Dossier especial (III)

Así eran y así han cambiado en una década cinco 'líderes' del 15-M

Impulsores de la movilización recuerdan lo que vivieron y analizan el impacto que aquella experiencia tuvo en la vida pública y en sus trayectorias personales

Indignados 15M combo

Indignados 15M combo

Juan Fernández

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¿Cómo recuerdan el 15-M las personas que pusieron en marcha aquella movilización y se implicaron hasta el fondo en ella? A Fabio, Pablo, Carlota, Jon y Klaudia se les dibuja una sonrisa de satisfacción cuando echan la vista atrás. Con sus luces y sus sombras, se sienten orgullosos de haber formado parte de un movimiento popular que forma parte de la historia reciente del país, pero, sobre todo, subrayan el impacto que aquella experiencia tuvo en sus vidas. Para ellos sí que hubo un antes y un después del 15-M.

REPORTAJE INDIGNADOS DEL 15M DIEZ ANOS DESPUES EN LA FOTO FABIO GANGARA

Fabio Gándara /

Fabio Gándara Pumar (Santiago de Compostela, 1984). Cofundador de Democracia Real Ya

“En la primavera de 2011 tenía 26 años, había terminado Derecho y Ciencias Políticas y me veía abocado al paro y sin porvenir alguno después de haber hecho prácticas en un importante bufete de abogados. Era otro joven español más que luchaba por su futuro, y con ese título decidí crear un blog a la espera de contactar con más personas que estuvieran en mi misma situación. La reacción fue inmediata: en seguida me escribieron de varios foros de internet y de plataformas como ‘No les votes’ o ‘Juventud sin futuro’. Convencidos de que había un sentimiento de indignación latente en la sociedad, entre varios creamos la plataforma ciudadana Democracia Real Ya y desde ella lanzamos una convocatoria para salir a las calles de todo el país el 15 de mayo. Yo mismo firmé ante la Delegación de Gobierno la solicitud de la manifestación de Madrid. La movilización que vino a continuación desbordó nuestras expectativas”.

“Después del 15-M trabajé en el desarrollo de herramientas de participación ciudadana y activismo online, como Change.org. En 2014 creé una agencia dedicada a diseñar y lanzar campañas con enfoque social. Trabajamos con oenegés y entidades públicas para promover mejoras en la sociedad. Para mí, es una forma de continuar con el espíritu del 15-M, que más que como instrumento político, siempre entendí como un movimiento ciudadano. Ojalá hubiera mantenido ese perfil, pero a pesar de sus fallos, recuerdo aquella experiencia de forma positiva. Hizo despertar a la sociedad. En lo personal, me llevó a conocer a mi pareja, y madre de mi hija”.

MAS PERIODICO PABLO GALLEGO 15M

Pablo Gallego /

Pablo Gallego (Cádiz, 1988). Cofundador de Democracia Real Ya

“La indignación no era una etiqueta, sino un sentimiento real. Cuando pienso en las semanas previas al 15-M, recuerdo lo mucho que me cabreaba oír a los tertulianos contar que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora debíamos precarizarnos, que “esto es lo que hay y no existe alternativa”. Decían que mi generación era la de 'los ni-ni’, que ni estudian ni trabajan, pero yo llevaba toda mi vida esforzándome. Estaba a punto de acabar la carrera de Marketing y me encontraba sin futuro. Esa rabia me llevó a abrir un blog, como quien lanza una llamada de auxilio, y a través de él contacté con más jóvenes y colectivos que veían lo mismo que yo. En mi primer post me pregunté: ¿Es posible un mayo del 68 en España? Parece que fue premonitorio”.

“Trabajar en la organización del 15-M fue agotador, pero aprendí muchísimo. Entendí cómo funcionan las redes sociales, que fueron clave en su éxito, y descubrí qué hay que hacer para que la gente se adhiera a un movimiento. Ese aprendizaje lo he puesto en práctica en mi vida profesional, que ha estado orientada al marketing digital, pero rechacé dedicarme a la política porque no quise aprovechar aquella experiencia para ocupar un cargo público. El Pablo de ahora está menos cabreado, pero conserva el mismo espíritu crítico. A mi hija de tres años le contaré algún día que si te juntas con más gente, puedes conseguir muchas cosas. Porque nosotros sí pudimos. Quedaron objetivos pendientes, como hacer realidad la democracia participativa, pero logramos cambiar la historia de este país”.

MAS PERIODICO CARLOTA ZURITA 15M

Carlota Zurita /

Carlota Zurita (Madrid, 1991). Activista de la acampada de Sol

"A mí el 15-M me salvó la vida. No exagero, fue así. Tenía 19 años, acababa de salir de una relación de maltrato y me encontraba perdida y hundida. Recuerdo que fui a la ‘mani’ sin saber cómo iba a acabar aquello y al día siguiente regresé a la acampada de Sol, y ya me quedé. De pronto, conocí a gente que hablaba de respeto, de cuidar a las personas, de poner en valor los afectos… Fue revelador para mí. Me apunté a la ‘Comisión de acción’, que es la que organizaba las operaciones más llamativas, y cada día aprendía algo nuevo. Asambleas, reuniones, charlas… Estábamos todo el día hablando sobre cómo cambiar el mundo. Fue allí, montando funciones entre las tiendas de campaña, donde descubrí mi vocación teatral y como comprendí el valor de lo colectivo, que es por lo que hoy sigo luchando”.

“Dormí en la Puerta del Sol hasta que se levantó la acampada y luego continué colaborando con las asambleas de barrio. Después estudié arte dramático y empecé a trabajar con personas con diversidad funcional para promover su integración social. También colaboro con asociaciones vecinales, aunque ahora estoy entregada al cuidado de mi hijo, que nació hace un año y medio. Nada de lo que he hecho en la última década tiene sentido sin el 15-M, que fue una experiencia que me abrió la mente. Se habla mucho del significado político de aquel movimiento, pero para mí lo más importante fue el poso que dejó en quienes participamos. El 15-M no fue el embrión de ningún partido, sino la semilla de miles de grupos sociales y asociaciones de barrio que hoy hay repartidos por el país. Ese espíritu pervive, lo veo a diario”.

MAS PERIODICO JON AGUIRRE 15M

Jon Aguirre /

Jon Aguirre Such (San Sebastián, 1984). Portavoz del 15-M

“Siempre he sido muy salsero, me gusta ponerle pasión a todo lo que hago y no me corto si hay que hablar en público o dar la cara por algo. Quizá esto explique la alta exposición que tuve al principio del 15-M. Lo cierto es que llegué a la movilización por azar: conocí a los chicos de Democracia Real Ya en unas charlas que organizamos en la universidad, vieron que me iba la marcha y me propusieron colaborar. Por entonces andaba con el proyecto de fin de carrera de Arquitectura y no lo dudé un minuto. Lo que ellos proponían desde el activismo social y político, yo llevaba años defendiéndolo desde el urbanismo”.

“El 15-M fue un movimiento horizontal y sin líderes, pero a algunos nos tocó ejercer de portavoces. Yo fui uno de los que más apareció en los medios, a mi pesar: se me ocurrió darle mi teléfono a un periodista, se ve que el número empezó a circular por ahí y cada día tenía decenas de llamadas de diarios y cadenas nacionales y del extranjero. Cuando me vi en la revista ‘Times’, decidí que era suficiente y me retiré del primer plano”.

"Durante un tiempo mantuve una relación complicada con aquella experiencia: sentía que me había expuesto demasiado y me dolían algunas cosas que leí y escuché. Pero hoy no me arrepiento. Si hablara con aquel Jon, le diría: adelante, implícate, da la cara, haz lo que tienes que hacer. Mi reflexión sobre el 15-M es similar: creo que cumplió su misión, que era agitar el país. En los últimos diez años me he dedicado a la arquitectura, pero todo lo que hago tiene la huella del 15-M. No construyo casas, diseño espacios urbanos a la medida de la gente”.

Klaudia en el 15-M y una imagen actual

Klaudia en el 15-M y una imagen actual / RICARD CUGAT

Klaudia Álvarez (Barcelona, 1976). Activista del 15-M en Barcelona

“Soy una persona distinta después del 15-M, y me atrevo a decir que esta sensación la compartimos todas las personas que, de una manera u otra, participamos en aquella movilización. Esto no tiene que ver con votar a tal o cual partido, ni con cuánto influyó el movimiento de los indignados en la historia reciente del país, sino con las micro-revoluciones que experimentamos quienes estuvimos allí. No hablo de política, sino de una cierta mirada. Todo, desde el trabajo a los afectos, desde el feminismo a la forma de consumir, es diferente después aquello. Hablo de entender de otra forma las relaciones de poder, de interiorizar el sentido de la cooperación, de adoptar otra actitud ante la vida. El 15-M fue transformador porque nos hizo reflexionar”.

“A mí ya me pilló mayor. En 2011 tenía 35 años, un sueldo fijo como profesora y una situación estable. Pero me negaba a consentir el panorama que estaba dejándonos la crisis. Por eso decidí dar un paso adelante. Había que hacer algo. A través de Facebook contacté con la plataforma Estado del Malestar, luego con Democracia Real Ya, y lanzamos la convocatoria para manifestarnos. Al principio éramos cuatro gatos, pero las acampadas se llenaron rápido de gente y el movimiento cobró vida propia. Fue tanta la alegría de ver que tantos pensábamos lo mismo… He seguido ejerciendo de activista, sobre todo en el terreno del feminismo, hasta que nació mi hijo hace dos años y medio. Ahora tengo menos tiempo para ir a las asambleas, pero todo lo que aprendí en el 15-M se ha quedado conmigo para siempre”.

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