Busca zanjar la bronca interna

Moncloa evita respaldar a Garzón mientras arrecia la ofensiva de las derechas

Sánchez envía a Planas a hacer una ronda en los medios para dejar clara la posición del Gobierno y este juzga "desafortunadas" las palabras de Garzón

El PP encuentra una mina en las declaraciones del titular de Consumo, pese a que ha prohibido en municipios como Daimiel la instalación de macrogranjas

La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez (c), el ministro de Exteriores, José Manuel Albares (i) y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños (d) durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado este martes en el Palacio de la Moncloa.

La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez (c), el ministro de Exteriores, José Manuel Albares (i) y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños (d) durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado este martes en el Palacio de la Moncloa. / EUROPA PRESS / EDUARDO PARRA

Pilar Santos
Juanma Romero
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Gobierno no logra poner freno al último capítulo de tensión interna a cuenta de las declaraciones de Alberto Garzón en ''The Guardian' sobre las macrogranjas y la carne de "peor calidad" que, aseguró, producen. Los reproches entre socialistas y morados siguen cruzándose mientras la oposición continúa afilando los cuchillos contra el ministro de Consumo: PP, Vox y Ciudadanos van a pedir su reprobación en el Congreso y exigen que comparezca para dar explicaciones.

La primera desautorización de Garzón llegó por parte de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, el día 5 cuando aseguró que había hablado a título "personal", a lo que él respondió que no era así y que sus declaraciones habían sido "impecables". Este pasado lunes, en la SER, Pedro Sánchez evitó criticarle, aunque lamentó "muchísimo" la polémica. Una desautorización. Se intentó delimitar al mínimo la respuesta para no avivar el debate. Sin embargo, ante la creciente tensión interna con Unidas Podemos y la reacción de la oposición de derechas, que ha visto en el asunto una oportunidad para marcar la precampaña de las elecciones de Castilla y León (13 de febrero), la Moncloa encargó al ministro de Agricultura, Luis Planas, que este martes saliera a dejar claro que el Gobierno está a favor de los ganaderos, de todos ellos (también de la intensiva), y que Garzón se ha equivocado.

Empezó en Onda Cero una maratoniana jornada de entrevistas que acabó por la noche en 13 TV. Cuatro medios para subrayar que las declaraciones del ministro de Consumo fueron "bastante desafortunadas". "Soy el ministro de Alimentación, y si alguien habla de alimentación lo normal es que me llame", declaró en esa radio. Cuando le preguntaron si se podía concluir que el ministro de Consumo era la persona menos indicada para ese puesto, Planas respondió con un elocuente silencio, para al final rematar: "Ningún comentario por mi parte". Ya era suficiente la respuesta.

"Soy el ministro de Alimentación, y si alguien habla de alimentación lo normal es que me llame", señala Planas, que responde con un silencio cuando le preguntan si Garzón es el más indicado para el puesto

Rodríguez recibió seis preguntas sobre esta crisis tras el Consejo de Ministros. Los periodistas querían saber si Garzón tiene garantizada su continuidad en el Gobierno. Fueron en balde. La portavoz las obvió o las esquivó remitiéndose a lo que había dicho Planas (sus palabras "son elocuentes y claras con lo que es el compromiso del Gobierno"), respaldando de esta manera al ministro de Agricultura frente al de Consumo. o recordando que Sánchez, la víspera, había agradecido a "cada uno" de los ministros su trabajo. Rodríguez sostuvo que "frente a las palabras y al ruido" (que endosaba implícitamente a los morados), se imponen los "hechos", como la ley de la cadena alimentaria, la negociación de la Política Agraria Común (PAC) o los decretos de ordenación del porcino (2020), del avícola (2021) y la del vacuno de carne y leche aún en los fogones. Lo "relevante" para ella es que las decisiones del Ejecutivo se traducen en acuerdos del Consejo de Ministros y se publican en el BOE.

En el tramo final, tras la sucesión de preguntas en la misma línea, Rodríguez reiteró que Garzón no representaba al Ejecutivo: "Lo hemos dejado bastante claro: el ministro puede tener su posición y sus ideas. La posición del Gobierno se manifiesta en el Consejo de Ministros".

El "bulo" alimentado por la derecha, dice UP

Ni las palabras del jefe del Ejecutivo ni, mucho menos, la ronda mediática de Planas gustaron a Podemos, que ve "deslealtad" en el PSOE. Los morados consideran que han comprado un "bulo" alimentado por la derecha, a la que acusa de acogerse a una afirmación sin tener en cuenta que Garzón marcó la diferencia entre ganadería extensiva e intensiva.

"Aquí no hay conflicto [...].Tenemos una diversidad de producción que es absolutamente normal", sostuvo Planas en Onda Cero. Según un miembro del Ejecutivo que no quiere aparecer con nombres y apellidos, el ministro de Consumo se ha lanzado a "una batalla cultural" difícil de librar y a la que censura que se hayan sumado, en plena campaña, los "insensatos" dirigentes socialistas Javier Lambán y Emiliano García-Page, presidentes de Aragón y Castilla-La Mancha.

Garzón se reafirma en sus palabras, subraya que no se siente desautorizado por Sánchez y advierte "contradicciones" dentro del PSOE

El ala socialista reprocha a Garzón que haya desatado una tormenta en un momento inoportuno, a las puertas de las elecciones en Castilla y León, y que además haya conseguido echarse al sector primario en contra: "Nadie discrepa de la necesidad de endurecer las condiciones o de prohibir con umbrales máximos [de cabezas de ganado]. Pero tampoco nadie duda de la contestación del campo. Nos hemos cabreado con Alberto porque este es un territorio que veníamos trabajando, pero queremos ir de la mano de los ganaderos. Esto genera enroque en ellos y bloquea la capacidad de avanzar". El Ejecutivo, de hecho, pronto aprobará un decreto de ordenación de las granjas de vacuno, que limitará el número de cabezas a 850 (725 vacas de leche o 1.400 terneros de cebo).

Tras una semana de incendio interno, Planas confesó que no había hablado en los últimos con Garzón. Sí pudieron charlar este martes al término del Consejo de Ministros, relató en 'Al rojo vivo' (La Sexta), aunque sin que ninguna parte rectificara sus posiciones.

Por la noche, en 'El intermedio' (también en la cadena de Atresmedia), el titular de Consumo se reafirmó en sus palabras, defendió la ganadería extensiva "social y familiar" y sostenible frente a la "amenaza" de las macrogranjas, y criticó a Page por atacarle con "ferocidad". Añadió que no se siente desautorizado por Sánchez. "Creo firmemente que es la línea que tiene que seguir un Gobierno progresista". Advirtió "contradicciones" en el PSOE sobre la ganadería intensiva y señaló que, aunque no ha hablado con el presidente, quien sí lo ha hecho es Yolanda Díaz. Esta le trasladó que estaba de acuerdo con sus palabras. La vicepresidenta segunda también terció en la crisis interna, al pedir el lunes al jefe del Ejecutivo que "cuidara" la coalición.

El PP ha encontrado una mina, pese a que como partido ha tomado decisiones para vetar las macrogranjas. Uno de los últimos casos es Daimiel (Ciudad Real), donde ha aprobado una ordenanza para prohibir esas instalaciones. "La ganadería intensiva nada tiene que ver con las macrogranjas en nuestro país", aseveró Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso. "Las macrogranjas, como concepto, no están permitidas y, por tanto, no ha lugar a la cuestión", añadió.