Diálogo entre ejecutivos

Gobierno y Generalitat retoman este fin de semana el contacto tras el paréntesis por los cambios de Sánchez

Rodríguez y Vilagrà mantendrán antes del lunes una conversación telefónica para resolver cuándo se reunirá la comisión bilateral

isabel rodriguez miquel iceta

isabel rodriguez miquel iceta / Jesús Hellín / Europa Press

Xabi Barrena

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El Govern asiste con cierta estupefacción al cambio de ritmo que ha introducido el Ejecutivo de Pedro Sánchez en la relación con Catalunya. No se trata de intranquilidad, por cuanto no se adivina en el presidente del Gobierno una voluntad de golpe de timón y si su apuesta por mantener lo que él denomina la ‘agenda del reencuentro’. Pero no se acaba de entender que el 30 de junio Sánchez y Pere Aragonès acordaran reunir, antes de un mes, la Comisión Bilateral, la primera en tres años y que, a fecha de hoy, transcurridas tres semanas, poco se haya movido.

Y dentro de ese poco, todo se ha hecho con Miquel Iceta como ministro de Política Territorial. Y es que la crisis de Gobierno del fin de semana, y el relevo del primer secretario de los socialista catalanes por Isabel Rodríguez ha traído consigo la interrupción de la comunicación entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat. Si aun el viernes Iceta y la ‘consellera’ de Presidència, Laura Vilagrà, negociaban los puntos del orden del día de esa comisión bilateral, desde el relevo no se ha producido ninguna comunicación de la nueva ministra. Ni tampoco ha habido, siempre según fuentes del Govern en ambos casos, ningún mensaje directo entre presidentes que sirviera para calmar cualquier viso de intranquilidad que pudiera aparecer en Catalunya.

Con todo, según fuentes catalanas, está previsto que antes del lunes ministra y ‘consellera’ establezcan un contacto telefónico que debe suponer la retoma de las acciones previas a la celebración de la bilateral. Y ponerle fecha.

Tomando en cuenta que el próximo lunes es 19, hay quien piensa en el Govern que el Ejecutivo pretende llegar a un aplazamiento por la vía de los hechos consumados, toda vez que la comisión requiere una negociación previa, que es donde deben de llegarse a acuerdos, que luego las primeras espadas refrendan. “Es lo que pueden desear en la Moncloa, pero el compromiso de celebración es el que es. Y no se pactó hace seis meses, sino hace tres semanas”, apunta una fuente del Govern.

Fue la propia Vilagrà la que, el domingo, advirtió sobre el peligro que podría suponer el relevo de Iceta en cuanto a retraso del encuentro bilateral. La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, subrayó el martes que "no debe haber ningún motivo para que cambien los plazos establecidos" para reactivar la Comisión Bilateral, ya que "los compromisos están para cumplirlos", de la misma forma que considera que tampoco debe verse alterada la previsión de reunir la mesa de diálogo sobre Catalunya en el mes de septiembre.

La Conferencia de Presidentes del 30 de julio añade un nuevo obstáculo para la celebración del cónclave

Los días pasan y el fin de mes, fecha antes de la cual se debería de celebrar la comisión bilateral, se va acercando. El Govern se mantiene firme en su voluntad de celebrarla en este julio “o primera semana de agosto, como máximo”, apuntan. Y no es una prórroga baladí habida cuenta de que el 30 de julio se celebrará en Salamanca una Conferencia de Presidentes, el órgano de coordinación entre el Ejecutivo y las autonomías, para abordar la reconstrucción poscovid y la gestión de los fondos europeos Next Generation. Pere Aragonès ya ha adelantado que no asistirá al cónclave por entenderla meramente estética, algo que expresa simbólicamente como “hacerse la foto”.

Parece lógico pensar que llegar a esta cita con los 16 presidentes autonómicos restantes poco después de que se haya celebrado una comisión bilateral precisamente con la comunidad incompareciente, Catalunya, en la que pueden haber acuerdos en forma de traspasos o abonos de adeudos económicos, no parece que sea el mejor de los escenarios para Sánchez.

A su vez, la pausa política estival que conlleva el mes de agosto, permitía al Govern de Aragonès crear el ‘efecto zanja’ entre la mesa de los asuntos ‘autonómicos’, la Comisión Bilateral, y la de la negociación por el conflicto. Un aplazamiento hasta septiembre, donde el foro sobre el ‘procès’ copará la atención, tras la celebración de la Diada no es un escenario deseado por la Generalitat, siempre atenta a que no se mezclen las cuestiones.

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