Debate en el Congreso

Cs recupera su rol de partido bisagra y marca distancias del PP

Arrimadas defiende su 'sí' al decreto y celebra que ERC y Bildu no hayan metido "las zarpas" en la reforma laboral

Inés Arrimadas

Inés Arrimadas / JOSÉ LUIS ROCA

Pilar Santos

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El discurso de Inés Arrimadas de este jueves en el Congreso retrotrajo a los oyentes a 2015, cuando Ciudadanos se vendía como un partido bisagra, como una formación que era capaz de pactar a derechas e izquierdas. La presidenta del partido liberal celebró de nuevo ese rol, abandonado por Albert Rivera en aquellas fechas, cuando se creyó capaz de sustituir al PP. Arrimadas defendió en la tribuna el ‘sí’ de sus nueve diputados a la reforma laboral por “sentido de Estado” y se jactó de haber devaluado la capacidad de negociación de ERC y EH Bildu, que finalmente votaron ‘no’.

“[Los independentistas] no han podido meter las zarpas en la reforma”, exclamó. "Hoy es un día importante para España porque, por primera vez, los que suelen ganar en el mercadeo político del Congreso hoy pierden", declaró. Para Ciudadanos, el texto de la nueva legislación "es la menos sanchista que se podía hacer". "No nos gusta este Gobierno pero mientras esté vamos a hacer que haga el menos daño posible”, afirmó. Según fuentes de la dirección de Ciudadanos, pese al decisivo apoyo que han dado al Ejecutivo del PSOE-Unidas Podemos en esta ocasión, seguirán “como desde el inicio de la legislatura”, apoyando al Gobierno cuando lo consideren oportuno. Esta vez han conseguido romper el bloque de investidura en una de las leyes más importantes de la legislatura, pero dependerá de la Moncloa avanzar en esa colaboración, apuntaron esas fuentes.

Las elecciones autonómicas en Castilla y León, el día 13, ha marcado las estrategias de todos los partidos en esta decisiva votación en el Congreso. En el caso de Ciudadanos ha ganado algo de foco y le ha servido para intentar coger aire tras un 2021 en el que se hundieron en las elecciones al Parlament de Catalunya y desaparecieron de la Asamblea de Madrid. Sin embargo, en la dirección del PP consideran que Arrimadas le ha “regalado una bombona de oxígeno a Sánchez para que pueda agotar la legislatura” y lo ha “vuelto a blanquear”. En Génova creen que, después del viraje de Rivera en 2015, los electores ya no los volverán a ver como “bisagra” aunque apoyen a “un Gobierno de PSOE-Podemos”.

"No nos gusta este Gobierno, pero mientras esté vamos a hacer que haga el menos daño posible"

Inés Arrimadas

— Presidenta de Cs

Emoción navarra

El PP defendió su rechazo por ser una reforma laboral “objetivamente mala” y derogar en parte la que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó en 2012 con los empresarios, pero sin los sindicatos. Los populares, que llegaron al debate con una posición definida y clara, acabaron la jornada con un regusto amargo. Los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), un partido hermano con el que se han presentado en coalición en Navarra, añadieron emoción a la jornada: empezaron el día diciendo que no estaban de acuerdo con el ‘sí’ a la reforma que había aprobado su dirección en Pamplona, aunque añadieron que no romperían la disciplina de voto. Sin embargo, finalmente, Sergio Sayas y Carlos García Adanero sí lo hicieron y votaron ‘no’. Esa decisión podría haber desbaratado el ajustado plan del Gobierno. Sin embargo, un diputado del PP votó telemáticamente se equivocó y el Ejecutivo superó el examen por la mínima: 175 ‘síes’ contra 174 ‘noes’.