Continúa la polémica

PSOE y PP se zambullen en el barro por la votación de la reforma laboral

Los populares insisten en que hubo "pucherazo" y "fraude" el jueves, y acusan a Batet de posible "prevaricación" por no permitir subsanar el error de Casero

Ferraz cree que la denuncia no tendrá recorrido y tacha al PP de "corrupto" por fomentar el "transfuguismo" y pagar un "precio" a los dos diputados de UPN

La bancada del PP y de Vox celebran con júbilo las primeras palabras de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, cuando anuncia que la reforma laboral queda derogada. Algunos dirigen su aplauso a los dos diputados de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero. Fue este 3 de febrero de 2022 en el pleno de la Cámara baja.

La bancada del PP y de Vox celebran con júbilo las primeras palabras de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, cuando anuncia que la reforma laboral queda derogada. Algunos dirigen su aplauso a los dos diputados de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero. Fue este 3 de febrero de 2022 en el pleno de la Cámara baja. / JOSÉ LUIS ROCA

Juanma Romero

Juanma Romero

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De la calculadora al vertedero. De la tensión por contar (y amarrar) votos al barro por el cruce de gruesos reproches. El debate político sigue girando en torno a la reforma laboral, pero en otras coordenadas. Ahora toda la sombra recae en la votación misma, en el voto por error del diputado del PP Alberto Casero que dio la victoria al Gobierno, y en los dos parlamentarios de Unión del Pueblo Navarro que desobedecieron la directriz expresa de su partido y votaron en contra de la convalidación del real decreto ley. La bronca ya es mayúscula. Los populares hablan de "pucherazo a la soberanía nacional", de "cacicada", y señalan a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por presunta "prevaricación". Los socialistas, por su parte, creen que la denuncia de Génova no tendrá recorrido judicial y califican de "tránsfugas" a los representantes de UPN, y ya solo "queda saber el precio pagado por el PP". La jornada, otra vez preñada de crispación, concluyó con el inicio del procedimiento de expulsión de los dos representantes navarros.

El PP dejó claro que no va a soltar la presa. Casero presentó un escrito en la Mesa de la Cámara baja para reiterar que su voto era no. El PP siguió con la petición a Batet para que convoque de manera urgente al órgano de gobierno del Congreso para que se "anule" el voto remoto de su parlamentario "y recibir la consiguiente autorización para votar presencialmente" la reforma laboral. Los populares siguen defendiendo que Casero —mano derecha del número dos del partido, Teodoro García Egea— votó contra el decreto pero que un fallo en el sistema lo contabilizó como un sí.

Advertida la dirección, esta avisó a Batet. Pero la presidenta del Congreso fue informada por los servicios de la Cámara de que no se había detectado ningún error informático, y por tanto no vio necesidad de convocar a la Mesa. Casero, que había votado desde casa, se presentó en la carrera de San Jerónimo para intentar subsanar el error. No se le permitió entrar con la votación en marcha, pero luego sí se le vio ocupar su escaño en plena tangana.

Al generalizarse el voto telemático, se modificó el procedimiento, y ahora la verificación se hace a través de la intranet, con usuario y contraseña, sin comprobación telefónica

Los populares aseguran que hubo "fraude", que el Ejecutivo "manipula" la democracia. "Es un fracaso para Pedro Sánchez que la medida estrella de su legislatura haya tenido que aprobarse con este pucherazo parlamentario", afirmó Pablo Casado en una comparecencia sin preguntas. El PP se agarra a que la resolución de 2012 que regula el voto telemático indica que tras emitirse este ha de comprobarse telefónicamente por la Cámara. Sin embargo, en marzo de 2020, cuando estalló la pandemia, y después en octubre de 2021, sendos acuerdos de la Mesa modificaron el procedimiento al generalizarse esta fórmula. En ellos se precisa que el método de verificación del voto online se hará "a través de la intranet de la Cámara, con la introducción de usuario y contraseña".

Una "sobreactuación"

Además, la plataforma electrónica pregunta al diputado si quiere confirmar su voto (y en ese caso, lo envía y lo registra, tras lo que se puede obtener un resguardo) o si quiere enmendarlo y volver atrás. Casero se equivocó en tres ocasiones en el pleno del jueves, en el que se votaron una veintena de asuntos, pero el PP solo denuncia un fallo informático en un caso, en la convalidación de la reforma, y no ha presentado pruebas de que lo pudo haber. Desde la Presidencia del Congreso se recuerda que no ha fallado "jamás hasta ahora" el sistema, y que cuando un diputado se equivoca (bien telemáticamente o bien desde su escaño) la votación no se repite. El jueves, las actas hacen constar en total 12 errores de los 14 parlamentarios que votaron a distancia.

Para el PSOE, había una estrategia "planificada" por la derecha para no dejar margen de reacción al Gobierno

Para los socialistas, se trata de una "sobreactuación" del PP, una protesta que quedará en nada, por mucho que la lleven al Constitucional, porque no hubo fallo técnico —y en ese caso el Alto Tribunal sí podría dar la razón a los conservadores, según su jurisprudencia—, sino humano. Pero quieren trascender de ello e ir a la sustancia. Tanto el titular de la Presidencia, Félix Bolaños, como la vicesecretaria general, Adriana Lastra, ambos de la máxima confianza del presidente, desplegaron artillería pesada contra Génova. Contra ese "PP de Casado y García Egea capaz de cualquier cosa con tal de llevar adelante sus pretensiones".

"Un caso de transfuguismo de libro", apuntó el ministro, para recordar, como la número dos del PSOE, que los diputados de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, "mintieron" a lo largo de todo el jueves. Para Ferraz, había una estrategia "planificada" de ambos con PP y Vox, con los que estuvieron "hablando y reuniéndose" durante el pleno, y la prueba de cargo, defiende, es la insistencia de Génova en rectificar el error de Casero antes de la votación, cuando en teoría no habría sido determinante para el resultado, y cómo la bancada de la derecha y la ultraderecha saltó de sus escaños como un resorte cuando Batet anunció, por error, que el decreto quedaba derogado, y dirigió sus aplausos hacia Sayas y Adanero. El objetivo era no dejar margen de "reacción" al Ejecutivo.

En la cúpula del PSOE defienden que su secretario de Organización, Santos Cerdán, y su portavoz, Héctor Gómez, además del portavoz de Cs, Edmundo Bal, preguntaron a los parlamentarios, y garantizaron su sí. En Ferraz no se dieron cuenta de la maniobra, pese a los recelos de los días anteriores, y defienden que en todo caso no había mucha salida, porque ERC y PNV se opusieron a apearse del no a la reforma. Ni siquiera arrojó frutos la llamada del presidente al líder de los nacionalistas vascos, Andoni Ortuzar, en la mañana del jueves.

Expulsión a los dos diputados de UPN

Para el PSOE, es evidente la "compra de voluntades por parte del PP". "Lo único que nos queda por averiguar es el precio que ha pagado el PP", denunció Lastra, con máxima dureza. Más tarde, en un acto electoral en Salamanca, tachó al PP de "corrupto" por fomentar el "transfuguismo". Sayas y Adanero negaron haber cobrado del PP. Los socialistas sospechan que, una vez expulsados de UPN, pueden acabar en las listas de los conservadores.

En la Moncloa y en el partido, retumba la acusación a Génova de haber perpetrado "un tamayazo bis" que no le saldrá gratis. "Embarulla el escenario, pero no es rentable para ellos. La gente centrada no entiende esto, tampoco cómo su labor contra la gestión de los fondos, el bloqueo constante... El negacionismo tiene un coste".

Un juzgado de Madrid abre diligencias para verificar si hubo delito informático en el voto a distancia del parlamentario popular

El folletín continuó en Pamplona. La ejecutiva de UPN decidió pedir formalmente a Sayas y Adanero sus actas (ellos han dicho que no lo harán) y, de lo contrario, iniciará el procedimiento de expulsión por su "grave indisciplina" al desobedecer el mandato de la cúpula. Ambos no se arrepienten y alegan que el líder de UPN, Javier Esparza, decidió sin contar con ellos. Pero fue Sayas a quien hace semanas se dirigió el PSOE, y este se remitió a Esparza, según relató Lastra. A la salida de la reunión de la ejecutiva, García Adanero reconoció a la prensa que fue el único miembro de la cúpula que votó en contra de lo decidido por el órgano, integrado por 16 personas elegidas por el congreso de UPN y otros ocho miembros natos. Este sábado se reúne el consejo político del partido, compuesto por 232 miembros, y entre ellos los dos diputados en la Cámara baja.

Y ya hay derivada judicial. El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid acordó este viernes abrir diligencias para investigar si hubo error informático en la votación del jueves, informa EFE. El juez admite así la denuncia del abogado Esteban Gómez Rovira por un presunto delito informático, pero rechaza la medida cautelar solicitada por el denunciante para que la Guardia Civil acuda tanto al domicilio de Casero como en el Congreso "para proceder al análisis de terminales y sistemas necesarios para investigar el presunto delito". La Fiscalía se opone por no existir "urgencia" para practicar esa diligencia. El titular del juzgado remitió el caso a reparto. El culebrón promete producir más episodios.