Vías cruzadas

ERC avalará los Presupuestos si la mesa de diálogo negocia una propuesta política

Tras la reunión del 15 de septiembre ha habido "tímidos" movimientos para entrar en una fase de negociación discreta

Pedro Sánchez y Pere Aragonès

Pedro Sánchez y Pere Aragonès / JOSÉ LUIS ROCA / PERE ARAGONÈS

Xabi Barrena

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El lenguaje periodístico no sirve para explicar dos hechos simultáneos. La mera exposición de los hechos supone establecer una ordinalidad y, por tanto, el dominio de un relato sobre el otro. El amable y sufrido lector debe leer esta pieza como si fueran dos imágenes a pantalla partida en la que, en una mitad, aparece la mesa de diálogo político entre el Gobierno y la Generalitat y, en la otra, la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Cada uno con su lógica propia. En paralelo. Pero con una conexión: comparten la pantalla.

Ya dijo ERC, en verano, que la aprobación de las cuentas dependería en gran modo de la disposición del PSOE a sentarse a negociar en la mesa política. Eran los días en los que ni había fecha para el cónclave de septiembre, ni se sabía si Pedro Sánchez iba a aparecer por el Palau de la Generalitat. Eran tiempos de mensajes de advertencia de Oriol Junqueras a los socialistas en este diario sobre que mejor no arrastraran los pies al foro de diálogo y que se lo tomaran en serio. Que su pervivencia en la Moncloa depende, en gran medida de eso.

Llegó el 15 de septiembre, la mesa y la foto del reinicio del diálogo. ¿Ha ocurrido algo desde entonces? La reserva es absoluta, pero fuentes de la negociación sí aseveran que ha habido movimientos "tímidos" para dar forma ya a la siguiente fase, la propia de negociación y que se quiere muy discreta.

Sin el acicate de la mesa de negociación, ERC apunta que no aprobará las cuentas por expansivas que sean

¿Le basta con eso a ERC? No. "Hemos pagado por adelantado muchas cosas a cambio de la mesa de diálogo y negociación", señalan los republicanos. La visualización de que la mesa marcha, funciona, no puede ser algo cosmético, justo cuando las fuerzas vivas de Junts (de fuera del Govern) se hallan en movilización permanente contra el foro y con un nuevo 'momentum' de Carles Puigdemont.

Negociar y avanzar

ERC exige llegar a la propia fase de negociación. No exige ningún principio de acuerdo, para permitir que lo que, en paralelo, va pasando en la otra pantalla, tenga un éxito feliz. Feliz para todos porque todos, PSOE y Esquerra, precisan de estos Presupuestos porque ambos mandan en sus correspondientes administraciones. Pero en ERC consideran que un mero acuerdo de las cuentas sin un avance en la mesa supondría pan para hoy y hambre electoral para mañana y alimentar una especie de 'peix al cove 2.0'. "No los podríamos aprobar sin el acicate de la mesa en marcha, aunque sean expansivos", sanciona una de las más altas voces de la fuerza republicana.

Esquerra considera que ha pagado "varias veces por adelantado" la creación del debate sobre el futuro de Catalunya

¿Qué define una negociación? Para empezar, que el Gobierno, el Estado, haga, de una vez y tras 10 años de 'procés', una propuesta política para Catalunya. Los trenes, la financiación y todo lo demás se encauzan, o a eso aspiran los republicanos, en la Comisión Bilateral. Un plan para Catalunya. Y exige haber entrado en el toma y daca de la negociación: "Avances, propuesta, contrapropuesta. Movimiento, sí", enfatiza esta voz republicana. "Si todo esto sucede y la negociación de partidas y eventuales traspasos se encaminan correctamente, habrá Presupuestos". Y no lo dice, pero se sobreentiende que hay oxígeno garantizado para un Sánchez que luce de datos macroeconómicos, pero a su vez, nota el aliento de un PP crecido tras su convención multitudinaria en Valencia.

Mientras todo esto ocurre, en la otra mitad de la pantalla, el pacto entre PSOE y Unidas Podemos que permitirá aprobar este jueves en el Consejo de Ministros el proyecto de Presupuestos pone ya a ERC y sus 13 diputados en la primera fila de la negociación de las cuentas de 2022. Ha habido "contactos informales", según reconoce una de las partes. Nada serio, ningún papel. "Las cosas no están como debieran", señalan en la sede republicana de la calle de Calàbria de Barcelona, pero "tampoco paradas". De momento, "máxima tranquilidad". "Los nerviosos deberían ser ellos porque, o aprueban los Presupuestos con nosotros, así como la ley de universidades, la reforma de las pensiones, la ley de memoria histórica y la del audiovisual; o no sacarán nada adelante", advierten.

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