La fiesta nacional de Catalunya

La Diada vuelve a las calles con el foco sobre el diálogo

El independentismo llega dividido al primer Onze de Setembre sin presos del 'procés' y Esquerra al frente de la Generalitat

Junts redobla la presión a ERC con una ofensiva contra la mesa de negociación y a favor de la unilateralidad

Barcelona. 11.09.2021. Política. Imagen de la Vía Layetana durante la concentración con motivo de la Diada. En la fito, Ana embarazada de ocho meses observa la manifestación. Fotografía de Jordi Cotrina

Barcelona. 11.09.2021. Política. Imagen de la Vía Layetana durante la concentración con motivo de la Diada. En la fito, Ana embarazada de ocho meses observa la manifestación. Fotografía de Jordi Cotrina / JORDI COTRINA

Júlia Regué

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El independentismo vuelve a las calles sin una hoja de ruta compartida y en plena disputa entre los socios en el Govern por el diálogo con el Estado. La de este sábado será la primera Diada con los presos por el 1-O indultados y con Esquerra al mando de la Generalitat con una apuesta cerrada por la negociación que sus socios, dentro y fuera del Ejecutivo, ven con escepticismo.

La mesa de diálogo, a la vuelta de esquina, se volverá a reunir con las posiciones polarizadas entre las delegaciones, e incluso dentro de las propias comitivas. El choque entre ERC y Junts se ha agudizado, pero la ‘conllevancia’ entre el PSOE y Unidas Podemos también. Muestra de ello es la retirada de la inversión prevista para la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, que ha exhibido la fragilidad entre socios y que ha terminado con acusaciones cruzadas achacándose la responsabilidad unos a otros y cuestionando la vía del deshielo entre gobiernos.

Una desunión que Junts ha querido dejar muy patente la víspera del Onze de Setembre con una ofensiva por las redes sociales en contra de la mesa de diálogo y, sobre todo, a favor de la unilateralidad. Pocas horas después de que el 'president', Pere Aragonès, retase al partido de Carles Puigdemont a concretar cuál sería su alternativa a la negociación, dirigentes y cargos de Junts, entre ellos la presidenta del Parlament, Laura Borràs, compartieron un mensaje que tildaba de "pobres" las concreciones que ha logrado hasta ahora Aragonès con su estrategia pragmática. Y concluía con un alegato, sin mayor detalle: "Hay alternativa: ¡unilateralidad!".

La protesta de este sábado será el reflejo del cambio de etapa en el carril del ‘procés’ en el que se evidenciará el enfrentamiento abierto entre ERC -que blande la bandera del diálogo- y la ANC, que se aferra a la unilateralidad y enmienda la negociación –ergo, la totalidad de los postulados republicanos– exigiendo una estrategia por y para la ruptura, incluyendo el “levantamiento” de la declaración unilateral de independencia (DUI) de 2017.

Aragonès, otros miembros del Govern y representantes del independentismo, se conjurarán en una jornada con el foco puesto en el diálogo con el Estado caldeado por la ofensiva posconvergente. Junts y la CUP dieron de margen hasta el 2023 para explorar esta vía, pero crece el cuestionamiento sobre el deshielo y ambos partidos se instan a preparar ya una “alternativa al fracaso”. El pacto nacional por la amnistía y la autodeterminación sigue sin reunirse, aunque el Ejecutivo catalán asegura que la próxima semana se empezarán a dar detalles de lo que pretende ser un grupo que propulse la autodeterminación.

Vuelta a los clásicos

La reanudación de la agitación en las calles es una vuelta a los orígenes: ofrenda floral a Rafael Casanova y Salvador Allende, acto de Òmnium Cultural, evento de Ciutadans, manifestación 'clásica' de la ANC, marcha propia de la CUP y acto institucional como colofón a la jornada. Pero la décima protesta liderada por la Assemblea tiene la voluntad de alargarse hasta el primer fin de semana de octubre, cuando se cumplirán cuatro años del referéndum del 1-O, bajo el mismo lema: "Luchemos y ganemos la independencia".

La manifestación de la ANC, con la colaboración de Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència, centralizada en Barcelona, empezará en la plaza de Urquinaona en dirección al Parc de la Ciutadella, donde se ubica el Parlament de Catalunya. La marcha echará a andar a las 17.14 horas y recorrerá la Via Laietana, el Passeig d'Isabel II y llegará a la Avinguda del Marquès de l'Argentera. Desde la organización corrigieron el recorrido y sortearon la entrada en la Ciutadella para evitar aglomeraciones a las puertas de la Cámara catalana, por lo que el acto político se celebrará frente a la Estació de França.

La ANC prevé que, pese a la pandemia, acudan a la protesta al menos 100.000 personas –su presidenta, Elisenda Paluzie, fijó una previsión de “seis dígitos”- y desdeñó entrar en la competición por un “récord Guiness”, consciente de que la desmovilización soberanista y el impacto del coronavirus hacen incomparable una convocatoria con otra previa. En la última Diada prepandémica, la de 2019, la ANC consiguió reunir a unas 600.000 personas, la cifra más baja de asistencia registrada desde el año 2012.

Pese a que de las elecciones autonómicas del 14 de febrero surgió un Govern independentista con un 52% de los votos a favor de la desconexión –en una escasa participación del 51,3%-, esta Diada es especialmente compleja para la ANC porque su posicionamiento, a favor de la unilateralidad y en contra del diálogo porque genera una “falsa normalidad”, no reúne simpatías entre todos los partidos independentistas, que si bien se dividen sobre el diálogo, descartan a corto plazo una separación forzosa. 

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