Negociación con los trabajadores

La Mesa del Parlament recula y apuesta por poner fin a la licencia por edad

Los partidos acuerdan impulsar una negociación con los funcionarios para suprimir el régimen especial al que se acogen algunos empleados durante los años previos a su jubilación

Hemiciclo del Parlament de Catalunya.

Hemiciclo del Parlament de Catalunya. / Europa Press

Júlia Regué

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La Mesa del Parlament da marcha atrás y se dispone a poner fin a las prebendas de algunos funcionarios que tienen a su disposición la posibilidad de seguir cobrando sin ejercer su cargo en una suerte de prejubilación que los partidos ven fuera de lugar. Después de que el diario 'Ara' destapara que la Cámara catalana dedica 1,7 millones de euros anuales para abonar esta paga a 21 empleados, los grupos parlamentarios se han unido para poner fin a este régimen especial llamado "licencia por edad".

Pero no será tan fácil. Y es que la eliminación de esta disposición aprobada en 2008 debe pasar por una negociación colectiva con el consejo de personal -equiparable a un comité de empresa en el sector privado-. La intención de los partidos es renegociar la última reforma acordada -y avalada por la Mesa el 21 de diciembre- que pasaba por recortar de cinco a tres años el plazo durante el que poder acogerse a esta paga. Ahora, el objetivo es que se acabe suprimiendo, si bien no podrá revocarse la concesión a los empleados que ya la cobran porque son derechos adquiridos ya consolidados.

Falta por ver qué ocurrirá en el caso de los funcionarios que la hayan solicitado pero que todavía no la cobran, y esto queda en manos de un informe solicitado a los letrados del Parlament para que aclaren cuántos se encuentran en esta situación y qué encaje tiene una nueva reforma. Los criterios para acceder a este complemento son que el trabajador tenga más de 60 años y lleve más de 15 años en la institución y puede cobrar entre 4.000 euros mensuales en las categorías más bajas y hasta los más de 10.000 que perciben dos exsecretarios generales.

Por otro lado, la Mesa acordó elaborar otro informe para impulsar una reforma profunda del órgano interno que vela por la transparencia a raíz de las dimisiones que ha generado este caso, y cuál es el vínculo de la Cámara con la comisión de Garantía del Derecho al Acceso a la Información Pública (GAIP).

Reproches y dietas

El acuerdo al que ha llegado la Mesa implica, de facto, reconocer que fue un error aprobar la reforma el 21 de diciembre porque ahí se estableció recortar a tres años el plazo. Y esto ha generado un cruce de reproches entre la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y el resto de grupos parlamentarios que han cuestionado que durante ese encuentro del órgano parlamentario no se advirtiera "lo suficiente" de que había 21 funcionarios cobrando este salario sin trabajar. "Faltaba contexto y se abordó como un trámite más", justifican algunos parlamentarios que avalaron entonces la reforma y que ahora la cuestionan. Sin embargo, el entorno de la presidenta critica que no prestaran atención a lo que estaba en juego porque, como otros puntos, se discutió como parte del orden del día.

En público, todas las formaciones llaman a poner fin a los "privilegios" y, de fondo, se reabre el debate sobre las dietas de los diputados, que sigue sin acuerdo entre las formaciones para su reformulación. De hecho, el Parlament aprobó el presupuesto de la Cámara catalana para 2022, que avanza en una reducción progresiva de las indemnizaciones (las conocidas dietas) de los diputados para que se incluyan dentro del salario, sin aclarar todavía quién se hará cargo de la tributación. 

El fin es que las indemnizaciones por gastos de viaje y desplazamiento (que oscilan entre 16.975,56 y 23.895,12 euros anuales) pasen a incorporarse al sueldo de los parlamentarios, lo que implica que quedarán sujetas a tributación del IRPF. Pero para evitar que los diputados pierdan parte de su retribución neta, la propuesta es que esta retención la cubra el Parlament, lo que supondría, según fuentes de la Cámara, un coste de 1,1 millones de euros para sus arcas. Pero esto no se ha abordado por ahora, está a la espera de un acuerdo entre los partidos para dilucidar quién se hace cargo de la retención y cómo acaban gestionándose las dietas. "Está claro que la reforma de la licencia por edad activa este otro debate", apuntan fuentes parlamentarias.