ese expediente se ha visto por los barones más representativos del partido como una “rendición” de Casado ante Ayuso y una muestra de “extrema debilidad” por parte del líder de los populares. “Tú no puedes cerrar la investigación 24 horas después de llevar dos días insinuando que la presidenta de Madrid es una corrupta y que ha tenido un comportamiento que no es ejemplar”, declara un presidente autonómico con mando en plaza que pide no aparecer con nombre y apellidos. “Cuando he visto la noticia, pensaba que era mentira, porque muestra tal fragilidad como dirigente que no se entiende”, añade.

Los dirigentes autonómicos consultados creen que la amenaza de Feijóo de convocar un congreso urgente ha asustado al líder del PP

Los barones consultados por este diario coinciden en tres razones que han llevado a Casado a "envainársela" en tan pocas horas ante la dirigente madrileña: primero, la manifestación que este domingo está convocada para pedir la dimisión del presidente del PP frente a la sede de Génova; segundo, los pocos dirigentes regionales y alcaldes "importantes" que han salido a defenderle después de que se declarase el jueves la guerra con Ayuso; y, por último, la constatación de que, “por primera vez”, ha visto que hay una “alternativa”: Alberto Núñez Feijóo.

El presidente de la Xunta pidió el viernes a Casado que cerrase cuanto antes la “hemorragia” que se había abierto en el partido si no quería que los dirigentes territoriales tuvieran que pedir un congreso extraordinario. En una entrevista en EsRadio, Feijóo le reclamó expresamente que se sentara cara a cara y a solas con Ayuso. "No se puede unir el centroderecha si no se acredita que el partido está unido", lanzó en referencia a la necesidad de neutralizar a Vox, que amenaza la hegemonía del PP entre los votantes más conservadores.

Las acusaciones del líder

El líder del PP tardó pocas horas en cumplir la petición de Feijóo. Después de comer, le llamó. Según fuentes de la Puerta del Sol, sorprendió el gesto, porque no habían pasado ni ocho horas desde que, en la Cope, el jefe de los populares hubiera lanzo frases muy duras contra Ayuso. “La cuestión es si es entendible que el 1 de abril, cuando morían en España 700 personas, se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros de beneficio por vender mascarillas", llegó a decir sobre uno de los negocios firmados por Tomás Díaz Ayuso.

El segundo tren de Feijóo

Casado hizo estas declaraciones a las nueve, justo antes de que hablara Feijóo y le pusiera deberes. Al ver la actitud del presidente de la Xunta, que fue más claro que nunca, Casado y Teodoro García Egea "se han asustado", apuntan los barones consultados. Creen que Feijóo ha logrado fijar el "marco mental" de que puede haber una salida al "caos" y que podría pasar por él. Ya ha logrado su cuarta mayoría absoluta, tiene 60 años y sabe que el tren le está pasando por segunda vez. La anterior fue tras la moción de censura de Mariano Rajoy, en 2018, y decidió no dar el paso en aquel congreso extraordinario que acabó ganando Casado frente a Soraya Sáenz de Santamaría.

El quid ahora, avisan los barones, es saber hasta cuándo interesará, sobre todo a Ayuso, un Casado "moribundo"

Esta medida de presión lanzada por Feijóo está hablada con los barones más destacados, entre ellos Juanma Moreno (Andalucía) y Alfonso Fernández-Mañueco (Castilla y León), y también "comentada" con "muchos más presidentes regionales del partido", aseguran fuentes conocedoras de esos contactos a muchas bandas. "Si García Egea y Casado quieren pensar que tienen atado el partido que vean quiénes han salido a apoyarles en esas redes sociales que tanto les gustan", apuntan esas fuentes.

La posible destitución de García Egea

Enfrente, en cambio, entre los líderes autonómicos más casadistas, se considera que la cúpula del partido "tiene asegurados el 80% de los apoyos" de la junta directiva nacional, órgano en el que se votaría la opción de convocar un congreso extraordinario. En esa junta, donde hay cerca de 400 personas, entre la cúpula directiva, diputados, senadores, europarlamentarios, presidentes autonómicos, del partido y también alcaldes, se tendría que decidir por una mayoría de dos tercios la posibilidad de ir a unas primarias para elegir a un nuevo presidente (o presidenta) de la formación.

Feijóo ha logrado su cuarta mayoría absoluta en Galicia, tiene 60 años y sabe que el tren le está pasando por segunda vez

Los defensores de Casado consideran que es innecesaria "la campaña contra García Egea", porque el líder del PP "nunca dejará caer" a su secretario general. Estos días atrás, algunos dirigentes sugirieron que el líder del PP podía destituir a su número dos como "gesto de distensión" ante Ayuso y el resto del partido. A García Egea se le responsabiliza del supuesto espionaje ordenado por la dirección nacional a la presidenta y su entorno para encontrarle trapos sucios.

El asunto se abordó en el cara a cara entre el líder y la presidenta el viernes y que Génova dio a conocer este sábado a mediodía. La dirección propuso emitir un comunicado para escenificar el fin de las hostilidades en el que Ayuso dijera que no había sido espiada por el PP. La dirigente no lo suscribió. Pese a su negativa, este sábado, Casado a iniciativa propia anunció que el expediente por las supuestas mordidas de su hermano se cerrará en la próxima reunión del comité de derechos y garantías.

El quid de la cuestión ahora, avisan los barones, es saber hasta cuándo les interesará, a ellos y también a Ayuso, un Casado "moribundo". La presidenta ha acabado tocada por esta crisis y, según esos dirigentes, no le conviene un congreso urgente en dos meses. El ordinario se debería celebrar en julio, cuando se cumplen cuatro años de la elección de Casado. Cinco meses. Toda una vida a la vista de la velocidad de la política española.

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