Nuevo estilo

Díaz potenciará la relación con los territorios para reforzar Unidas Podemos

La líder del espacio confederal asegura que es importante escuchar a la ciudadanía al margen de los partidos

Colau podría ser una de las piezas clave en el diseño territorial que la vicepresidenta segunda haga del espacio morado

yolanda díaz

yolanda díaz / David Castro

Miguel Ángel Rodríguez

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La realidad de Unidas Podemos es compleja. Si a escala nacional resulta difícil orientarse en la correlación de fuerzas (la coalición la componen Podemos, IU, En Comú Podem y Galicia en Común), a nivel territorial el panorama resulta mucho más intrincado. Las federaciones autonómicas de Izquierda Unida disfrutan de un alto grado de autonomía, las de los morados dependen más de Madrid y en Galicia y Catalunya se han aliado creando una marca propia. Con este panorama, Yolanda Díaz, líder nacional de Unidas Podemos, quiere potenciar los territorios al margen de la estructura orgánica de cada uno.

Al contrario que Pablo Iglesias, que fundó Podemos en Madrid y pilotó el crecimiento del partido desde la capital, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo proviene de las estructuras territoriales. Concejala en el ayuntamiento de Ferrol durante nueve años, y diputada autonómica en el parlamento gallego durante otros cuatro, Díaz dio el salto a la política nacional en 2016 con la coalición En Marea. Aquella alianza de Podemos, Esquerda Unida y Anova se fue al traste dos años después y fruto de aquella fractura surgió Galicia en Común.

La reestructuración en Galicia fue exitosa -al menos a nivel nacional-, pero las tensiones en otros territorios debido a los intentos de control por parte de la anterior dirección de Podemos y por el rápido crecimiento de la formación sin apuntalar las bases han dejado a los morados con un panorama complicado. En Asturias y Navarra, Podemos e IU se presentaron por separado a las anteriores elecciones autonómicas y en los próximos comicios territoriales tendrán que competir en Andalucía -y quién sabe si también a nivel nacional- contra Teresa Rodríguez tras la negativa de Iglesias a concederle más autonomía de la cúpula del partido.

Pese a que Díaz no tiene poder orgánico alguno -Podemos está en manos de Ione Belarra e IU de Alberto Garzón-, la vicepresidenta será quien tenga que liderar la coalición e intentar marcar su estilo. Fuentes de su entorno señalan que "no se trata de hablar de partidos y partidos", sino de escuchar el pulso de los territorios y las exigencias de la ciudadanía para ir configurando las opciones necesarias en cada uno de los territorios.

La alianza catalana

Una de las pocas figuras relevantes que Unidas Podemos conserva a nivel territorial es Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona, que nunca logró una sintonía especial con Iglesias, aparece en el horizonte de Díaz como una de sus potenciales aliadas dentro de la formación. En el entorno de Colau rechazan que la líder de En Comú Podem en Catalunya quiera dar el paso a la política nacional. Tal como informó EL PERIÓDICO, la intención de la alcaldesa es la de volverse a presentarse.

Las mismas voces destacan que la alcaldesa catalana ve en Podemos "una crisis de proyecto muy grave" y cierto "nerviosismo interno" tras la marcha de Iglesias y la llegada de los nuevos liderazgos. Díaz, conocedora de la realidad autonómica, tendrá que aplacar estas dudas y hacer sentir cómplices del proyecto nacional a los territorios, sin causar recelos en la esfera nacional.

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