Cita en el Palau de la Generalitat

La mesa de diálogo fijará metodología y calendario y excluirá el debate sobre El Prat

La Generalitat espera obtener los primeros réditos tangibles del foro bilateral antes de negociar los Presupuestos de Sánchez

Mesa de diálogo y crisis de Govern

Mesa de diálogo y crisis de Govern. En la foto, Pedro Sánchez y Pere Aragonès. /

Xabi Barrena
Pilar Santos
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, inaugurarán este miércoles en el Palau de la Generalitat la nueva etapa de la mesa de diálogo entre sus dos ejecutivos con un formato muy particular. Ambos se verán primero a solas, comparecerán después ante los medios de comunicación y pasarán entonces a la reunión del foro bilateral, junto a los ministros de PSOE y Unidas Podemos y los 'consellers' de ERC. Pero los líderes solo se quedarán a la primera parte del encuentro. Luego se marcharán y dejarán trabajar a sus respectivos equipos. El porqué de este procedimiento tiene mucho que ver con los objetivos que la Generalitat persigue en este cónclave.

Según explican fuentes de ambos gobiernos, la cita previa entre Aragonès y Sánchez servirá para prefijar los objetivos de la mesa y abordar la metodología y el calendario de trabajo. El acuerdo al que lleguen los dos presidentes servirá de base para que sus respectivos equipos establezcan unas horas más tarde "los asuntos a abordar, los grupos de trabajo y los plazos". Al jefe del Ejecutivo catalán, y a ERC, le interesa mucho que de la jornada de hoy salga un compromiso tangible del Gobierno central con el futuro de la mesa de diálogo, y no solo una mera fotografía para salir del paso, ni una vacua declaración de intenciones.

Estructuras permanentes

Por metodología y calendario entienden en la Generalitat el establecimiento de un mecanismo formal de trabajo, con estructuras permanentes (por ejemplo, sobre la composición de las delegaciones y los canales de comunicación) y plazos fijados entre reunión y reunión. Es decir, aunque esta es oficialmente la segunda cita de la mesa (la primera fue en febrero de 2020, antes de la pandemia), ERC la concibe como el "reinicio" del foro ahora que dirige la Generalitat.

Aunque el propio Sánchez ha rechazado este martes fijar cualquier límite temporal "para evitar frustraciones", fuentes del Ejecutivo catalán confían en que la mesa de diálogo dé los primeros frutos antes de negociar los Presupuestos del Estado de 2022. A nadie se le escapa que esos hipotéticos réditos pueden ser la palanca que permita a ERC justificar su apoyo a unas cuentas que brindarían a Sánchez estabilidad prácticamente hasta final de la legislatura.

El aeropuerto, fuera del debate

En lo que sí están de acuerdo la Moncloa y la Generalitat, después de varios días de choque, es en excluir de la reunión de este miércoles el espinoso debate sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat. Aunque la ministra del ramo, Raquel Sánchez, dijo el lunes que el tema se abordaría en el foro, finalmente el asunto, que enfrenta a un gobierno con el otro pero también a los respectivos socios dentro de cada gabinete, no formará parte de las conversaciones.

Uno de los efectos colaterales de la tardanza de Junts en elegir integrantes es que los republicanos no sabían con quién consensuar un orden del día con el que sentar las bases, junto con la Moncloa, de la reunión. Hasta el punto que los republicanos dejaron de esperar y entablaron esa segunda negociación con el equipo de Sánchez.

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