Habrá más reuniones "periódicas" y "discretas"

Sánchez insiste en un diálogo con Catalunya "sin pausa, pero sin plazos"

El presidente reconoce que los dos gobiernos parten de posiciones "muy alejadas" y que hay que ir avanzando en las cuestiones que más les aproximan

El líder socialista subraya la "enorme potencia de mensaje político" la imagen de dos ejecutivos juntos sentados en un intento de "superar" la crisis

El Gobierno aparca definitivamente la inversión de 1.700 millones en El Prat, porque entiende que la posición del Govern no está "madura"

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. / Ferran Nadeu

Xabi Barrena
Juanma Romero
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El Gobierno quiere un diálogo con Catalunya y sobre Catalunya "sin pausa", pero "sin prisas y sin plazos". Es decir, sin un corsé temporal de dos años como el que ERC pactó con la CUP. Pedro Sánchez entiende que ahora que se retoma la interlocución con la Generalitat, aunque lastrada por la ausencia de Junts, no hay que marcarse umbrales, porque reconducir la situación llevará años, ya que se parte de posiciones "muy alejadas": la defensa del referéndum de autodeterminación y la amnistía, que el Gobierno ni acepta ni aceptará.

Sánchez compareció en rueda de prensa este miércoles tras su reunión bilateral de casi dos horas con Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat, la segunda que mantuvo con él tras el encuentro del pasado 29 de junio en la Moncloa. Después, los dos presidentes posaron con las respectivas delegaciones de la mesa de diálogo, marcada por el veto del 'president' a la propuesta de alineación que le había formulado Junts. Incluso, finalmente, y contra pronóstico, hubo una foto de los dos presidentes con sus respectivos equipos, frente a frente, pero poco más que eso, porque la sustancia se ventiló en el despacho previo entre ambos en la Sala dels Diputats del Palau.

La doble cita de este 15 de septiembre —la bilateral de Sánchez y Aragonès y la posterior cita de los dos gobiernos— supone un paso "importante", según el líder socialista, un "reinicio" de las relaciones institucionales, en palabras también de Aragonès. Una apuesta por el "diálogo", entendido como el "mejor camino para avanzar y encontrar soluciones acordadas". Las posiciones de las que parten ambos gobiernos, admitió Sánchez, están "muy lejanas", de manera que los problemas de Catalunya "no se van a resolver mañana", ya que el conflicto se ha venido larvando durante una década. Pero el clima político "es mucho mejor hoy que hace un año" y la "firme voluntad" del Gobierno es que en un año sea mejor que el que existe hoy. El Ejecutivo se dice "empeñado en recobrar afectos" y subraya que la pandemia "ha recolocado las prioridades" de los ciudadanos y de los gobiernos.

Aragonès planteó a Sánchez las dos peticiones clásicas del independentismo, amnistía y referéndum. "Escuché atentamente, faltaría más", dijo, reiterando su rechazo a ambos planteamientos porque no caben en la Constitución. Pero precisamente porque las posturas están "muy alejadas", será preciso que las dos partes se "escuchen" y hablen "mucho", que "todos" hagan un "esfuerzo por acercar posiciones" en los elementos en los que sea posible buscar una aproximación, y por todo ello la receta que extiende el Gobierno es "trabajar sin prisa", pero "sin pausa" y "sin ponernos plazos".

"No me pongan plazos, porque tienen que ser los más laxos posibles, porque lo importante no es el tiempo, sino que lleguemos a buen puerto", esgrime

Preguntado si esa reflexión era compartida por Aragonès, el líder socialista reconoció que no podía hablar por él, pero hizo hincapié en que es "de sentido común" trabajar sin marcarse horizontes, tal y como por cierto ya él mismo avanzó en el Senado ayer martes. Se necesitará "tiempo" para suturar las heridas, para buscar una salida. "La responsabilidad de los políticos es tratar de resolver los problemas. Y si hoy estoy aquí, de nuevo, en el Palau, y me reúno con el 'president' de la Generalitat es porque el Gobierno se toma en serio esta crisis y quiere resolver esta crisis. Ahora, no me pongan plazos, porque evidentemente tienen que ser los más laxos posibles, porque lo importante no es el tiempo, sino que lleguemos a buen puerto", apuntó. Los dos gabinetes seguirán hablando, aunque la metodología se irá fijando en las próximas semanas, indicó. Después se supo, y así lo dijo Aragonès y lo refleja el comunicado de la Moncloa tras la reunión de la mesa, que los siguientes encuentros serán "periódicos" y también continuarán hablando "a través de trabajos discretos, que permitan avanzar en los objetivos fijados".

"Avanzar" en los 44 puntos

La oferta que el Ejecutivo esgrime es su agenda para el reencuentro, un documento de 44 puntos que Sánchez ya presentó a Quim Torra en su cita en el Palau el 6 de febrero de 2020 y que pretende responder a las demandas históricas formuladas por los distintos 'presidents' de la Generalitat en distintos momentos. El líder socialista recordó que, desde entonces, se han producido "múltiples avances" ante cada punto de los 44 que comprende el texto [aquí en PDF la actualización].

El independentismo le responde que esas materias deben ser objeto de discusión en las comisiones bilaterales, pero no en la mesa política de diálogo, y le reprocha que no hay una propuesta alternativa a la suya, la suma de amnistía y referéndum. "Por la misma regla de tres yo puedo decir que esa no es una propuesta", se defendió Sánchez, quien recordó que cuando su Gabinete aprobó los indultos del 'procés', en junio, ya apuntó que su voluntad era volver al punto anterior a la ruptura y que el camino es "avanzar" en los 44 puntos, orillando aquel en que las dos partes están "radicalmente en desacuerdo". "El Ejecutivo siempre ha sostenido que el modelo recogido en la Constitución es el único marco posible para reconocer la enorme y rica diversidad del país, consolidar derechos y garantizar la convivencia de una sociedad plural como la catalana", reza el comunicado posterior de la Moncloa.

Sánchez reconoce que Aragonès volvió a plantear amnistía y autodeterminación, planteamiento que escuchó "atentamente" y que demuestra que tocará hablar "mucho"

"Empecemos por aquello en lo que podamos encontrarnos de manera más fácil", adujo. Sánchez enfatizó que, tras una pandemia que ha convulsionado el mundo, se exige poner el acento en los tres elementos que "unen" a la ciudadanía catalana y al conjunto de la española: la superación definitiva del covid, procurar que la recuperación "justa" llegue a todos y "aprovechar" la oportunidad de los fondos europeos. También insistió en que el secesionismo debe asumir que ha de conversar con la Catalunya no soberanista: ese diálogo, recalcó, es impostergable".

Si las posiciones siguen siendo muy distantes, si los dos gobiernos hablan lenguajes distintos y ponen el acento en cuestiones diferentes, ¿dónde estaba el acercamiento, de qué hablaron los dos presidentes durante casi dos horas? "Las imágenes son importantes desde un punto de vista político", señaló, y que se celebre una reunión entre dos gobiernos en el mismo escenario en el que, en 2017, se protagonizó un "desgarro" entre Catalunya y el resto de España, tiene una "enorme potencia de mensaje político". El mensaje de que las dos partes quieren "superar la situación", "mirar hacia delante", resolver la "crisis".

Pedro Sánchez y Pere Aragonès encabezan la reunión de la mesa de diálogo de este 15 de septiembre de 2021 en el Palau de la Generalitat. A la izquierda, Sánchez con la vicepresidenta Yolanda Díaz y los ministros Félix Bolaños, Miquel Iceta e Isabel Rodríguez. A la derecha, Aragonès con los 'consellers' de ERC Laura Vilagrà y Roger Torrent.

Pedro Sánchez y Pere Aragonès encabezan la reunión de la mesa de diálogo de este 15 de septiembre de 2021 en el Palau de la Generalitat. A la izquierda, Sánchez con la vicepresidenta Yolanda Díaz y los ministros Félix Bolaños, Miquel Iceta e Isabel Rodríguez. A la derecha, Aragonès con los 'consellers' de ERC Laura Vilagrà y Roger Torrent. / GENERALITAT DE CATALUNYA / JORDI BEDMAR

"Ha merecido la pena"

"Que va a ser difícil, es evidente, que tenemos posiciones alejadas, claro que sí, pero lo sustancial es que se ha celebrado y que cada cual ha defendido su posición desde el respeto y la escucha y con una clara voluntad de superar lo vivido en 2017", alegó. Y, desde su punto de vista, "ha merecido la pena". Además, su presencia en Catalunya demuestra, dijo, el "profundo cariño" del Gobierno por la sociedad catalana, por encima de las "diferencias" existentes.

El presidente lanza un capote al jefe del Govern al afirmar que respeta "profundamente" la delegación decidida por él, sin Junts

Sánchez y Aragonès sí hablaron, aunque "no de manera extensa", de la ampliación del aeropuerto de El Prat. Pero sin avances. No hay novedades porque el Gobierno no encuentra una "posición madura", de consenso, en el Govern. Así que el Ejecutivo "aparca" la inversión de 1.700 millones de euros. De lo que no charlaron, dijo, es del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado, para el que el apoyo de ERC es básico. El presidente mantuvo que esa negociación se mantendrá posteriormente.

El líder socialista echó un capote a Aragonès por la exclusión de Junts de la mesa. Se limitó a expresar su "profundo respeto" por la delegación decidida por el 'president', y no considera que nazca cojo el diálogo por la ausencia de los socios del Govern. "Vamos a ponernos a trabajar, porque Catalunya y España se merecen un futuro mejor y el compromiso de ambas delegaciones es total". El diálogo, pues, se reabre con "esperanzas y energías renovadas", resumió.

A la bilateral de los dos presidentes siguió la foto de ambos con las dos delegaciones. Incluso sentados, frente a frente, en la mesa. Sánchez luego partió hacia la sede del PSC, a la reunión de la ejecutiva del partido hermano, y también se tomó un café con el próximo primer secretario y exministro de Sanidad, Salvador Illa. La cita posterior de los cuatro ministros (Yolanda Díaz, Félix Bolaños, Miquel Iceta e Isabel Rodríguez, ya que al final no fueron Raquel Sánchez y Manuel Castells, para "equilibrar la representación") y los 'consellers' Laura Vilagrà y Roger Torrent se prolongó durante unas dos horas. Disposición al diálogo hay, pero frutos concretos, por ahora, ninguno.

Comunicado íntegro de la Moncloa tras la reunión de la mesa de diálogo

"Las delegaciones del Gobierno de España y del Govern de la Generalitat en la mesa de diálogo han acordado iniciar los trabajos para lograr una salida que permita recuperar la normalidad en Catalunya tras años de desencuentros. Las dos partes han pactado mantener reuniones periódicas, también a través de trabajos discretos, que permitan avanzar en los objetivos fijados.

»Ambos ejecutivos han constatado que parten de posiciones alejadas, pero comparten que la vía de diálogo es el único cauce para resolver sus diferencias. La reunión se ha desarrollado en un tono cordial y, durante su transcurso, el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha entregado a los representantes del Govern una copia de la Agenda del Reencuentro.      

»La reunión de este miércoles se enmarca en la nueva etapa de diálogo y reencuentro para Catalunya que el Gobierno de España puso en marcha en el año 2018. El Ejecutivo siempre ha sostenido que el modelo recogido en la Constitución es el único marco posible para reconocer la enorme y rica diversidad del país, consolidar derechos y garantizar la convivencia de una sociedad plural como la catalana. 

»En ese sentido, la Agenda para el Reencuentro pretende sentar las bases de un proyecto de unidad donde se recuperen los afectos y donde Catalunya vuelva a ser uno de los motores económicos de España. El diálogo y la confianza mutua son pilares fundamentales que permitirán conseguir esta solución compartida y lograr una recuperación justa. 

»Así pues, esta Agenda para el Reencuentro es una invitación al diálogo y al acuerdo y supone una ampliación de horizontes, incorporando otras materias, como las infraestructuras, el crecimiento económico, la sanidad, los servicios sociales y el medio ambiente; y es un compromiso con la ciudadanía catalana, a la que el Gobierno de España escucha, consciente de la diversidad del país.      

»En paralelo, el Ejecutivo considera del todo imprescindible que las instituciones catalanas lideren un diálogo honesto y sincero también entre catalanes".