Decreto

Hungría respalda el desafío de Polonia a la UE

Orban secunda que el derecho comunitario no tenga primacía sobre el de los países miembros

El presidente Viktor Orbán se entrevista con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El presidente Viktor Orbán se entrevista con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. / Francois Lenoir / Reuters

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha aplaudido este sábado a través de la firma de un decreto el dictamen del Tribunal Constitucional de Polonia por el que resuelve que la Carta Magna del país prevalece sobre el Derecho de la Unión Europea. Ese fallo ha abierto un principio de cisma entre Bruselas y Varsovia sobre la preeminencia del Derecho Comunitario sobre el de los países miembros.

"Esta decisión ha sido el resultado de una mala praxis de las instituciones europeas", ha asegurado Orban, euroescéptico declarado, en el documento oficial recogido por la agencia oficial de noticias húngara MTI.

En la resolución, Orban denuncia "los esfuerzos que se están realizando para despojar de sus competencias a estados miembros en ámbitos que nunca cedieron, sin enmienda previa de los tratados de la UE y a través de subrepticias ampliaciones de competencias".

"La primacía de la ley de la UE solo puede aplicarse en aquellas áreas donde la UE tiene poderes, y el marco para ello se había establecido en los tratados de la UE", dice el decreto suscrito por el primer ministro húngaro.

El Constitucional polaco se pronunció el jueves, tras aplazar hasta en tres ocasiones el fallo, respecto a una petición del primer ministro, Mateusz Morawiecki, después de que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) dictaminase que las reformas judiciales emprendidas por el Gobierno podían suponer una violación de las leyes comunitarias.

De esta forma, el máximo tribunal polaco, presidido por Julia Przylebska, ha sentenciado que algunas de las regulaciones comunitarias son incompatibles con la Constitución de Polonia.

El TJUE ya puso a mediados de julio en tela de juicio alguna de las reformas impulsadas por el Gobierno polaco, que comanda el Partido Ley y Justicia (PiS), en particular el régimen disciplinario instaurado sobre los jueces.

Las tensiones entre Varsovia y Bruselas han ido acrecentándose en los últimos meses, con el partido del Gobierno polaco llegando incluso a proponer la posibilidad de tomar medidas "drásticas" ante la escalada del pulso político, planteando la continuidad del país dentro de la UE. Bruselas, por su parte, todavía no ha autorizado el desembolso de los 23.900 millones de euros contemplados en el plan de recuperación tras la pandemia.

En este contexto, el dictamen del Constitucional polaco supone un nuevo choque frontal con Bruselas y un ataque a la línea de flotación de la UE ya que abre la puerta a que Varsovia no acate las sentencias de TJUE. “Vamos a utilizar todos los instrumentos a nuestra disposición para que los principios fundadores de la unión se respeten”, avisó hace unos días el ministro de justicia de la UE, Didier Reynders.

El fallo secundado ahora por el Gobierno húngaro asegura que “los organismos de la UE operan fuera de los límites de las competencias otorgadas por la República de Polonia y por tanto, determinadas disposiciones del tratado de adhesión son inconstitucionales”. El dictamen también sostiene que “el intento de interferir en el ordenamiento judicial polaco por parte del TJUE viola los principios del Estado de derecho, el principio de supremacía de la Constitución y el principio de preservación de la soberanía en el proceso de integración europea” y advierte que la aplicación de las sentencias europeas, por encima de la Constitución o en conflicto con la Constitución, significaría la pérdida de la soberanía legal.