Reacciones de Moncloa

El Gobierno, tras la acusación de filtrar el dossier: "Casado se lo dijo para esconder que era él"

El Ejecutivo niega de manera rotunda cualquier implicación en la guerra sucia del PP

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en una comparecencia en La Moncloa.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en una comparecencia en La Moncloa. / EP

Marisol Hernández

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Moncloa ha negado "rotundamente" este mediodía cualquier implicación en la guerra sucia en el PP, después que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, asegurara en una comparecencia pública que Pablo Casado le comunicó que disponía de información contra ella que le había sido facilitada por el Gobierno central.

Ayuso ha contado que en septiembre pasado acudió a Génova a una reunión con el presidente del PP en el que éste sacó a colación que tenía datos sobre un posible trato de favor a su familia en las contrataciones de Ejecutivo madrileño. "Me dijo que el dossier se lo habían filtrado desde la Moncloa".

Fuentes gubernamentales consultadas por El Periódico de España, medio que pertenece al mismo grupo editorial que este diario, rechazan de manera categórica estas acusaciones y sostienen que esa fue la "versión" que le dio Casado "para quitarse él" de en medio. "Fue la excusa que le puso pero el dossier era de él". De hecho, en línea con lo que mantiene el Ejecutivo, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en una intervención posterior ha matizado la atribución a La Moncloa como autor de ese informe. "Es evidente que si obraba en poder de otras personas, también los adversarios podían disponer de él", ha dicho en referencia a que estaba en circulación, aunque sin desvelar quien lo confeccionó. 

El Gobierno asiste hoy maravillado al proceso de implosión en el PP. Desde hace meses la guerra entre Casado y Ayuso ha sido una fuente permanente de argumentos para dejar en evidencia al líder de la oposición. Pero, para la Moncloa y para la dirección socialista, este proceso de deslegitimación interna en el que creen que se encuentra el presidente popular ha acabado de explotar tras el resultado de las elecciones autonómicas de Castilla y León.

"No se abre un nuevo ciclo electoral"

A instancias de Génova Alfonso Fernández Mañueco convocó porque creía que "le convenía", con encuestas que, aseguraba en la propia dirección del PP, les daban casi mayoría absoluta. Pretendían así trasladar que la victoria de Ayuso en Madrid no era fruto de su liderazgo sino de la pujanza de la marca PP. Al final, señalan las fuentes consultadas, lo único que han conseguido es cambiar a un socio que "estaba muerto" (Ciudadanos) por Vox. Y esto ha evidenciado que el único modo de que Pablo Casado llegue a La Moncloa es con Vox. "El PP solo no es alternativa". "Si no lo eres en Castilla y León, quitando Galicia, dónde lo vas a ser". Fuentes del partido señalan que Casado "no genera confianza en el electorado de la derecha".

Esta circunstancia, que el liderazgo del líder popular no acabe de cuajar, se observa en Moncloa como un gran colchón de oportunidad. Pedro Sánchez no percibe en él una verdadera amenaza. No es algo nuevo, Ya era así en los tiempos de Iván Redondo. Pero en el nuevo equipo del jefe del Ejecutivo persiste el asombro porque no elija el camino de la moderación, que ha mutado ahora a la sensación de que "cambia de rumbo cada día".

El resultado en Castilla y León confirmaría que "no se abre el nuevo ciclo electoral que vaticinaban en Génova", que "no estamos ante el prólogo de la llegada de Casado a la presidencia del Gobierno", aseguran en La Moncloa. Al contrario, en el Ejecutivo y en la dirección del PSOE se abonan a la tesis de la creciente "fragilidad" de su liderazgo dentro de su propio partido. Está "cuestionado" y el PP no se percibe como un proyecto definido porque "cada uno dice una cosa".