Ley audiovisual

ERC pide que se obligue a Netflix y HBO a incorporar producciones que ya sean en catalán

La inclusión de estas obras engrosarían, por la puerta de atrás, el catálogo de las plataformas a las que no afecta al 6% pactado

El maná para el sector audiovisual se cifra entre 15 y 20 millones anuales, en función de si se consolida el 1% que reclama Esquerra

Logo de TV-3 en la carátula inicial de la serie de HBO 'Succession'

Logo de TV-3 en la carátula inicial de la serie de HBO 'Succession' / El Periódico

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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Encauzada, pero no concluida. Tal y como publicó EL PERIÓDICO el jueves, el Gobierno y ERC se hallan ya en la fase de definición de flecos del pacto sobre la ley del audiovisual. Flecos no menores, todo cabe decirlo. El primero es el porcentaje de la producción, que oscila entre el 0,7% sobre el 5% de producción propia que ofrece el Gobierno y el 1% que demanda la parte catalana. El otro frente es la exigencia de ERC al Ejecutivo de que se obligue a las multinacionales a incorporar a su catálogo todo aquella obra audiovisual que ya tenga una versión doblada al catalán. Algo que valdría para las producciones venideras. El ejemplo paradigmático sería la serie ‘Breaking Bad’, emitida ya por TV-3. 

Obviamente, esta obligación tendría visos de futuro, es decir, que todo aquella serie o película que se doblara, o subtitulara, en catalán, ya fuera para el circuito de pantallas de cine o para su emisión por TV-3, en caso de ser adquirida por Netflix o HBO debería ser incorporada a la oferta de la plataforma.

Medida-árnica

Se trata de una medida-árnica ante la imposibilidad de someter a las multinacionales al porcentaje del 6% de catálogo en lenguas cooficiales, por tener sede fuera de las fronteras españolas. Una cuota que sí deberán cumplir Movistar y Filmin. 

En primera instancia, cuando la vicepresidenta Nadia Calviño levantó la liebre y excluyó a las empresas sitas en el extranjero del cumplimiento de la nueva ley, ERC repuso que era una cuestión interpretativa. Finalmente no ha sido así y la apertura de otras vías ha significado el reconocimiento tácito de que no se podía domeñar, por esta vía, a Amazon Prime, HBO y Netflix, entre otras plataformas.

Las dos grandes patas

ERC ha identificado dos grandes ramas a satisfacer en esta negociación. Por un lado el consumidor, y la oferta que se le suministra, y , por el otro, el sector audiovisual. La obligatoriedad de incorporar lo ya doblado, de facto, amplía la oferta para el espectador en catalán por la puerta de atrás. 

Para la industria del cine y la televisión, que emplea a unas 26.000 personas en Catalunya, ese porcentaje de entre el 0,7% y el 1% que resultará de la negociación es agua de mayo que se puede cuantificar entre 15 y 20 millones de euros anuales. A ello hay que sumar la creación de un fondo para subvencionar doblajes que ambas partes negocian. Unas obras al catalán que, en la medida que se vayan realizando, engrosarán el catálogo de las multinacionales.

¿Y cuándo se cerrará el acuerdo? ERC intenta devolver al Gobierno del PSOE el control de los tempos en el que los socialistas, coinciden varios republicanos, “son unos maestros”. Entiéndase esto como llevar la negociación al límite de plazo para lograr mayores concesiones.

Dos semanas de margen

El Gobierno anhelaba que el pacto audiovisual, del que pende, pero no solo, el acuerdo con los republicanos para los Presupuestos Generales del Estado, se produjera antes del término del plazo de presentación de las enmiendas parciales de ERC. No fue así. Quedan dos preciosas semanas para negociar y esculpir sobre piedra y con escalpelo esos flecos. Y para lograr que el fiel del pacto sobre la producción se acerque más a ese 1% que al 0,7% gubernamental. Para acabar de componer la escena de presión, ERC reitera una y otra vez que nadie dé por seguro el apoyo a los PGE en el Senado.

De momento son 16 las enmiendas presentadas, que pueden ser retiradas hasta el día 21, dos días antes de la celebración del pleno en la Cámara alta. Los cambios que pretende introducir Esquerra afectarían a inversiones territoriales. También se quiere introducir, y este es un caballo de batalla desde el minuto 1, una cláusula de cumplimiento de las inversiones previstas, visto el perpetuo infra grado de ejecución de la obra pública del Estado en Catalunya. Y, por último de la incorporación de un fondo covid de 13.000 millones de euros. Algo que la ministra de Hacienda María Jesús Montero ya apuntó que no se cumplirá. Y es que una de la cesiones del Gobierno a la UE para lograr los fondos Next Generation fue este sobre endeudamiento producido por la pandemia.