Declaración en los juzgados

Laya defiende la entrada "discreta" de Ghali en España por las "aristas políticas" entre Marruecos y Argelia

Asegura que el Gobierno actuó de "buena fe" ante la petición de Argelia de tratar de covid al líder del Frente Polisario

El juez muestra su molestia ante las continuas negativas de la exministra a responder escudándose en la Ley de Secretos Oficiales

González Laya comparece este lunes en Zaragoza por el caso Gali

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La "discreción" con la que el Gobierno trató la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, el pasado 18 de abril fue de "buena fe". Así lo aseguró la exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya ante el Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza esgrimiendo que las "aristas políticas" entre "dos vecinos" de España -Marruecos y Argelia- hacía necesario tratar el asunto con cierta reserva. Eso sí, discreción no implica "ilegalidad" u "ocultamiento", matizó.

Cuatro días antes de que Ghali llegara a la base aérea de Zaragoza, fue cuando Laya recibió la primera llamada de Argelia, ha explicado la exministra en su declaración del pasado 4 de octubre, a la que ha tenido acceso Europa Press, como investigada ante el magistrado instructor Rafael Lasala por la entrada del líder del Frente Polisario. El país del norte de África solicitó que España acogiera a Ghali por "razones humanitarias". Fue entonces cuando, según Laya, el Ejecutivo gestionó su entrada siguiendo "los cauces propios" de una "decisión política".

A las preguntas del juez sobre qué otros miembros del Gobierno tenían constancia de los contactos y quién tomó esa decisión, la exministra se amparó en todo momento en la Ley de Secretos Oficiales y en un acuerdo del Consejo de Ministros, de 15 de octubre de 2010, para evitar señalar a otros miembros del Gobierno. Lo mismo sobre con qué autoridades argelinas tuvo contacto. La actitud de Laya llegó a molestar al juez. "Si esas son las reglas del juego, ¿yo cómo actúo?", le cuestiono.

Dentro de la legalidad

Laya defendió que ante lo "excepcional" de la solicitud de las autoridades de Argelia el Ejecutivo decidió tramitar la entrada de Ghali en base a cuatro factores: la petición realizada por un país tercero; que se trataba de una persona "gravemente enferma" de covid-19; que ,además, tenía "un perfil político"; y que involucraba a "dos vecinos" con "aristas políticas" entre ellos. De todo esto, la "buena fe" de tratar el asunto "con discreción", recalcó. En este punto, aclaró que "discreción no es arbitrariedad", que "no es ilegalidad" y tampoco "ocultamiento".

Valorados todos los factores, el Gobierno dio el visto bueno a la llegada de Ghali a Zaragoza. Laya sostuvo que todo este proceso se llevó a cabo "dentro de la legalidad y con un respeto escrupuloso de las normas de entradas" en España. Según dijo, teniendo en cuenta el acuerdo Schegen Ghali entendieron que Ghali podía entrar en el país "sin que se controlase el documento de acceso", ya que llevaba un pasaporte diplomático. "¿Hicimos nosotros averiguaciones sobre si esta persona tenía algún tipo de limitación para la entrada en el territorio Schegen? No, señoría, no lo hicimos", admitió.

Más allá de la llegada del líder del Frente Polisario, la exministra reconoció que "ha habido casos anteriores" de personas cercanas a Ghali y pertenecientes al movimiento que dirige que "han sido acogidas en España también para tratarse de enfermedades".