Presupuestos Generales del Estado

Aragonès ve nula "voluntad política" del Gobierno en la ejecución de inversiones

El 'president' exige garantías de cumplimiento para que las cuentas no sean "papel mojado"

Junts se acerca a las demandas de ERC para los presupuestos del Estado y sigue distante en la mesa de diálogo

Pere Aragonès en el Parlament

Pere Aragonès en el Parlament / EFE / ENRIC FONTCUBERTA

Xabi Barrena
Júlia Regué
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El enfado del Govern y de ERC con el PSOE se mantiene, según pasan las horas. Pese haberse detectado algún síntoma de deshielo, los republicanos consideran que el Ejecutivo central no actúa con toda la buena fe que sería deseable. Así, Pere Aragonès, en la sesión de control parlamentaria, no solo se ha lamentado de que los índices de ejecución de las inversiones previstas sea mínima, sino que, directamente, los ha atribuido "a la falta de voluntad política", del Gobierno. Es decir, se presupuesta, pero a la hora de la verdad "quedan en papel mojado". El 'president' exigió que se incluyan "garantías de ejecución" en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Los dobles presupuestos, los de la Generalitat y los del Estado, han estado muy presentes en la sesión de este miércoles en la Cámara catalana. Excepto las preguntas de los partidos de derecha, que se han perdido en sus vericuetos sobre seguridad, (muy a destacar que Alejandro Fernández (PPC) aclarara que, en materia de Interior, no pedía a Aragonès "que actuara como Chuck Norris"), las principales fuerzas han enfilado la vía de las cuentas.

El líder de la oposición, Salvador Illa, se ha limitado a reclamar que se presentaran ya los de la Generalitat, vencidos ya todos los plazos. Y ha sido Jéssica Albiach ('comuns') la que ha defendido con mayor vehemencia el apoyo inmediato al proyecto de cuentas del Estado presentado por el bipartito de la Moncloa, habida cuenta de que incluye un 6% más de inversión con respecto a los del 2021, facilitados por ERC en su día. Según Albiach, el 2022 será un gran año (de "récord") para las inversiones en Catalunya, siempre que las cuentas salgan adelante.

Leve cambio de Junts

Y Junts se movió entre un principio de acercamiento a Aragonès, en materia presupuestaria, y la confusión. Hace 15 días, ante las reiteradas peticiones posconvergentes de construir un frente único en Madrid, dada su inanidad en el Congreso, con apenas cuatro diputados, el 'president' les reclamó medidas concretas. Hasta la fecha, los posconvergentes iban a máximos, creyendo que toda negociación era buena para reclamar, por ejemplo, el derecho a la autodeterminación.

Pero algo se ha movido y las propuestas expuestas por el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, se asemejan a la sintonía que tocan los republicanos. A saber, el mantenimiento de los fondos extraordinarios para la covid para la sanidad catalana; la cogestión de los fondos europeos; garantías de cumplimiento de las inversiones del Estado y la defensa del catalán en el sector del audiovisual. Había un quinto punto, que es donde se creó la confusión posconvergente y es el traspaso de Rodalies. El vicepresidente, y titular del ramo, Jordi Puigneró, hacía poco rato que lo había desvinculado de la negociación presupuestaria.

¿Traspaso o no traspaso?

Pero no todo fue de color de rosa entre los socios en el Govern. El 'president' reclamó a los posconvergentes que volvieran a la mesa de diálogo y negociación. Y ahí, Batet no dio su brazo a torcer y le respondió que lo harían en cuanto levantara el veto a la alineación de delegación de Junts dados en su día por su partido, que incluían a personas que no forman parte del Govern. Es decir, Jordi Turull, Jordi Sànchez y Míriam Nogueras. Y volvió a crearse ese conocido mar procelosos entre ambas fuerzas. Aragonès optó por declinar toda contrarréplica, se supone que para no echar más leña al fuego..