Conferencia de Presidentes, última semana de julio y en Salamanca

Sánchez pide al Govern que escuche a la Catalunya no independentista y deja a Junqueras fuera de la mesa

El presidente insiste en la SER en que ahora es el tiempo del "perdón", pero su decisión, dice, no obedece a su necesidad de los votos de ERC

Define la oposición del PP como "furibunda", por romper todos los consensos, y subraya que una crisis de gobierno no es su "prioridad" ahora

Pedró Sánchez, en la SER.

Pedró Sánchez, en la SER. / ACN

Juanma Romero

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España está "en el principio de un camino largo", de "recuperación de la normalidad institucional" y política con Catalunya. Pero no será una senda fácil, ni corta, ni sencilla. El Gobierno, además, cree que ahora "todos" deben ser "generosos y empáticos" con una ciudadanía que, en este larguísimo año de pandemia, ha "temido por su vida y su empleo", y por tanto hay que "aterrizar la política a cuestiones más materiales" para los ciudadanos. No discutir sobre lo que más separa a los dos ejecutivos, el referéndum de autodeterminación y la amnistía, sino sobre temas más trascendentes para la vida cotidiana de la gente. Y, en particular, el Ejecutivo quiere que el Govern escuche a la otra parte de Catalunya, la no independentista.

Fue uno de los mensajes que lanzó Pedro Sánchez este lunes en la SER, en la primera entrevista que concedió tras la aprobación de los indultos de los presos del 'procés' y en vísperas de su reunión en la Moncloa con el 'president', Pere Aragonès, cita en la que ambos tendrán que acercar posturas sobre la próxima convocatoria de la mesa de diálogo, que se espera para después de las vacaciones de verano. El presidente aprovechó para dejar fuera de ella al líder de ERC, Oriol Junqueras, con el argumento de que el instrumento pactado era un foro de interlocución entre gobiernos y el 'exvicepresident' ni es cargo público ni lo será durante años, ya que aunque esté fuera de la cárcel pesa sobre él toda la inhabilitación, de 13 años, que le impuso el Tribunal Supremo en su sentencia de 2019.

Sánchez no negó que ha cambiado de opinión respecto a los indultos del 'procés'. Se remitió así a las explicaciones que dio el viernes en Bruselas: que igual que en un pasado correspondió la aplicación del artículo 155 de la Constitución, y que los líderes independentistas comparecieran ante la Justicia y asumieran las "consecuencias" de sus actos -el "castigo" de conductas que quebrantaron la "legalidad democrática"-, ahora lo "útil" es el "perdón".

El presidente, como advertían sus máximos colaboradores en los últimos días y como publicó este diario, fue consciente de que había que remover el "obstáculo" con la aprobación de la medida de gracia en el arranque de la actual legislatura, tras la sentencia del 'procés'. El perdón gubernamental "no significa" que se olvide lo que ocurrió en el otoño de 2017, dijo, sino no repetir lo que se hizo, porque entonces se retornará al lugar del que se quiere salir. Reiteró que lo que pretende el Ejecutivo no es beneficiar a nueve personas, sino pasar "página" y lanzar un mensaje a la sociedad catalana y al conjunto de España. Sánchez precisó que, "sin duda", habría impulsado los indultos aunque no hubiera necesitado los votos de ERC en el Congreso.

Sánchez cree que hay que afrontar la distensión siendo "realistas, humildes en los objetivos, gradualistas en cuanto a los pasos a dar"

"Creo que las virtudes del mensaje que estamos trasladando de reparación, superación y convivencia son fundamentales. Ahora más que nunca", al final de la pandemia, cuando gracias a los fondos europeos se dará respuesta a dos transiciones muy "disruptivas", la ecológica y la digital, y por tanto es "ahora" cuando hay que "cooperar" y "coordinarse".

Autogobierno y "avances"

No dejaban de ser reflexiones dirigidas al Govern. Pasado el capítulo de los indultos, comienza la interlocución con la Generalitat. Y Sánchez recordó, como ha venido haciendo estos días, que tras el "mensaje rotundo" a favor del diálogo protagonizado por su Gobierno, ahora le toca moverse al independentismo, "esforzándose" por "reconocer a la otra parte" de la ciudadanía catalana que no es secesionista y a la que el soberanismo pretende "invisibilizar". En definitiva, quiere que "Catalunya hable con Catalunya", que haya diálogo no solo entre el Gobierno y el Govern, sino de las fuerzas separatistas con las constitucionalistas dentro de Catalunya.

ERC y Junts dan dos años al Ejecutivo para que se materialicen los acuerdos. Sánchez afirmó que se plantea el tiempo de la distensión siendo "realistas, humildes en los objetivos, gradualistas en cuanto a los pasos a dar". Si las dos partes comienzan a hablar primero de lo que les separa -referéndum y amnistía, que el Gobierno no aceptará-, no se lograrán "avances". Hay que hablar primero, recetó, de las cuestiones en las que puede haber acuerdo. El presidente insistió, como hiciera hace una semana en su conferencia en el Liceu, que el futuro de Catalunya y del conjunto de España se incardina en la UE, que todos quieren una "democracia más consolidada", más igualitaria y que aproveche la "oportunidad" de los fondos europeos. "Construyamos a partir de ahí", aseguró. En la mesa de diálogo, el Ejecutivo central ofrecerá su 'Agenda del reencuentro', la que extendió a Quim Torra en febrero de 2020. El camino, señaló, ha de ser una mayor "capacidad de autogobierno, siempre dentro de España y dentro de Europa" y con el límite de la "Constitución y la ley".

"Si vivimos juntos, tendrá que decidir el conjunto de la ciudadanía sobre qué es lo que queremos que sea España", avisa

El líder socialista reiteró que no se pide al separatismo que cambie de ideales, sino que respete "la legalidad democrática". Entonces hizo suyas las palabras, del pasado jueves, del secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal: "La Constitución no es un dogma pero sí marca un campo de juego sobre el que podemos dialogar". ¿Cabe un referéndum pactado en la ley, como quiere el independentismo? "En la ley cabría un acuerdo", respondió, para añadir que si los españoles "vivimos juntos, tendremos que decidir juntos, el conjunto de la ciudadanía española, sobre qué queremos que sea España". Es decir, que no hay opción de una consulta de autodeterminación solo para Catalunya. A los catalanes, añadió, no se les puede "obligar" a elegir entre ser catalanes o españoles.

ERC ha apuntado que quiere que su líder, Oriol Junqueras, se siente en la mesa. Sánchez dejó más claro que nunca que el Gobierno no lo quiere tener enfrente. "Es una mesa entre gobiernos, entre representantes de los dos ejecutivos", subrayó, recordando que el jefe de ERC "todavía tiene años de inhabilitación" para ejercer cargo público por delante. "El acuerdo es entre gobiernos", incidió, para dejar claro el mensaje a los republicanos.

"Determinación" para no caer en "provocaciones"

La entrevista de Sánchez y Aragonès de este martes a las 17 horas en la Moncloa coincidirá con la comparecencia de una cuarentena de ex altos cargos independentistas ante el Tribunal de Cuentas (TCu) para conocer la cantidad millonaria que les reclama por su responsabilidad contable en el presunto desvío de fondos para las 'embajadas catalanas' y el llamado Diplocat. El presidente apuntó, primero, que el TCu "no es un órgano judicial, sino una instancia administrativa".

"Ahora mismo siguen los procesos de trabajo, no hay resolución en firme, y esas resoluciones se pueden recurrir ante los tribunales", indicó, tras ser preguntados por las palabras de su ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, quien afirmó que las causas ante el órgano fiscalizador no dejan de ser "piedras en el camino" del diálogo.

El presidente niega "instrucciones" al Tribunal de Cuentas y subraya que sus resoluciones se pueden recurrir ante la Justicia

El líder socialista no se pronunció sobre el debate abierto por Ábalos y la necesidad de "desempedrar el camino dentro de la legalidad". A él lo "único" que le corresponde es manifestar su "absoluto respeto" por los trabajos del Tribunal de Cuentas. "A partir de ahí, tendremos que respetar lo que se resuelva por parte de esta instancia que no es judicial sino administrativa", apostilló el presidente, que aseveró que "nunca" ha dado ni dará instrucciones a la Abogacía del Estado.

Aragonès sí ha cargado contra el TCu y ha llamado al Gobierno a actuar. Pero la institución llega al final de su mandato el mes próximo, después de nueve años, y sin perspectiva de renovación porque el PP se niega a discutir sobre ello. Sánchez calificó la oposición del partido de Pablo Casado como "la más furibunda de Europa", ya que no ha reconocido la "legitimidad" del Ejecutivo, ni le ayudó con la pandemia, puso en cuestión ante la UE la "calidad democrática" de España, se niega a consensuar el relevo de las instituciones del Estado y ayer domingo rompió uno de los consensos básicos, la unidad con las víctimas del terrorismo, al negarse a acudir al homenaje organizado por el Congreso. Pero cuanto "más fuerte sea el empeño" de PP y Vox por "romper los consensos", más "fuerte" será su "determinación" para no caer en su "provocación", aseguró.

El Gobierno exigirá en 72 horas a los turistas británicos o PCR negativa o pauta completa de vacunación para entrar en España

Sánchez, durante su entrevista en la SER, hizo dos anuncios. Uno relacionado con la pandemia: el Gobierno exigirá en 72 horas a los turistas británicos que lleguen a España o bien pauta completa de vacunación o bien PCR negativa. El segundo, relativo a la Conferencia de Presidentes. Se celebrará la última semana de julio y en Salamanca. La elección de la ciudad obedece a la petición que le realizó el presidente de la comunidad autónoma, el popular Alfonso Fernández Mañueco. En la cita se hablará, especificó, del Plan de Recuperación, la evolución de la vacunación, el reto demográfico...

¿Remodelará el Gobierno próximamente?, se le preguntó. "No es una prioridad", zanjó el presidente, enfriando la cuestión y dejando la duda de si esa reestructuración del Gabinete puede llegar no en julio, sino más adelante, a la vuelta del verano.