El laberinto catalán

¿Junts sin Puigdemont? Pros y contras de un posible divorcio

La posible renuncia del 'expresident' al liderazgo de JxCat desataría una batalla por el poder interno y abriría la incógnita de qué consecuencias tendría en las bases del partido y el electorado independentista

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont

Fidel Masreal

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¿Qué sería de Junts per Catalunya si su líder, referente, cartel electoral e ideólogo dejase la presidencia de esta formación nacida hace tan solo un año y medio? "Dolerá", resume una persona vinculada al proyecto. "Será una guerra cainita para ver quién manda", zanja otra.

El impacto de Puigdemont en un proyecto nuevo y creado a su imagen y semejanza es evidente. No son pocos los que admiten sin tapujos que no habrían dado el paso si no fuera por el poder de su liderazgo, que arrastra a muchos fieles más allá de las siglas. La prueba de que el 'expresident' es un activo potente es que ganó el duelo electoral independentista a Oriol Junqueras (ERC) con una candidatura forjada contra reloj en 2017, que prescindió de gran parte de los dirigentes de la antigua CDC; que logró un millón de votos en las europeas de 2019 y que volvió a encabezar (esta vez simbólicamente) la lista de Junts el pasado año, en la que Laura Borràs quedó solo un escaño por debajo de ERC.

La Crida, el Consell...

Bajo la batuta de Puigdemont se creó la Crida Nacional per la República, que en pocas semanas logró superar los 50.000 asociados, si bien se deshizo dos años después. Y ahora, el Consell per la República, que también lidera el 'expresident', ya cuenta con más de 102.000 integrantes. Otros hitos son el mitin multitudinario de Puigdemont en Perpinyà en febrero del 2020 ante más de 100.000 personas (el doble según la organización).

El análisis interno es que sin su presidencia no se perderá músculo porque Puigdemont no romperá el carnet, seguirá a disposición de Junts y, además, se confía en una llegada de apoyos procedentes del municipalismo del PDECat. Asimismo, en las próximas elecciones europeas, en 2024, si el 'expresident' quiere mantener su escaño, deberá presentarse bajo el paraguas... de Junts.

Los posibles sucesores

Por otra parte, diversos dirigentes consultados admiten que sin el 'expresident' la guerra hasta ahora subterránea por el poder en el partido saltaría a la palestra. Junts es un proyecto con distintos liderazgos: el secretario general, Jordi Sànchez, tiene una cierta contestación interna; la candidata electoral y ahora presidenta del Parlament, Laura Borràs, mantiene un alto protagonismo mediático y no renuncia a nada; y los que fueron presos del 'procés', en especial Jordi Turull y Josep Rull, 'exconsellers' de procedencia convergente, tienen lo que se denomina una cierta "tropa", es decir, bases que los apoyan.

Turull niega estar compitiendo con Jordi Sànchez por el poder, pero goza de gran popularidad. No en vano, la marcha en la que recorrió buena parte de Catalunya tras lograr el indulto logró un gran apoyo de independentistas.

Los tapados

Otras figuras sobre las que se marcaría una gran incógnita son las del actual vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró. Inicialmente, era el ungido por Puigdemont para ser candidato. Junto a todos estos nombres emerge con fuerza el del 'conseller' de Economía, un Jaume Giró que ha logrado aprobar unos presupuestos en tiempo y forma, ha exhibido cintura política y un gran equilibrio entre posibilismo y combatividad secesionista.

Nombres aparte, la pregunta es: Sin Puigdemont, ¿cuál será la hoja de ruta de una formación en la que conviven desde los más radicales unilateralistas a pragmáticos de toda la vida?

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