Investigación

El fiscal suizo archiva la investigación sobre los 65 millones de euros a Juan Carlos I

Yves Bertossa deja libres de cargos a Corinna zu Sayn-Wittgenstein y al resto de investigados

El fiscal, Yves Bertossa, abandona el tribunal en Ginebra

El fiscal, Yves Bertossa, abandona el tribunal en Ginebra / EFE

Ernesto Ekaizer

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El próximo 19 de diciembre se iba a cumplir un año de la imputación de Corinna zu Sayn-Wittgenstein en las diligencias 14783/29018 abiertas por el primer fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, el 6 de agosto de 2018 para investigar un presunto delito de blanqueo de capitales agravado por la transferencia de 100 millones de dólares a una cuenta del entonces rey de España, Juan Carlos I, el 8 de agosto de 2008, cantidad que, a su vez, fue enviada a una cuenta de su examante en Bahamas.

Este lunes, 13 de diciembre, Bertossa ha archivado toda la causa y Corinna, habida cuenta de que las diligencias no han aportado datos que permitan llevarla a juicio por blanquear la citada cantidad, investigada como una presunta comisión en la adjudicación del proyecto AVE del Desierto La Meca-Medina a un consorcio hispano-saudí en 2011. Tanto ella como los otros tres investigados han quedado libres de cargos, pero el fiscal impone las costas del procedimiento (200.000 francos suizos o 191.000 euros) a los cuatro imputados a partes iguales.

Por una pieza separada de la investigación, Bertossa ha impuesto también al Banco Mirabaud una multa por su gestión en otra operación relacionada con un depósito de Corinna de cinco millones de dólares en dicha entidad que le pagaron por servicios al Estado de Kuwait. Según el fiscal, cuando se conocieron las grabaciones Villarejo-Corinna en España, Mirabaud debió informar sobre esa cuenta que estaba todavía abierta.

El recado de Corinna

En su comunicado de respuesta, Corinna ha aprovechado para dejar un recado: "Mi inocencia era evidente desde el principio y este episodio ha servido para dañar aún más mi imagen en el marco de la campaña continua de desprestigio contra mi persona por parte de ciertos intereses españoles. Mientras tanto, los infractores no han sido investigados y se les ha dado tiempo para ocultar sus actividades. Permanecen impunes".

En su declaración del 19 de diciembre de 2018, Corinna confirmó haber recibido 65 millones de euros, equivalentes a los citados 100 millones de dólares, en la cuenta de la firma Solare, en el banco Gonet Bahamas, a primeros de junio de 2012.

"Se trataba de un regalo. Recibí una llamada de Dante Canonica informándome de que Juan Carlos I quería hacerme un regalo. Así pues, acudí al bufete del señor Canonica, quien me explicó que el rey deseaba hacernos un regalo a mis hijos y a mí. Juan Carlos deseaba asegurarnos un buen futuro a mis hijos y a mí misma".

Un "regalo" y un "secuestro"

Bertossa apuntó que la imputada ya disponía en aquel momento de una fortuna importante. "Es cierto", admitió Corinna. "Creo que me regaló ese dinero por gratitud y por amor… Creo que también se sentía un poco culpable por lo que me había sucedido en Mónaco. En 2012, los servicios secretos españoles me tuvieron secuestrada durante varias semanas en mi apartamento. Y creo que tenía otro motivo, y es que tal vez mantenía la esperanza de recuperarme… El señor Canonica me explicó que el dinero procedía de una donación del rey Abdulazziz a favor de Juan Carlos I".

Bertossa preguntó: "¿Cuándo conoció al señor Canonica?".

"Creo que fue en 2009, con ocasión de una cena con Juan Carlos I. La primera vez que recurrí a sus servicios fue en relación con la donación de Juan Carlos I. El señor Canonica era administrador de la fundación [panameña] Lucum, que era la que poseía los activos”.

Los beneficiarios

El fiscal, que ya había interrogado a Álvaro de Orleans, primo lejano de Juan Carlos I y titular de la fundación Zagatka ('enigma' en ruso, Liechtenstein, 2003), quería conocer su versión sobre dicha entidad, en la cual figuraba Juan Carlos I como tercer beneficiario, y en calidad de cuarto y quintas beneficiarias, respectivamente, el entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y las infantas Elena y Cristina.

"Juan Carlos I me mostró en 2011 o 2012 un perfil de inversión de la fundación pidiéndome consejo. Juan Carlos I me explicó que la fundación le pertenecía. El documento que me mostró incluía las inversiones de dicha fundación. Lo miré en detalle. Los activos de esa fundación estaban gestionados por el banco suizo Credit Suisse. Buscaré ese documento y se lo haré llegar de aquí al 21 de enero de 2019".

En efecto, Corinna hizo llegar el documento de Credit Suisse, un impreso de cinco folios, y sus abogados en Ginebra lo aportaron al procedimiento.

"Ignoraba que fuese esa fundación la que pagó muchos de mis viajes, por más de 2,9 millones de euros… Para mí, Zagatka era la fundación de Juan Carlos I…".

Nueva declaración

Corinna zu Sayn-Wittgenstein volvió a una audiencia ante Bertossa seis meses más tarde, el 13 de junio de 2019. Entonces el fiscal indagó por qué había abierto una cuenta en el banco Gonet Bahamas a la que Canonica ordenó transferir, de parte de Juan Carlos I, 100 millones de dólares (65 millones de euros) el 5 de junio de 2012.

"No tuvimos en ningún momento la intención de ocultar los activos… Sobre todo, cuando yo tenía otras cuentas bancarias en Suiza".

En esa audiencia, Bertossa mostró gran interés por una transferencia realizada el 4 de junio de 2012 --un día antes de la efectuada a la cuenta de Corinna en Bahamas-- por Juan Carlos I a favor de Dante Canonica. Eran 3,5 millones de euros a favor del abogado Canonica, que este no había mencionado hasta ese momento.

La carta del emérito

"Estoy seguro --explicó el abogado-- de que debe figurar una carta de Juan Carlos I en la que consta un porcentaje que me correspondía de los activos de la fundación Lucum… Fui yo quien debió preparar esta carta y debí de presentarla a la firma durante una visita [a Juan Carlos I] en Madrid".

Canonica no declaró esa cantidad a la Hacienda helvética y procedió más tarde a regularizar la situación. Ya no forma parte del Ordre des Avocats de Genève, el colegio de abogados de Ginebra.

Pero al procedimiento suizo hay que agregar la demanda civil de Corinna en Inglaterra. Porque, en ella, la examante de Juan Carlos I aporta material probatorio según el cual el entonces rey de España y actual emérito la presionó para que le devolviera los 100 millones de dólares. En otros términos, que él, lejos de hacerle una donación real en junio de 2012 --aunque esté documentada--, puso el dinero a su nombre para dejarlo en lo que creía a buen recaudo, a fin de utilizarlo para sus propios fines.

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