Malestar en Junts por la hoja de ruta "poco coherente" de Aragonès

Inconcreta, incoherente, antigua. Así ven en Junts per Catalunya la conferencia del 'president' Aragonès de este lunes en la que criticó el bloqueo de la mesa de diálogo por parte del Gobierno y pidió unidad independentista para responder a esta situación. En la dirección del partido del 'expresident' Carles Puigdemont ha gustado poco o nada la intervención del dirigente de ERC en el MNAC. Y si el mensaje en público es crítico, en privado es mucho más severo.

En Catalunya Ràdio, el secretario general del partido, Jordi Sànchez no ha escondido su descontento con algunas afirmaciones de Aragonès. Pero, sobre todo, ha incidido en la falta de liderazgo y ha subrayado que las palabras del 'president' son un reconocimiento del "fin de un recorrido en torno a la mesa de diálogo".

¿Aragonès imita a Mas?

En Junts creen que Aragonès trenzó un discurso más propio de la etapa de gobierno de Artur Mas -cuando este propuso la llamada casa grande del catalanismo, antes de abrazar el independentismo- que no de la actualidad. Consideran que el dirigente republicano ha acabado asumiendo lo que JxCat proclamaba desde hace meses: que la vía del diálogo con el Gobierno español es estéril. Y a partir de ahí las fuentes consultadas del partido consideran que el jefe del Govern debería haber formulado una oferta mucho más concreta respecto a la nueva carta de navegación del soberanismo.

Todo ello en un contexto de grandes recelos. Por ejemplo, no todos en Junts vieron bien que todos los 'consellers' arroparan a Aragonès en la sala oval del MNAC, y que una notable representación de la dirección del partido también acudiera a la cita. Consideran en Junts que el contenido de la intervención presidencial no tuvo el grueso que la puesta en escena prometía. Otro detalle: Sànchez ha revelado que, por la mañana, pidió a Aragonès que le avanzara los contenidos, porque no lo había hecho antes.

Formas y contenidos

Junts celebró una minicumbre en la sala oval del MNAC justo después de la invocación de Aragonès a los consensos y a superar "miradas de reojo". Y en partido de Puigdemont lamenta, en especial, que el 'president' no defina el cómo piensa llevar a cabo el ejercicio de presión al Gobierno para que se siente a negociar. Tampoco ha gustado a JxCat que Aragonès hablara de los indultos en unos términos que podrían dar a entender que han sido fruto de una negociación política con ERC.

Todo ello forma parte de las impresiones generales en un partido diverso, en el que no faltan visiones mucho más críticas sobre la intervención presidencial. Así pues, la invitación a unir esfuerzos por parte de Aragonès halla, por ahora, una respuesta no negativa pero fría y absolutamente desconfiada.