El exdirector de la Policía y el exnúmero dos de Interior niegan conocer el espionaje a Bárcenas

Cosidó y Martínez aseguran en la 'comisión Kitchen' del Congreso que ellos no tenían ningún conocimiento sobre la operación para robar información de supuestas ilegalidades del PP pese a lo que afirmó Villarejo

Comisión investigación PP         David Castro

Comisión investigación PP David Castro / David Castro

Pilar Santos

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Ninguno de los dos sabía nada de la llamada 'operación Kitchen', el dispositivo policial pagado con fondos reservados para robarle a Luis Bárcenas información delicada y sobre supuestas ilegalidades cometidas por el PP. Francisco Martínez, exsecretario de Estado de Seguridad, e Ignacio Cosidó, exdirector general de la Policía, negaron este martes en el Congreso tener conocimiento de esos hechos. Según acreditó el juez el año pasado, el espionaje al extesorero duró entre 2013 y 2015 y costó más de 53.000 euros de dinero público. El caso sigue abierto. El objetivo es saber quién ordenó que esa operación se pusiera en marcha.

Martínez y Cosidó acudieron por separado a la comisión de investigación de la Cámara baja, para someterse a las preguntas de los portavoces parlamentarios. El órgano ya lleva una decena de sesiones y esta vez era la primera a la que acudían responsables políticos. Ambos negaron tener ninguna información de ese dispositivo, desmintiendo al excomisario José Manuel Villarejo, que la semana pasada, en esa misma comisión, aseguró que ambos estaban al tanto del encargo. De Cosidó llegó a explicar que se reunió con él y que el entonces director de la policía le instó a abandonar dos misiones en Arabia Saudí y el Líbano para centrarse en el espionaje a Bárcenas. Era un "tema muy importante" y Mariano Rajoy tenía "interés", le comentó. Respecto a Martínez, el excomisario apuntó que hacía de puente para informar al propio Rajoy.

Cosidó, sin embargo, negó la mayor y dijo que "jamás" despachó con Villarejo ni le dio una sola instrucción. Apenas un "saludo protocolario", concedió. El exalto cargo de la Policía negó tener cualquier conocimiento sobre el dispositivo policial para robar información al extesorero. "O fue un negligente o un cooperador necesario", le soltó el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

Martínez sí admitió haberse reunido con el excomisario porque así se lo pidió, pero subrayó al inicio de su comparecencia que, mientras fue secretario de Estado de Seguridad, entre enero de 2013 y noviembre de 2016, no supo ni de manera directa ni indirecta que se utilizaran de forma "ilegal" los "efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior con la finalidad de favorecer intereses políticos del PP".

El sacerdote

Por la tarde, acudieron el sacerdote Silverio Nieto, amigo de Fernández Díaz, y Jorge Sanchís Bordetas, antiguo jefe de gabinete de Martínez. Nieto explicó que le mandó al exministro y al comisario Enrique García-Castaño un mensaje en plan de "desahogo" que le había enviado el exsecretario de Estado. Martínez explicaba en el texto que el juez le iba a llamar a declarar y que si le investigaban tendría que defenderse. "Y si afectara a Jorque Fernández y a Mariano Rajoy lo sentía, que él había actuado legalmente", explicó el sacerdote.

"Yo no tenía ningún interés en ese mensaje, se lo reenvié a Fernández Díaz sin ningún comentario y a García Castaño sin ningún comentario", admitió Nieto a preguntas de la diputada Andrea Fernández (PSOE). Nieto afirmó que se lo envió al primero porque le mencionaba y, al segundo, porque era público y notorio que estaba siendo investigado por la Audiencia Nacional.

Sanchís Bordetas, que fue jefe del gabinete de Martínez y también con su sucesor, José Antonio Nieto, no escuchó "en ningún momento hablar sobre 'Kitchen" ni conoció a Villarejo. No obstante, reconoció que "una vez" autorizó fondos reservados, pero sin conocer el destino final de aquella asignación al no constar en el sistema.