La oposición tiene un mes para reemplazarlo

El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, no supera la cuestión de confianza

Si la oposición no halla un candidato de consenso, el alcalde seguirá y con los presupuestos aprobados

Miquel Pueyo

Miquel Pueyo / JORDI V. POU

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En mayo del 2019 ERC ganó las elecciones municipales en Catalunya y uno de los principales botines que obtuvo, tras impedir Manuel Valls que Ernest Maragall fuera alcalde de Barcelona, fueron las alcaldías de Lleida y Tarragona. En la capital del Segrià, feudo histórico del PSC, logró ser también la lista más votada y merced a un pacto con Junts y Comú de Lleida, Miquel Pueyo fue nombrado alcalde. Dos años y medio después, cuando todos ya van haciendo cábalas sobre la próxima contienda, en mayo del 2023, Miquel Pueyo no ha superado la cuestión de confianza y puede salir de la alcaldía en un mes. Si la oposición halla un candidato. Eso sí, si el resto de concejales no se ponen de acuerdo, el alcalde sigue y, además con las cuentas para el 2022 aprobadas. Todo o nada.

Porque la cuestión de confianza deriva, precisamente, del veto del consistorio a las cuentas del alcalde. Y en la misma manera que se frenaron, este lunes se ha rechazado la cuestión de confianza. Así, PSC (7 concejales), PP (dos concejales) y no adscritos (tres), junto con las dos abstenciones de El Comú bastaron para tumbar la oposición de los representantes del bipartito de ERC y Junts (siete y seis, respectivamente).

Y es que antes, en julio, Pueyo había expulsado del gobierno municipal a los ‘comuns’ a los que atribuyó haber actuado con “deslealtad”. Pueyo asumió, de hecho, las competencias cedidas a los 'comuns' de la Paeria. En concreto con sus críticas a un trámite urbanístico, que incluye la construcción de un centro comercial y que formaba parte del acuerdo de gobierno.

Pueyo busca apoyos

Durante su intervención en la cuestión, el alcalde de Lleida ha advertido de que “gobernar una ciudad, no puede hacerse enrocándose en las propuestas de cada uno”, por lo que ha asegurado que durante una semana se ha trabajado desde el equipo de gobierno “de forma incansable” con el fin de encontrar un consenso entre todos los grupos municipales.

El jefe de la oposición, el socialista Félix Larrosa (quien ocupara brevemente la alcaldía, entre 2018, cuando Àngel Ros fue nombrado embajador en Andorra, y julio del 2019) ha remarcado que "12 concejales no suman ni para aprobar el presupuesto ni para aprobar el planeamiento general ni muchos otros expedientes". 

Desde el Comú, su portavoz, Elena Ferre, ha señalado que en su grupo la decisión no ha sido fácil, y que han valorado que "peor es mantener una ficción que no arregla las cosas". 

El portavoz del PP, Xavier Palau, ha asegurado que el Ayuntamiento se ha convertido "casi en un club de amigos en el que uno tiene una línea roja con un grupo y otro con un concejal" y ha agregado que la aprobación de los presupuestos no puede estar ligada únicamente al proyecto de albergue municipal de barrio de Pardinyes.

Y es que la voluntad del ayuntamiento de construir en esa zona un albergue para personas sin hogar y temporeros chocó con las reivindicaciones vecinales que reclaman un plan con equipamientos cívicos para el barrio.