La pandemia en Catalunya

El Govern, tras el revés del TSJC al toque de queda, busca cómo mantener a BCN en la restricción

El Ejecutivo de Aragonès estudia ahora alternativas para mantener el toque de queda en las grandes ciudades

Vilagrà critica que los jueces "hagan de epidemiólogos" y asevera que se mantendrá "el binomio" entre policías locales y Mossos

Toque de queda

Toque de queda

Xabi Barrena
Patricia Castán
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El TSJC ha dicho este miércoles al Govern que ‘hasta aquí’. La ausencia de un decreto de estado de alarma por parte del Gobierno de Pedro Sánchez que amparara un toque de queda obligó en julio a la Generalitat, tras el desbarajuste vivido por Sant Joan, a pergeñar unas restricciones horarias a la movilidad sustendadas en unos indicadores pandémicos disparados. Tras el descenso de estos, se supone que gracias a las propias limitaciones, el TSJC ha expresado que no puede dar el visto bueno a que se continúe restringiendo un derecho fundamental como el de la movilidad, tal y como indirectamente solicitó el Govern, vía el Procicat, al incluir el mantenimiento del toque de queda. Ahora el Govern busca contrarreloj alguna manera de anclar a las ciudades de mayor tamaño, singularmente Barcelona, en el toque de queda. Los ‘botellones’ ya asoman en el horizonte.

No será fácil, como reconocen fuentes del propio Govern, y de momento ya dan por perdida la noche del jueves ya que han pospuesto hasta el viernes cualquier contramedida. Una propuesta que, de producirse, volverá a pasar por las manos del TSJC. Un tribunal, cuya sala de lo contencioso-administrativo considera que las limitaciones de movilidad entre las 01.00 y las 06.00 horas solo deberán aplicarse en los municipios de más de 5.000 habitantes que tengan una incidencia acumulada (IA) a siete días de 250 casos por cada 100.000 habitantes y no de 125 contagiados, como propuso el martes el Procicat. La decisión implica, entre otras cosas, el levantamiento del confinamiento nocturno en Barcelona y toda su área metropolitana y en la práctica totalidad de grandes ciudades catalanas.

Así las cosas, el toque de queda solo afectará la próxima semana (en principio hasta el 27 de agosto) a un total de 19 localidades catalanas: Alcarràs (Segrià), Amposta (Montsià), Arenys de Munt y Palafolls (Maresme), Badia del Vallès (Vallès Occidental), Balaguer (Noguera), Banyoles (Pla de l'Estany), Calafell (Baix Penedès), Celrà, Sarrià de Ter y Salt (Gironès), Cervelló, Gelida y Martorell (las tres en el Baix Llobregat), Manlleu (Osona), Montblanc (Conca de Barberà), Móra d'Ebre (Ribera d'Ebre) y Sant Feliu de Guíxols, y Torroella de Montgrí (Baix Empordà). La intención del Procicat era que fueran 148 los municipios incluidos en esta relación.

Ausencia de explicaciones

En el auto, el TSJC asevera que la Generalitat “no explica la razón por la que ese criterio”, la de la frontera de los 125 casos por 100.000 habitantes, en los últimos siete días, “no fue considerado necesario aplicar desde aquella fecha”, en julio”, y “sin embargo sobrevenidamente lo sea en este momento”. El umbral se determinó primero en los 400 casos y, después, en los 250, según iban descendiendo los índices. 

La decisión judicial cayó como un jarro de agua fría en el Govern. La ‘consellera’ de Presidència, Laura Vilagrà, en Prada de Conflent, afirmó que los jueces "no deberían hacer de epidemiólogos", y señaló que el toque de queda es una medida que "ha funcionado", aunque la presión hospitalaria es "muy alta".

Vilagrà también apuntó que se reforzará "el binomio" entre policías locales y los Mossos d'Esquadra para que en las calles "no haya bebida ni comida" y se cumplan las medidas. Porque el temor, ahora mismo es que las reuniones multitudinarias en los espacios públicos de noche se disparen 

Colau refuerza la presencia policial

Así, Barcelona reforzará la presencia policial entre las 2 y las 6 de la madrugada. Se mantendrá el despliegue policial que se aplicó en el mes de julio, con unos 650 agentes el fin de semana y 1.000 entre semana, y los puntos prioritarios serán las fiestas de Gràcia -que se celebran esta semana- y de Sants -que empiezan la próxima- y la zona de las playas.

El TSJC ha acabado, asimismo, de un plumazo con la polémica de los últimos días por la que los alcaldes de las localidades sin toque de queda rodeadas de municipios con restricciones, como Altafulla y Calonge, pedían ser incluidas en la excepcionalidad para evitar el trasiego de personas por la noche hasta sus lares. Porque el TSJC consideran "menos aún justificado extender la restricción de la movilidad nocturna a aquellos municipios colindantes o próximos a los anteriores, por el simple hecho de tal situación y como mera prevención". Por ello, reclama a la Conselleria de Salut que aporte argumentos sanitarios que apoyen tal medida. Y es que los jueces, en su auto, recalcan, una y otra vez, que lo que está en juego es un derecho fundamental.

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