Blinda el Consell Executiu

Junts reduce la mesa de diálogo a un encuentro entre partidos

Los posconvergentes acusan al 'president' de representar a Esquerra y no al Govern, tras quedar fuera de la delegación catalana

La vicepresidenta i portaveu de JxCat, Elsa Artadi, durant una roda de premsa a la seu del partit. 26 de juliol del 2021.

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Junts mantiene su pulso con el ‘president’ Pere Aragonès y no tiene intención de volver a sentarse en la mesa de diálogo si este no acepta su propuesta para cerrar la comitiva catalana. Ahora bien, sus primeras espadas se esfuerzan en separar este asunto de la continuidad del Govern, al que aseguran que no ven peligrar.

El vicepresidente del partido, Jordi Turull, descartó en TV-3 que Junts se plantee dejar de formar parte del Consell Executiu y vaticinó que “el Govern tiene futuro hasta que el Tribunal Supremo se canse”. Asimismo, afeó al presidente del Gobierno que pactara no poner plazos al diálogo porque “la represión va con mucha prisa”, dijo. Por su parte, la portavoz del partido, Elsa Artadi, minimizó en La2 el rango institucional del encuentro porque allí se sentó “la minoría del independentismo”, en un encuentro en el que dijo que Aragonès representó a ERC y no al Govern, y que respecto al encuentro del 2020, hubo menos resultados porque se acordaron cuatro acuerdos de futuro con metodología y calendario. Tanto ERC como el PSC pidieron a Junts que se siente en la mesa en las próximas citas. 

La CUP diagnosticó que el Gobierno sale “reforzado” y el independentismo “debilitado”. "El encuentro de ayer solo sirvió para que Junts y ERC se tirasen la mesa por la cabeza", opinó la diputada Eulàlia Reguant en la Ser y alejó, más si cabe, la posibilidad de apoyar las cuentas de la Generalitat para el 2022 porque a su juicio no se está cumpliendo el pacto para la investidura de Aragonès.

Sin prisas

Por su parte, el jefe de la oposición y líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, replicó en la Ser que "un diálogo sin plazos no quiere decir lento", sino que es una forma de explicitar que los participantes acuden a la negociación con una “actitud constructiva y de escucha".

En la misma dirección, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, defendió avanzar en el autogobierno sin referéndum ni amnistía, sino dentro de la Constitución y el Estatut. En una entrevista en Catalunya Ràdio, dijo que hay sintonía pese a la distancia y que “empieza algo nuevo”.

Precisamente, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, hurgó en que las posiciones están “alejadas” y, en declaraciones a RNE, afirmó que sería “ingenuo” pensar que se dan las condiciones para alcanzar pactos que requieran de “grandes consensos”, por lo que fue cauteloso y pidió avanzar poco a poco en el deshielo desde lo que une, “orillando” las que les separan. 

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, opinó que "el proceso soberanista se está acabando" y que ahora se está iniciando una nueva etapa para buscar soluciones a un conflicto que solo se puede producir a través del "diálogo", aseveró en la Ser.

Contra las "pretensiones"

En Catalunya Ràdio, el diputado Nacho Martín Blanco exigió a Sánchez que no “normalice” las pretensiones del independentismo porque "son absolutamente contrarias al ordenamiento democrático", mientras que, en la misma emisora, el presidente del PPC, Alejandro Fernández, aseguró que la reunión de la mesa de diálogo celebrada ayer acabó "como el rosario de la aurora" porque "no se daban las condiciones para que saliera bien". Fernández apuntó que el Govern acudió "roto" a la reunión, en referencia a la ausencia de Junts, y el Gobierno fue "con posiciones radicalmente distintas" entre los dos partidos que lo forman.