Estrategia independentista

Aragonès promete "máxima ambición" soberanista en la mesa de diálogo

El 'president' elude el choque con Junts y se aferra a los consensos soberanistas

El PSC abre la mano para negociar los presupuestos sin "cordones sanitarios"

Pere Aragonès

Pere Aragonès / EUROPA PRESS / DAVID ZORRAKINO

Fidel Masreal

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"Máxima ambición". Esta es la receta con la que el 'president', Pere Aragonès, encara la mesa de diálogo con el Gobierno del PSOE, que celebrará su segunda reunión a mediados de septiembre tras un primer encuentro que tuvo lugar en la Moncloa bajo presidencia de Quim Torra antes de la pandemia. Aragonès plantea con vehemencia una máxima: llevar a este organismo bilateral los "grandes consensos" de la sociedad catalana en materia identitaria: el referéndum como método de resolución del conflicto, y la amnistía para acabar con la "represión".

El jefe del Govern encara la cita con un norte inamovible: llegar a la mesa con tanta cohesión interna del soberanismo como le sea posible. "Con todas las fuerzas", según sus palabras. Y ello pese a que, desde finales de julio, los dirigentes de Junts per Catalunya (JxCat) no han dejado de lanzar mensajes de escepticismo, desconfianza o crítica abierta a la apuesta de ERC por una resolución política y dialogada al conflicto. Los dardos de JxCat han sido constantes y con un mínimo común denominador: los dos años de margen que el independentismo ha dado --en el pacto de Govern-- a las conversaciones con el Ejecutivo central son, probablemente, excesivos porque en unas pocas reuniones de la mesa se constatará su inutilidad, a ojos del partido del 'expresident' Carles Puigdemont.

Ante este pronóstico, Junts enarbola la idea de que acceder a la independencia por la vía unilateral es una alternativa que debe estar engrasada, preparada. El último en exponerlo ha sido el vicepresidente del Govern y 'conseller' de Polítiques Digitals, Jordi Puigneró, en la Universitat Catalana d'Estiu, este domingo. Para Puigneró, si el Estado "ve" que el soberanismo ha renunciado a acceder a la independencia de forma unilateral, entonces la negociación nacería coja porque el soberanismo estaría "vendido". Por tanto, siempre según Puigneró: "El Estado tiene que saber que estamos dispuestos a volver a hacerlo". Eso sí, el vicepresidente admite que si se intenta de nuevo saltar la pared de la legalidad, la UE no avalará esta vía porque Europa solamente "apoya" al soberanismo en cuestiones relacionadas con la "represión".

Presupuestos: ¿Con la CUP o el PSC?

Mientras Aragonès elude el choque interno y trata de preparar la negociación -según sus palabras- más difícil de los últimos años, en el flanco interno, tampoco el 'president' tiene garantías de estabilidad. La CUP ha lanzado mensajes inequívocos de distanciamiento a las puertas de la negociación de los primeros presupuestos del nuevo Govern. Es en este contexto en el que cobran importancia los ofrecimientos del PSC para sentarse a una mesa con la Generalitat para valorar las futuras cuentas.

Las condiciones, más bien genéricas, son invertir en las familias vulnerables y apostar por el conocimiento y la innovación. En declaraciones a la ACN, Alícia Romero, diputada socialista, pide al 'president' que no trace "cordones sanitarios". Aragonès ha asegurado que no ve otra opción que no sea aprobar los presupuestos con la CUP.