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Las derechas pierden fuelle en la reedición de la protesta de Colón contra Sánchez y los indultos

Casado y Arrimadas evitan repetir foto con Abascal: los tres políticos se sitúan a distancia y no han llegado a coincidir

Manifestación en Colón

Manifestación en Colón / EL PERIÓDICO

Pablo Allendesalazar

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Dos años y cuatro meses después de la 'foto de Colón', PP, Vox y Ciudadanos han vuelto este domingo a la plaza madrileña para movilizar a la calle contra el Gobierno de Pedro Sánchez. El telón de fondo vuelve a ser el mismo: su gestión del conflicto catalán. Si entonces fue por la decisión del Ejecutivo de dialogar con la Generalitat y los partidos independentistas, ahora toca por los indultos que prepara para los dirigentes del 1-O condenados. Pero pese a la repetición del escenario, el guión ha incluido un giro significativamente distinto: los líderes de populares y naranjas han evitado volver a retratarse con Santiago Abascal. Y también la respuesta del público ha sido menor: la asistencia ha quedado bastante por debajo de la del 2019, cuando ya fue inferior a la esperada.

Según la Delegación del Gobierno, la Policía Nacional ha contabilizado unas 25.000 personas entre la plaza en sí y las calles aledañas (el acceso al recinto de Colón se ha tenido que cerrar para garantizar la distancia social, que en cualquier caso no se ha respetado), mientras que la Policía Municipal --dependiente del ayuntamiento gobernado por PP y C's-- las ha elevado a 125.000. En febrero de 2019, los primeros calcularon 45.000 y la organización 200.000. Unos números, en ambos casos, muy alejados de los que consiguió Mariano Rajoy cuando apoyó a la Asociación de Víctimas del Terrorismo para protestar contra José Luis Rodríguez Zapatero por negociar con ETA. En junio del 2005, reunió a 850.000 personas, según los cálculos del ayuntamiento, también gobernado entonces, eso sí, por los populares.

Las distancias que han querido marcar PP, Vox y C's han sido incluso físicas, por más que los mensajes de sus líderes hayan coincidido en la dureza de sus críticas al Gobierno. Pablo Casado, Santiago Abascal e Inés Arrimadas se han situado y atendido a los medios en zonas muy distantes entre sí y no han llegado a coincidir en ningún momento. De hecho, los dirigentes del PP y Ciudadanos, que han sido objeto de algunos abucheos, no han accedido al recinto de la plaza y se han quedado en las inmediaciones, al contrario que el de la formación ultra. "Sánchez es capaz de hacer mucho daño; es importante que todos los españoles, por encima de siglas políticas, estemos juntos en esta plaza de Colón, a la que volvemos una vez más sin miedo y sin vergüenza a ningún tipo de foto", ha lanzado con intención Abascal.

La instantánea del 2019 de Casado y Albert Rivera con el líder ultra marcó un punto de inflexión en la normalización de la extrema derecha, lo que el PSOE aprovechó para bautizar aquella conjunción como el 'trifachito'. En las dos elecciones generales que se celebraron aquel año tras aquella imagen, Vox creció sin pausa (primero con 24 escaños y siete meses después con 52) mientras Cs se desplomaba pasando de 57 a sólo 10 diputados y el PP encajaba su bajada a 66 asientos en el Congreso, recuperándose tras la repetición en las urnas hasta los 89. Ahora algunas encuestas apuntan a que el PP podría ser el partido más votado y gobernar con Vox si hubiera elecciones, pero la relación entre Casado y Abascal es tensa desde que el pasado octubre el popular escenificase el divorcio con Vox en el Congreso.

Españoles "de bien"

Las diferencias estratégicas explican que, más allá del compromiso en que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha querido poner al Felipe VI ("¿Firmará los indultos? ¿Le harán cómplice?"), el perfil de los políticos haya sido relativamente bajo, lo que puede haber satisfecho a los dirigentes populares moderados que han expresado en privado sus reticencias a la participación de su partido. Así las cosas, el protagonismo principal ha recaído en los organizadores, la nueva plataforma Unidad 78, impulsada por expolíticos vascos como Rosa Díez, María San Gil y Carlos Urquijo, todos presentes en el escenario.

Entre cánticos de “Sánchez, fascista, eres un terrorista", "España es una y no 51" y "No nos engañan, Catalunya es España”, el acto ha arrancado con una hora de retraso por un problema técnico con la intervención de Andrés Trapiello, reciente objeto de una polémica por la entrega de la medalla de Madrid. El escritor ha afirmado que en la concentración había personas "de derechas, de centro y de izquierda", por más que los "órganos de agitación y propaganda" del Gobierno dijeran que es "cosa de la ultraderecha". Quizá para apuntalarlo, ha parafraseado a los exiliados del franquismo José Castillejo y Antonio Machado. "De aquellos que se dicen gallegos, catalanes, vascos, extremeños, castellanos etc., antes que españoles, desconfiad siempre", ha citado del poeta.

Después de Yeray Mellado, de la asociación catalana S’ha Acabat!, ha llegado el turno de la exsocialista y expresidenta de UPyD Rosa Díez, quien ha proclamado que los asistentes representaban a los "españoles de bien, la mayoría de la buena gente de este país". La ley, los fiscales y el Tribunal Supremo, ha alegado, dicen que sin solicitud y arrepentimiento no caben los indultos. "Si en estas condiciones el Gobierno indulta a los delincuentes, estará violando la Constitución", ha clamado.

Aquí os contamos el minuto a minuto de la concentración: