Violencia machista en Oviedo
Una mujer escapa de su agresor mostrando la palabra "ayuda" escrita en la mano en una farmacia
El acusado, que reconoce que golpeó y retuvo a la mujer y su hija de dos años en una chabola, acepta cuatro años de cárcel y 120 días de trabajos sociales
"No te puedes ir, eres mi puta, te voy a matar a ti y a la niña, no vais a salir de aquí y si lo intentáis os voy a dar un machetazo". Así amenazó un hombre a la que entonces era su pareja y la hija de dos años de esta -fruto de una relación anterior- el 10 de diciembre de 2020 cuando ambas fueron retenidas y la adulta agredida en la chabola en la que residía el varón. La víctima logró escapar al día siguiente cuando acudió acompañada y vigilada por el agresor a una farmacia a comprar un medicamento para curar una lesión en el ojo. La madre tuvo la pericia de escribir la palabra "ayuda" en la palma de la mano y enseñársela a un empleado de la botica, propiciando así la detención del agresor y el rescate de la niña, según informó esta mañana la Fiscalía Superior del
Principado de Asturias
.
El juicio por los hechos tuvo lugar esta mañana en la sección tercera de la
Audiencia Provincial
. El procesado reconoció los hechos y aceptó una pena de 4 años de
cárcel
y 120 días de trabajos sociales, así como el pago de 2.500 euros en concepto de indemnización para la que fuera su pareja.
Según el escrito de acusación, el ya condenado mantuvo una relación sentimental sin convivencia con la denunciante durante dos meses. La relación entre ambos fue difícil, con numerosos episodios y ataques de ira protagonizados por el acusado, debido, siempre según el escrito del ministerio público, "a su carácter controlador y celoso".
El 10 de diciembre de 2020, el hombre llamó la mujer para pedir que le llevara comida a la chabola de
Oviedo
en la que vivía. Ella acudió al lugar de residencia con su hija de dos años de edad. Una vez allí, y, tras sostener una fuerte discusión, él le propinó varios golpes en distintas partes del cuerpo y le pinchó con una navaja en las piernas. Cuando ella trató de huir con la niña se produjeron las amenazas de muerte reproducidas al inicio de esta información.
Al día siguiente, con el pretexto de precisar un medicamento para el dolor en un ojo, la víctima acudió a una farmacia cercana al lugar donde estaba retenida, acompañada por el agresor, que la vigilaba y había dejado como rehén en su chabola a la menor. Él le advirtió que no no pidiera ayuda ni tratase de escapar porque, en ese caso, daría orden a su hermano de matar con un machete a la niña. Pese a las coacciones, cuando se dispuso a ser atendida por un empleado le enseñó directamente la palma de la mano donde tenía escrito "ayuda", propiciando la detención del agresor y la liberación de la mujer y la niña.
Segundo episodio
No era el primer episodio violento vivido por la víctima. Una semana antes, el 3 de diciembre, ambos se alojaron en el Hotel Monumental Monte Naranco, sin que el acusado, tras una discusión, le permitiese abandonar la habitación, por lo que la mujer pidió auxilio a una amiga, la cual se encargó de llamar a la Policía.
Para el fiscal los hechos fueron considerados constitutivos de un delito de detención ilegal, un delito de lesiones en el ámbito doméstico y un delito de lesiones.
- Ocio y CulturaMuere la periodista Anna Pérez Pagès, rigor y compromiso con la cultura
- SociedadDestrozos, puñaladas y "fiestas con escorts" en los nuevos rascacielos de lujo de Madrid: "Me fui por miedo
- SociedadUn menor y un hombre que intentaba salvarlo mueren ahogados por el oleaje en la playa del Miracle de Tarragona
- SociedadDani Alves acude a firmar a la Audiencia de Barcelona para cumplir con las medidas impuestas para su libertad
- TiempoActivada la prealerta del plan Inuncat por lluvias en varios puntos de Catalunya: "Puede superar el umbral
- SanidadLa tosferina se dispara en Catalunya: los casos de este año ya multiplican por 13 los de todo 2023
- BarcelonaVídeo | Las olas causadas por la borrasca 'Nelson' vuelven a comerse las playas de Barcelona
- Internacional25 años de cárcel para Sam Bankman-Fried, el niño prodigio de las criptomonedas