La campaña arranca en una semana

El PSOE tiende puentes con España Vaciada para aislar al PP con Vox en Castilla y León

Tudanca, el líder y candidato, subraya que el movimiento puede ser un "aliado" si suma para el "cambio", aunque el "único" que lo garantizaría sería su partido

Sánchez se expondrá lo justo para el 13-F, para evitar la contaminación nacional, que tanto valió Ayuso y que fue un "error": participará en solo cuatro mítines

El secretario general del PSOE de Castilla y León y candidato a la Junta, Luis Tudanca (i), con los ministros de Industria y de la Presidencia, Reyes Maroto y Félix Bolaños, este 19 de enero de 2022 durante su desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en Madrid.

El secretario general del PSOE de Castilla y León y candidato a la Junta, Luis Tudanca (i), con los ministros de Industria y de la Presidencia, Reyes Maroto y Félix Bolaños, este 19 de enero de 2022 durante su desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en Madrid. / EUROPA PRESS / CÉZARO DE LUCA

Juanma Romero

Juanma Romero

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El ciclo electoral se abre el 13 de febrero, en Castilla y León, con un actor nuevo. España Vaciada. Se presenta en cinco de las nueve provincias y puede ser una bisagra clave para componer mayorías. Robando votos a izquierda y derecha. Pero la estrategia seguida por PP y PSOE es divergente. Los populares combaten con fiereza las plataformas de la despoblación, las llaman "marca blanca" de los socialistas. Estos, en cambio, tienden puentes con ellas por si abren la puerta del "cambio" en una comunidad gobernada desde hace 35 años por los conservadores.

Porque ese, el "cambio", será el 'claim' de la campaña del PSOE en Castilla y León y de su candidato, Luis Tudanca, secretario regional desde 2014. Ya lo ha sido en estas semanas previas a la recta final —'Cambio y esperanza' era el eslogan— y lo será en el tirón final. Para los socialistas, pese a la lluvia de encuestas que sitúan al presidente autonómico, el popular Alfonso Fernández Mañueco, cerca de la mayoría absoluta, "nada está escrito", y quieren hacer valer tanto su victoria en 2019 (que tampoco preconizaban todos los sondeos, recuerdan), como su condición de partido "fuerte, cohesionado" y como fuerza hegemónica de la izquierda, a diferencia de lo que ocurre en una derecha muy disgregada.

Por eso la dirección del PSOE castellanoleonés ha diseñado con Ferraz una campaña más enfocada en la región. Y, para impedir que se repita el "error" de lo ocurrido en las elecciones del 4 de mayo en Madrid, expondrá lo justo a Pedro Sánchez: acudirá solo en cuatro ocasiones (a Zamora, León, Soria y Valladolid), para evitar la contaminación nacional y el cuerpo a cuerpo de Mañueco con el jefe del Ejecutivo. En los anteriores comicios, Sánchez confrontó directamente con Isabel Díaz Ayuso, y ella aprovechó para victimizarse, batirse con él e ignorar al candidato socialista, Ángel Gabilondo.

"Confío en que seamos capaces de entendernos para que ese Gobierno de cambio llegue", asegura Tudanca sobre las plataformas de la España Vaciada

Tudanca acudió este miércoles a un desayuno informativo en Madrid, presentado por la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y arropado por otros cuatro ministros y la cúpula federal de su partido. Allí saludó las candidaturas de la España Vaciada: pueden ser "un aliado" de los socialistas "si apuestan por el cambio, por cambiar las cosas en Castilla y León". El candidato explicó que entiende el movimiento, "especialmente" en su comunidad, en la que las más de tres décadas de gobiernos populares han hecho mella. España Vaciada "en general ha sido útil y ha hecho visible una reivindicación que habla de los desequilibrios" en temas como "el desarrollo, las infraestructuras o el empleo". "Todos aquellos que quieran aportar, sumarse al cambio en Castilla y León, son bienvenidos. Confío en que seamos capaces de entendernos para que ese Gobierno de cambio llegue", apuntó.

"Ya lo hemos vivido"

No obstante, Tudanca lanzó el aviso: la "bandera del cambio en la región solo la representa el PSOE". "Es que ya lo hemos vivido", abundó. Recordó así cómo en 2019 el PSOE, por primera vez desde 1983, ganó las elecciones (35 procuradores, por los 29 del PP), y Ciudadanos, que había hecho campaña por el "cambio" y la "regeneración", acabó apoyando a Mañueco y mantuvo a los conservadores en el poder. "La única manera de garantizarlo es que el PSOE tenga una mayoría no como en 2019, sino mayor porque siempre hay tentaciones de perpetuar lo que tenemos", y España Vaciada, alertó, es un "movimiento muy heterogéneo". Lo ilustró con un dato: 14 de los 18 candidatos de la lista por Valladolid son ex de la formación naranja.

Los socialistas afirman que salen a mantener su posición de primer partido y apuntan que si PP y Vox no suman el escenario se abre

Los socialistas subrayan que salen a ganar, y que la fragmentación les puede ayudar. Alegan que si el PP y Vox no suman por sí mismos (la mayoría absoluta se sitúa en 41 escaños, en una Cámara de 81), el escenario "se abre". Y España Vaciada puede ser clave. El PSOE cree que hay mucho de efecto moda, y no percibe que tenga entrada en las cinco provincias en las que concurre: Soria, Burgos, Palencia, Salamanca y Valladolid. Sí más en la primera, Soria, donde el movimiento "sí está más consolidado". Pero aunque no consigan escaño, puede alterar los restos, el reparto de los últimos escaños en cada circunscripción, y por eso creen en el círculo de Tudanca que las urnas son imprevisibles.

Además, España Vaciada no está sola: también se presentan Por Ávila (escisión del PP, con la que Mañueco no pudo pactar los presupuestos para 2022), Unión del Pueblo Leonés (formación leonesista, pero conservadora) y Cs. Fuentes muy próximas al candidato recalcan que para una plataforma local "es difícil de justificar" una alianza con el PP, el partido que "les ha metido en el hoyo". "Mañueco insulta a España Vaciada [se presenta como el partido del campo] y a Por Ávila y trata a UPL como si fuera ERC", aducen. El presidente regional "lo fía por eso todo a Vox", pero una entente con la ultraderecha le impediría sumar a otras pequeñas formaciones, según el cálculo del PSOE.

"No espero nada de los dirigentes de Cs"

Tudanca desplegará una campaña muy apegada a Castilla y León, con el "cambio" como bandera, y que utilizará como reclamo para atraer a los antiguos votantes de Cs. En su desayuno en Madrid, el secretario general se dirigió, de hecho, a los que no le apoyaron en los comicios de 2019 pero apostaron por el "cambio y regeneración" —lo que prometía Paco Igea, aspirante de Cs y vicepresidente de la Junta hasta que Mañueco le echó del Gobierno, el mes pasado—, para que esta vez sí confíen en él. "Si vuelven a votar y vuelven a votar cambio, lograrán que haya cambio en Castilla y León, peor no espero nada de sus dirigentes".

El PSOE estima que la incidencia electoral de la polémica de la carne ha sido menor, pero sí le ha valido al PP para tender una "cortina de humo"

Los socialistas no se atreven a anticipar qué hará Igea esta vez: en 2019 quiso haber respaldado a Tudanca, pero se lo impidió Albert Rivera. Ahora, en el equipo del candidato creen que el exvicepresidente podrá retener una pequeña parte de los votos que obtuvo hace dos años, porque está por encima de la marca y tiene un perfil de dirigente decidido frente al "timorato" Mañueco que le puede aupar. Y aunque no consiga escaño en varias provincias, razonan, sus votos restan al PP. Es decir, que así cómo la izquierda se concentra en el PSOE, la derecha está dividida en varias candidaturas. En el PSOE señalan que Unidas Podemos no les roba votos: lo contrario, les "suma", porque moviliza a una parte del electorado que "igual se quedaba en casa". El mayor activo que tiene la izquierda alternativa es el alcalde de Zamora desde 2015, Paco Guarido, de IU, reacio de siempre a la convergencia con Podemos.

La polémica de la carne ha colonizado el debate público en los últimos días. Tudanca ya dijo, y este miércoles lo reiteró, que el ministro Alberto Garzón se había equivocado por sembrar dudas sobre el sector. Pese a todo, los socialistas tienen la sensación de que el enredo no ha tenido "efecto electoral", aunque sí ha funcionado como una "cortina de humo" aprovechada por el PP para "que no se hable de Castilla y León y de su gestión". "El sector primario está muy vinculado a la derecha. Pero quien votaba progresista en el campo seguirá haciéndolo y quien votaba derecha lo seguirá haciendo. El PP sufre el peligro inminente por Vox, por el sector más joven del mundo rural", indican en el equipo del líder autonómico.

Debates con Mañueco e Igea

El PSOE es consciente de que Mañueco "intenta nacionalizar la campaña sin hablar de Castilla y León". "Quiere hablar de Ayuso, del sanchismo, de los ministros comunistas. Pero ahora todo el mundo se está enterando de qué pasa allí. Tenemos muchos votantes viviendo fuera de Castilla y León", aducen en el círculo de Tudanca. El candidato hará una campaña regional: "Nuestro éxito ha sido tener proyecto propio". Proyecto, continúan, que les permitió en 2019 ganar en el 62% de los municipios de más de 1.000 habitantes y gobernar en cinco de las nueve capitales (Valladolid, Soria, Segovia, Burgos y León).

Sánchez estará en Zamora, el 29 de enero; en León, en el acto central, el 6 de febrero, con Zapatero; en Soria, el 9, y en Valladolid, en el cierre, el viernes 11

Bajo esa óptica se ha diseñado una campaña con una participación muy medida de Sánchez. Ya participó en la presentación del candidato, en Palencia, el pasado 9 de enero, y no regresará hasta el sábado 29, a Zamora. Su siguiente mitin será el domingo 6, en el acto central, en León, con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y en la última semana viajará hasta Soria, el miércoles 9, y a Valladolid, el viernes 11, para echar el cierre. Tras el "error" de planteamiento de la campaña del 4-M, el PSOE de Castilla y León quiere que el presidente participe, pero siempre para hablar de la región. No obstante, el candidato estará acompañado por ministros y dirigentes federales. No así en la apertura, en Burgos, donde mitineará solo.

Los socialistas no quieren dar cuenta de sus propias encuestas internas, pero insisten en que hay partido. Pondrán el foco en la "urgencia del cambio", pero también en el reto demográfico, en la sanidad, en la industrialización o en el empleo, y también la "corrupción" del PP. En los temas, alegan, que "preocupan a la gente". Y confían en el efecto de los dos debates electorales, en los que Tudanca se medirá con Mañueco e Igea. Solo los tres, porque Podemos y Vox no entran al no disponer de grupo propio en las Cortes salientes. Quedan tres semanas para los comicios, el ambiente se caldea, y quizá suba más la temperatura si siguen resonando las urnas en otra comunidad central para el PP (y para el PSOE): Andalucía.