Rey emérito

Corinna Larsen denuncia a Juan Carlos por espionaje y acoso

La alemana solicita que el emérito y los miembros del CNI no se puedan acercar a menos de 150 metros de sus residencias

Corinna zu Sayn-Wittgenstein

Corinna zu Sayn-Wittgenstein / MIKHAIL METZEL

El Periódico

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Corinna Larsen ha demandado a Juan Carlos I ante el Alto Tribunal de Justicia de Londres por espionaje y acoso y solicita que tanto él como los miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) no se puedan acercar a 150 metros de ninguna de sus residencias. La examante del rey emérito pide, además, ser indemnizada por la "vigilancia ilegal" que ha estado sufriendo, asegura, de los servicios secretos españoles.

La noticia fue adelantada este martes por el diario británico 'Financial Times', aunque, según el rotativo, la demanda fue presentada en diciembre. El próximo 3 de agosto se cumplirá un año desde que el exmonarca decidió abandonar España para marcar distancia física de su hijo, Felipe VI, y tratar de que no le afecten las investigaciones sobre su fortuna oculta. Desde entonces, Juan Carlos vive en Emiratos Árabes Unidos, acogido por la familia real de Abú Dabi.

En la denuncia, la empresaria asegura que el exmonarca y Félix Sanz Roldán, que fue director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) entre 2009 y 2019, le amenazaron y la están vigilando "desde 2012". Según el texto de la denuncia, que en España ha adelantado La Sexta, Corinna acusa al ex jefe del Estado de una conducta acosadora y difamatoria, por la que se habría dedicado a dañar su imagen ante su familia y amigos.

"Se propuso influir en sus exmaridos, su hija, su hijo y muchos de sus amigos alegando que la demandante le había robado y no era de fiar", dice la denuncia, que añade que Juan Carlos de Borbón habría difamado a su examante con  "declaraciones difamatorias" diciendo a personas que hacen negocios con ella que "no era de fiar y era desleal", si como a los medios que ella había robado dinero o que había intentando chantajear a la Familia Real.

En posible alusión al dinero procedente de un regalo a Juan Carlos de la casa real saudi, la demanda relata que el exmonarca español quiso que Corina le devolviera, entre otros bienes, "un importante obsequio económico que le había hecho libre e irrevocablemente".

Amanazas

La alemana ya había manifestado en ocasiones anteriores que había recibido amenazas por parte de Sanz Roldán, un extremo que el exjefe de los espías españoles negó de forma taxativa ante los tribunales. ”Jamás he amenazado a una mujer y a un niño", declaró en referencia al hijo pequeño de la mujer. 

La primera referencia a esas supuestas amenazas a Corinna las hizo el excomisario José Manuel Villarejo en un programa de televisión en 2017 y Sanz Roldán se querelló contra él por calumnias. Finalmente, el juez absolvió a Villarejo tras un juicio en el que la examante de Juan Carlos repitió su versión. En el interrogatorio, el exdirector del CNI admitió haber visitado a Corinna en mayo de 2012 en un hotel de Londres, aunque no dio detalles de esa conversación amparándose en el secreto de las actuaciones del CNI, que, por otra parte, tiene prohibido realizar misiones en el extranjero. Esa visita a la antigua amiga del emérito se produjo un mes después de que Juan Carlos se rompiera la cadera en la cacería de Botswana y la relación amorosa con Corinna saliera a la palestra.

La ex amanate del Rey emérito afirmó en ese juicio contra Villarejo que Sanz Roldán la amenazó. "Hay determinadas recomendaciones que tenía que seguir y él dijo que si no las seguía, no iba a poder asegurar mi seguridad física ni la de mis hijos”, aseguró sobra la entrevista con él en el hotel. “Cada vez que me negaba a lo que él me pedía, me contestaba que no era buena idea y que podía haber consecuencias”, reiteró Larsen sobre la actitud de Sanz Roldán. 

Competencia para investigar

Según la publicación de Reino Unido, la defensa de Juan Carlos I aún no ha respondido a la demanda, si bien aún debe dirimirse si la justicia inglesa es competente para investigar a un exjefe de Estado de otra nación que no vive en el Reino Unido. En cuanto a la orden de alejamiento, busca que tanto el emérito como los agentes del CNI se abstengan de comunicarse con ella, rastrearla, hacer declaraciones difamatorias o acosarla, además de prohibirles que puedan acercarse a menos de 150 metros de cualquiera de sus residencias'.

Corinna Larsen refiere en su denuncia que el comportamiento de Juan Carlos I ha dañado sus fuentes de ingresos y también su salud con "gran angustia, ansiedad, sueño, privaciones y preocupación por su propia seguridad física y la de sus hijos", si bien los abogados que han redactado la demanda no hacen estimación económica de esos supuestos daños.