El laberinto catalán

Las 4 claves del choque entre ERC y Junts sobre la mesa de diálogo

Jordi Puignerò y Pere Aragonès

Jordi Puignerò y Pere Aragonès / EFE / QUIQUE GARCÍA

Júlia Regué

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ERC y Junts vuelven a estar inmersos en auténtica crisis, la primera bajo la batuta del 'president' Pere Aragonès. Tal ha sido el choque sobre el diálogo con el Gobierno que Junts podría no estar presente en el foro, ya que el jefe del Govern exige que su comitiva dentro de la delegación catalana en la cita entre gobiernos de este miércoles esté formada por miembros del Ejecutivo catalán, como asegura que pactó verbalmente con sus socios. Sin embargo, la propuesta posconvergente está formada por el 'vicepresident' Jordi Puigneró, por Jordi Sánchez y Jordi Turull -recientemente indultados- y por la diputada en el Congreso, Míriam Nogueras. El veto de Aragonès obliga a repasar la literalidad de los pactos para entender cómo se ha llegado a producir este cisma.

¿Quién pactó la creación de la mesa de diálogo?

La mesa de diálogo fue parte del acuerdo alcanzado entre ERC y el PSOE para la investidura del presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Ambos partidos pactaron este formato de diálogo con la voluntad de resolver el "conflicto político" entre Catalunya y el resto de España, un instrumento en el que los independentistas podrían plantear sus reivindicaciones, al margen de los asuntos competenciales y de inversiones, que se abordan en la comisión bilateral. La literalidad del texto es que esta "mesa bilateral de diálogo, negociación y acuerdo para la resolución del conflicto político" estará compuesta por el Gobierno y la Generalitat "de forma paritaria y con los miembros que ambas partes decidan" y que se abrirá un "diálogo abierto sobre toda las propuestas presentadas", es decir, que habrá libertad de contenidos y que se debatirán "las posiciones al respecto de cada propuesta" hasta que los acuerdos se materialicen para que sean votados por la ciudadanía de Catalunya. Junts quedó al margen de este acuerdo.

¿Quién participó en el primer encuentro?

La primera cita fue encabezada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el 'president' de la Generalitat, Quim Torra. La delegación del Gobierno quedaba completada con los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, y los ministros socialistas María Jesús Montero, José Luis Ábalos, Carolina Darias y Salvador Illa; así como el titular de Unidas Podemos, Manuel Castells.

La comitiva catalana estuvo conformada por el 'vicepresident' Pere Aragonès, los 'consellers' Alfred Bosch y Jordi Puigneró; los representantes de Junts, Elsa Artadi y JosepRius; y de Esquerra, Marta Vilalta y Josep Maria Jové.

Tras esta primera toma de contacto, según fuentes republicanas, se acordó verbalmente dentro del Govern que la delegación debería estar formada por miembros del Consell Executiu, para dar un alto rango institucional al foro, pero Junts lo niega.

¿Qué acordaron los gobiernos en la primera cita?

Según el comunicado conjunto, la primera cita sirvió para "sentar las bases del diálogo" y para "constatar la naturaleza política del conflicto y que este requiere de una solución política". Ambas delegaciones coincidieron en que la mesa de gobiernos es el "instrumento" en el que vehicular una "solución", por lo que se instaron a continuar explorando esta vía.

Los acuerdos alcanzados fueron cuatro: que el foro se reuniría mensualmente, que se celebraría alternativamente en Madrid y Barcelona, que los presidentes y vicepresidentes se incorporarían a la mesa "cuando sea necesario ratificar acuerdos políticos, salvo que alguna de las partes decida otra composición" y que cualquier pacto se formularía "en el marco de la seguridad jurídica".

¿Qué firmaron ERC y Junts en su pacto de gobierno?

Tras las elecciones del 14 de febrero, ERC y Junts terminaron pactando un acuerdo de gobierno que fija las bases sobre el diálogo con el Ejecutivo central. Esquerra dejó sobre papel su voluntad de "continuar explorando al máximo" la mesa de diálogo "sin dilatarla innecesariamente", mientras los posconvergentes quisieron puntualizar que, pese a su escepticismo, se comprometían a no torpedear este foro "asumiendo dar una oportunidad a este espacio para que sea un punto real de negociación".

"ERC y Junts acuerdan trabajar desde la confianza y la lealtad mutua para fortalecer la posición negociadora de la parte catalana y mejorar las condiciones y garantías del proceso de negociación", apunta el acuerdo, incidiendo en que la evolución y su continuidad serán analizadas durante el proceso.

¿Y sobre cómo configurar la delegación? "La delegación catalana en el proceso de negociación será elegida por consenso y nombrada por el Govern, con la voluntad de que represente la pluralidad del proyecto independentista y tiene la voluntad de representar y defender los grandes consensos a favor de la autodeterminación y la amnistía de la mayoría del 80% de la ciudadanía", indica el pacto.

En esto se basa Junts para nombrar a su delegación, mientras ERC sigue defendiendo que hubo un acuerdo verbal entre los socios para que a la segunda cita sólo acudieran representantes con cargo en el Consell Executiu.

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