La Junta de Seguridad catalana vuelve a reunirse con la ampliación de los Mossos y la violencia machista en agenda

La Junta de Seguridad de Catalunya se reúne este viernes en el Palau de la Generalitat, con el trasfondo de la conmoción social causada por la salvaje violación, probablemente grupal, de una chica de 16 años en Igualada. El president Pere Aragonès encabezará una reunión a puerta cerrada con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el conseller Joan Ignasi Elena. En la jornada está prevista la escenificación de acuerdos en los que llevan meses trabajando discretamente técnicos del ministerio y de la Generalitat.

Por parte del Govern asisten también el secretario general Oriol Amorós; el director general de la Policía, Pere Ferrer, y el responsable de la Assessoria Jurídica, Francesc Claverol. El séquito del Gobierno está también formado por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; la delegada en  Catalunya, Teresa Cunillera, y el director de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, José Antonio Rodríguez.

El ministro Marlaska, recibido por Joan Ignasi Elena, a su llegada a la Junta de Seguridad

Sobre la mesa está el tema de la ampliación paulatina de la plantilla de los Mossos, que ha estudiado desde el pasado ejercicio una comisión mixta con la vista puesta en el objetivo de que Catalunya alcance la media europea de policías por 100.000 habitantes.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado este viernes que están cerrando un acuerdo con el Govern para ampliar la plantilla del cuerpo, con el objetivo de que la Conselleria de Interior cuente con los medios necesarios para garantizar la seguridad en Catalunya. Ha sostenido que será un "acuerdo razonable y adecuado", en una entrevista en Catalunya Ràdio.

Violencia machista

El de la ampliación de la policía autonómica es un asunto clave, pero no menos urgente que el otro gran asunto del orden del día: la integración de los sistemas de información sobre violencia machista de la policía catalana y las estatales. La reunión se celebra en un clima de máxima sensibilidad social sobre el tema. Tras la agresión de Igualada, el propio Aragonès ha encabezado concentraciones de rechazo. La víctima aún está siendo tratada en la UCI del Hospital Sant Joan de Déu.

Hay además en el telón de fondo de esta reunión el debate sobre la inseguridad en Barcelona y las protestas de los mossos y los policías locales por las numerosas agresiones de que son objeto, y que han llevado a una condena del Parlament solo 24 horas antes de esta Junta de Seguridad.

El tema de principal calado político, el de la ampliación de la plantilla de la policía catalana, adquiere cada vez más premura ante el envejecimiento de los mossos por falta de renovación del colectivo. Entre ellos, las franjas de edad de 42, 43, 44, 45 y 46 años son las más numerosas, las que tienen más de 1.000 integrantes. Solo hay 46 agentes con 30 años de edad; y 65 con 30 o menos años, cuando los que tienen más de 50 son ya 3.583. El ratio también auspicia el acuerdo: la media de 350 agentes por cada 100.000 europeos está lejos de los 243 que hay por cada 100.000 catalanes. El objetivo es alcanzar una plantilla de 20.000 mossos, que se completaría en ampliaciones anuales hasta añadir 4.000 a los actualmente ejercientes. El ritmo de esas ampliaciones está influido por el punto de vista de Hacienda: el salario base de los mossos lo paga el Estado.

El tema de principal calado social, pero no menos político, el de la unidad de información contra la violencia machista, llega como colofón a una paulatina mejora de la integración de los mossos y las policías estatales que arrancó en la Junta de Seguridad celebrada en agosto de 2018, que aprobó la entrada de la policía catalana en Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) como paso inicial.