'Caso Tándem'

La Fiscalía usa contra Villarejo sus propios audios: "Si hubiera algún riesgo nos cubriríamos con el gremio"

El comisario jubilado José Manuel Villarejo

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"No queremos nunca asumir un riesgo, pero de hecho si alguna vez hubiera algún riesgo nos cubriríamos inmediatamente con el gremio, y lo haríamos pasar por una intervención oficial". Así se expresaba ante un cliente Rafael Redondo, el brazo derecho del polémico comisario José Manuel Villarejo, a quien la Fiscalía Anticorrupción ha llegado a definir como el presunto cabecilla de un clan policial mafioso que durante décadas infectó a la Policía Nacional.

Las tesis de los fiscales encargados de las pesquisas, que acusan a Villarejo en el juicio que se celebra a partir de este miércoles en la Audiencia Nacional de los delitos de cohecho, revelación de secretos, tráfico de influencias y falsedad en documento mercantil, concluyen que el comisario jubilado utilizaba su condición de Policía para obtener información confidencial con la que obtenía pingües beneficios en el sector privado.

Las grabaciones descubiertas por los agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía encargados de la investigación del 'caso Tándem' durante el registro de las viviendas de Villarejo y reproducidas por 'El Periódico de España' muestran como el mando policial y su número dos en la empresa Grupo Cenyt, Rafael Redondo, hacían negocios utilizando datos policiales y bancarios, que tendrían que ser reservados para las pesquisas oficiales de la Policía.

Información policial

En concreto, la investigación de Anticorrupción apunta que Villarejo aprovechó la información oficial para cobrar 302.000 euros por un trabajo a un bufete de abogados, 20.000 euros a un empresario que quería recuperar dinero de un exsocio, y 340.000 euros a una empresaria que estaba inmersa en una disputa familiar.

Estos tres encargos presuntamente delictivos por los que Villarejo llegó a ingresar en total 662.000 euros serán analizados en la Audiencia Nacional, cuya Sala de lo Penal decidió unificar las tres piezas separadas del ‘caso Tándem’ que llevan la denominación de ‘Iron’, ‘Pintor’ y ‘Land’, ya que la Fiscalía Anticorrupción decidió mantener en sus pesquisas el nombre elegido por el propio Villarejo para los tres encargos.

"Un servidor que no existe”

"Hemos tenido un problema técnico, que te lo comento a ti, que después no lo voy a comentar, con los teléfonos. Porque la máquina de los teléfonos está rota, sí, sí. Se ha jodido el servidor y nadie lo quiere pagar. Como es un servidor que no existe pues nadie lo quiere pagar jaja y ha habido que resolver quién pagaba eso. Y se ha resuelto ahora en estos días y también de ahí vendrá en breve un flujo adicional de información que complete lo que estamos haciendo", explica Redondo al abogado Francisco Carpintero, uno de sus clientes, ante el que alardea de utilizar una infraestructura de la Policía.

El propio Villarejo, en otra conversación incluida en la pieza separada denominada ‘Land’, anuncia su intención de usar información policial para atacar a Yolanda García-Cereceda, la hermana de su clienta, que mantenía con su hermana una disputa por la herencia familiar. En el audio, de forma literal, se puede oír: "En el sumario que hay, que está declarado secreto, el sumario contra Método 3, no figuran casi ninguno de estos informes ¿eh? Este informe no figura oficialmente en el sumario. El juez fue muy estricto. Lo que ocurre es que cuando hacen el registro, devuelven al malandrín este el disco, pero ya han copiado todo. Entonces nuestra fuente es una fuente policial, no es una fuente judicial. Esto quiere decir que es muy probable que al personarnos y tal nos dijeran: '¿Oiga, de qué está usted hablando, aquí no hay nada?".

La investigación del Ministerio Público señala como miembro de la trama policial al también comisario jubilado Enrique García Castaño, quien durante muchos años fue jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO). En diferentes grabaciones se puede oír a Villarejo reclamando a este ex mando policial, conocido entre sus compañeros de la Policía con el apodo de 'El Gordo', los tráficos de llamadas de los "canutos", el nombre que dan los agentes a los teléfonos: "Estamos mirando y estoy que voy a decir ahora no lo estamos diciendo y no lo hemos dicho nunca ¿eh? pero hemos detectado que a las doce o a la una de la madrugada llama a un tarjeta prepago. Insisto esto no lo hemos dicho porque además esto no se debe hacer", llega a reconocer Villarejo ante su clienta Susana García-Cereceda, a quien en sus informes identifica con la letra "K", y a la que le informa de que su hermana "llama prácticamente todas las noches” a un número de teléfono.

Cuentas corrientes

En otra conversación Redondo explica al abogado Francisco Carpintero (pieza Iron) que han tenido acceso a "movimientos de cuentas corrientes", uno de cuyos extractos fue intervenido por la Policía a Villarejo en una de sus viviendas: "En la [cuenta] que tenemos, te la voy a enseñar, para que te tranquilices [...]. Esto me sorprende demasiado, macho. Fíjate, Olof, 50, 25, 25" relata el socio de Villarejo, quien muestra el documento a su cliente, que comenta las cantidades que va leyendo: "¿Pero esto que es? ¿ingresos a Balder? ¿Han ingresado esto? Préstamo a Balder 100.000. Este ha prestado 50....", lee Carpintero, quien en otro momento constata que su rival [José Antonio Hernández] “ha movido" desde su cuenta corriente "medio millón" de euros.

En otro pasaje de la reunión entre Redondo y Carpintero el primero tiene conocimiento de que el dinero de sus rivales “entró en su cuenta corriente, [porque] no hay una transferencia de su cuenta corriente a la de la compañía. No hay un dinero desde su cuenta corriente a alguien que podamos entender que sea un trust o un testaferro”.

El socio de Villarejo llega incluso a reconocer en la grabación que no puede dar un informe por escrito sobre los datos que le proporciona a su cliente: "Yo no te voy a dar un informe de esto, yo si quieres un día quedamos, te leo el movimiento, tú lo ves, te lo aprendes de memoria, que para eso tienes un memorión, y ves los movimientos tal cual, pero yo eso no te lo puedo poner en un informe Paco”, dice Redondo.

En la vista oral que se celebra a partir del miércoles en la Audiencia Nacional Villarejo afronta una pena propuesta por la Fiscalía Anticorrupción de 109 años y 10 meses de cárcel, ya que en ‘Iron’ ha reclamado 57 años, en 'Land' 38 años y 10 meses; y en 'Pintor' 14 años.

Una treintena de acusados

El polémico comisario, considerado por el Ministerio Público como el cabecilla de la trama policial, será el principal acusado en un juicio con más de una treintena de procesados, entre los que destacan su principal socio en el Grupo Cenyt, Rafael Redondo, y su mujer, Gemma Alcalá, así como el comisario Enrique García Castaño, que se enfrentan a penas de 115, 86 y 81 años de cárcel, respectivamente. No obstante, algunos de los implicados han llegado a acuerdos de conformidad con Anticorrupción.

Esta no es la primera vez que Villarejo se enfrenta a un juicio, ya que en enero pasado se sentó en el banquillo tras ser objeto de una querella por injurias interpuesta por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), de la que resultó absuelto por el titular del Juzgado de lo Penal Número 8 de Madrid. El comisario jubilado eludió entonces una acusación de dos años de cárcel. Ahora en la Audiencia Nacional se enfrentará a la primera vista oral del 'caso Tándem'.