Las consecuencias de la crisis de gobierno

Calvo apunta al Consejo de Estado como posible destino de futuro

La exvicepresidenta regresará a su escaño como diputada en el Congreso por ahora, aunque se le intentará buscar un acomodo a medio plazo

En la Moncloa se insiste en que el presidente defiende que De la Vega está haciendo una gran labor y que no será destituida

La ya exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, felicita a su sucesor, Félix Bolaños, nuevo ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, este 12 de julio de 2021 en la Moncloa.

La ya exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, felicita a su sucesor, Félix Bolaños, nuevo ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, este 12 de julio de 2021 en la Moncloa. / EFE / JAVIER LIZÓN

Juanma Romero

Juanma Romero

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El alcance de la drástica remodelación del Ejecutivo acometida el sábado por Pedro Sánchez no se limita a la entrada y salida de ministros, a los relevos en los segundos y terceros escalones y al rediseño del Gabinete de la Moncloa. También implica el reacomodo, en algunos casos institucional, de quienes han sido pesos pesados en la primera etapa. Como Carmen Calvo, la ya exvicepresidenta primera. Ella podría resituarse en la presidencia del Consejo de Estado. No de manera "inminente", ni mucho menos, porque el presidente no tiene intención de destituir a su actual titular, María Teresa Fernández de la Vega. Pero el futuro está abierto. Lo que por ahora sí está asegurado es que la ex número dos regresará a su escaño en el Congreso, el que consiguió en las elecciones de 2019 como número dos por Madrid.

Calvo ha sido uno de los pilares del Gobierno en estos primeros tres años. Cuando supo que sería cesada y que su puesto quedaba en manos de Félix Bolaños, quedó "tranquila", pero aún tenía una conversación pendiente con Sánchez. Ambos han charlado, según indicaron a este diario fuentes próximas a la exvicepresidenta primera, de la posibilidad de presidir el máximo órgano consultivo del Ejecutivo, en sustitución de María Teresa Fernández de la Vega, que fue la número dos de otro presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, entre 2004 y 2010. Calvo, de momento, está pensando qué hacer, aunque quiere parar un poco después de tres años de máxima presión, y su primer paso, eso ya sí lo tiene decidido, será dedicarse a su escaño como diputada en el Congreso.

De la Vega fue elegida consejera permanente por Zapatero en 2010, y luego Sánchez la nombró presidenta del órgano en 2018

La presidencia del Consejo de Estado es uno de los cargos que propone el líder del Gobierno, sin que pase por el Parlamento. De hecho, en junio de 2018, tras su llegada a la Moncloa, Sánchez eligió a De la Vega para pilotar el órgano. Ella había sido elegida consejera permanente de la institución en 2010, una vez que Zapatero designó a Alfredo Pérez Rubalcaba como nuevo vicepresidente. Es decir, que pertenecía al núcleo duro, al selecto club de miembros vitalicios que no pueden ser removidos. El presidente, sin embargo, quiso dar nuevos aires al Consejo de Estado y la nombró presidenta. El mensaje era claro: De la Vega (Valencia, 1949) se convirtió en la primera mujer en dirigir el Consejo de Estado. Relevó así al popular José Manuel Romay Beccaría.

La presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el jefe de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, este 12 de julio durante la toma de posesión de Félix Bolaños como nuevo ministro de la Presidencia, en la Moncloa. 

La presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el jefe de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, este 12 de julio durante la toma de posesión de Félix Bolaños como nuevo ministro de la Presidencia, en la Moncloa.  / EFE / JAVIER LIZÓN

"La mejor consideración"

Fuentes del entorno de Calvo señalaron a EL PERIÓDICO que Sánchez le comentó la opción de dirigir el máximo órgano consultivo, pero la decisión aún no está tomada. "Ya verán los dos cómo se ajusta el encaje", abundaron. La exvicepresidenta tiene previsto incorporarse a su escaño de diputada -no renunció a él, como hicieron la mayor parte de los ministros, por indicación de Sánchez- para luego tener "algo de descanso" después de tres años sin casi parar. Calvo, siempre según las mismas fuentes, no descarta incorporarse al Consejo, aunque en tal caso su nombramiento no sería "inminente".

"Carmen se irá al Congreso y en el futuro ya veremos", indican fuentes próximas al jefe del Ejecutivo

Desde el entorno del presidente la versión está matizada. Insisten en que Sánchez tiene "la mejor consideración" de su ya exvicepresidenta, pero Fernández de la Vega está desempeñando "un gran papel" en el Consejo de Estado y "no la destituirá". "Carmen se irá al Congreso y en el futuro ya veremos", subrayan fuentes del máximo nivel. "Ahora mismo no se puede, por eso lo han hablado simplemente, pero desde luego nada será para mañana", explican desde el círculo de Calvo.

Y es que ahora mismo, con esta premisa de que Sánchez no cesará a De la Vega, el encaje de Calvo en el Consejo de Estado se presenta muy complejo. Porque de ser nombrada presidenta, la que fuera número dos de Zapatero quedaría fuera de la institución, ya que todas las plazas de consejero permanente, de las nueve secciones, están hoy por hoy ocupadas. Y los consejeros electivos -aquellos que son nombrados por un periodo de cuatro años- no concluyen su mandato hasta octubre de 2022. Los consejeros natos, que son diez (como los electivos), lo son en función de su cargo, y permanecen en la institución el tiempo que perduren en el puesto por el que tienen derecho a una plaza en el Consejo.

La salida del Consejo de Estado -posibilidad adelantada por Colpisa- no es la única viable para Calvo (Cabra, Córdoba, 1957). En el PSOE ha circulado la opción de que la exvicepresidenta y extitular de la Presidencia podría ser la nueva presidenta del partido, en sustitución de la exministra Cristina Narbona. Pero eso tendría que suceder, en todo caso, en el 40º Congreso, que se celebrará en octubre. La presidencia del PSOE es, en todo caso, un puesto más representativo, no ejecutivo, y con escaso perfil, salvo que el secretario general le quiera conferir un mayor peso. Pero toda la recomposición del partido, así como la de los segundos y terceros niveles que dependen de los nuevos ministros, está en el aire ahora mismo.